A los 26 años de edad empecé a estudiar El ingenioso hidalgo Don Quijote de Mancha. ¿Lo hice por propia iniciativa? No. Lo hice inducido por Marx. En La ideología alemana, Marx hace un uso continuo de la obra de Cervantes. Pensé: ¿Cómo es posible que siendo Marx alemán conozca la obra de Cervantes tan bien y yo la desconozca? Esa fue la razón que me llevó a estudiar dicha obra. Pero hay más: Marx hizo uso de esa obra para criticar el izquierdismo de su época empleando como postulado básico la siguiente idea: los extremistas de izquierda toman su representación del mundo por el propio mundo. De manera que no solo inicié el estudio de Don Quijote de la Mancha inducido por Marx, sino también atendiendo a la contradicción básica señalada por él: la existente entre el propio mundo y la representación del mundo.