Podemos ya liquidó la ilusión de masas que representaba. De
todos modos la ilusión es volátil y efímera. Más importantes son los intereses.
Pero los intereses sin conciencia de clase no se sostienen. Así y todo los intereses que representa Podemos no son claros, son fragmentarios
y abstractos. Siguen recurriendo a la sociología vulgar, siguen señalando a las
élites como los principales enemigos, y enfrente el pueblo. Pero el pueblo no
es una masa homogénea y las élites no constituyen una clase social. Siguen
encubriendo bajo el manto de la democracia los intereses nacionalistas de la
burguesía catalana. Los intereses de Podemos
se han ido convirtiendo en los intereses territoriales de los líderes
regionales de dicha formación. No hay unidad ideológica porque Podemos carece de ideología.