tag:blogger.com,1999:blog-81842359470926932642024-03-19T00:24:08.056-07:00Francisco Umpiérrez¡Aviso importante! Hasta ahora cuando se pinchaba en las etiquetas no aparecían todos los trabajos publicados bajo dicha etiqueta. Ahora hay paginación y se puede acceder a todos los trabajos publicados.
Otra cuestión: Soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, pero de forma general me considero un Investigador Independiente.Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.comBlogger868125tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-59765022940869108252024-03-15T01:55:00.000-07:002024-03-17T01:01:37.933-07:00La virgen estaba planchando<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">(La importancia de ir de
las cosas al lenguaje y no del lenguaje a las cosas. A veces hay que buscar la
pura sencillez. Abandonar por unos instantes, que pueden ser días y semanas, la
trascendencia y la complejidad. Permanecer por un tiempo en el ser material y
que la mente claudique ante la exterioridad.)<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Era martes. El cielo
estaba mayormente cubierto de nubes un tanto oscuras. En el horizonte hacia la
izquierda había unos claros donde se contemplaba un trozo de cielo color rosa
atenuado de amarillo. La virgen estaba planchando. Se veía de manera muy tenue
el Teide. A su izquierda se elevaba la montaña de Guía. Desde el horizonte a la
barra el mar era de un color azul tan profundo que se aproximaba al negro. De
la barra a la orilla, había marea baja, el mar era un espejo donde se reflejaba
el color rosa del horizonte. También se reflejaba en la arena humedecida de la
orilla. Había unos cuantos paseantes y una o dos personas estaban adentradas en
la quietud del mar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">En el paseo de la Playa
de las Canteras muchas personas hacían fotos con sus dispositivos móviles. Buscaban
eternizar la cromática apariencia en su lucha con la imperecedera e incolora
esencia. En cuestión de segundos esas fotografías estarían en manos de
familiares y amigos. Querían con ellas trasladarles la belleza del momento y el
disfrute y alegría que esa experiencia les estaba proporcionando. La madre de
Raquel observó el móvil con entusiasmo y vio la hermosa sonrisa de su hija. Gritó
a su marido: ¡Ven Ricardo, para que veas lo guapa que está tu hija y lo feliz
que se le ve! Lo necesitaba. Hacía tiempo que no estaba de vacaciones. Su salud
mental se estaba resquebrajando. Seguro que estará durmiendo mejor y estará
olvidada del trajín del trabajo. ¡Qué alegría! ¡Y a ver si deja de tomarse esas
malditas pastillas o disminuye la dosis!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-49176105468206533242024-03-07T23:49:00.000-08:002024-03-08T00:40:59.898-08:00La sombra del geranio<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> <span></span></o:p></span></p><a name='more'></a><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuando la luna cambiaba
de lugar la sombra del geranio, en la casa de tejados rotos de color ocre se
oyó un disparo. Antonio Sánchez yacía exánime en el suelo. Se encendieron
algunas luces en el vecindario. Ladraron algunos perros. A las pocas horas,
cuando ya estaba próximo el amanecer, llegó la policía. Lucinda Rodríguez salió
de la casa esposada y flanqueada por dos policías. Su cara no expresaba dolor
ni arrepentimiento. Había acabado con su eterno torturador. Se había liberado
del monstruo encarcelando su persona de por vida. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su vecino, Aureliano Méndez, buscó en vano su
mirada. Había estado enamorado de ella en secreto durante más de veinte años. Siguió
regando el geranio cada tres días. Murió de soledad y tristeza a los cinco
años. El geranio también murió. Solo quedó un pequeño tallo seco y retorcido.
Ya no pudo jamás la luna cambiar de lugar la sombra del rojizo geranio y
abandonó para siempre ese lugar. La maleza cubrió la casa derruida y las
tinieblas se apoderaron del lugar. Hoy es un espacio donde los niños al atardecer
juegan para asustarse con el fantasma de Lucinda Rodríguez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">(La expresión “Cuando la
luna cambiaba de lugar la sombra del geranio” es una pequeña variación de la
expresión contenida en <i>Viaje al Oeste. Las aventuras del rey mono</i>, y que
reza así: “la luna cambia de lugar la sombra de las flores de un jardín”). <o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-91545353119672251912024-03-04T23:45:00.000-08:002024-03-05T00:56:37.775-08:00Los nombres y la representación (Con pequeña alusión a la ideología política y a los alquileres)<p> </p><p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">“Cuando el mundo comenzó a existir, no había nombre alguno. Para
quebrar, pues, la indestructible muralla de la no existencia, es preciso despertar
a la nada”. <i>Viaje al Oeste. Las aventuras del rey mono. </i>Autor anónimo.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 10pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">Al igual que los nombres fueron uno de los grandes saltos en el
nacimiento y evolución de la humanidad, de igual modo sigue desempeñando en la
actualidad una función decisiva en nuestra vida consciente. Necesitamos ponerle
nombres a las cosas y a las personas y a toda clase de entes, actos y
relaciones. Es una condición indispensable para poder comunicarnos con los
demás y que sepan de qué les estamos hablando. También es la principal fuerza
propulsora de la representación. De hecho, en toda nominación, en todo acto
nominativo, refiérase o lo que se refiera, siempre hay una componente de
representación. De ahí que entre nombre y objeto o situación objetiva nominada
nunca haya absoluta y completa coincidencia. Y en ocasiones, lo que le ocurría
a Alonso Quijano cuando estaba transfigurado en Don Quijote, no hay
correspondencia alguna entre la nominación y la situación objetiva nominada. En
este caso la representación suplanta por completo a la percepción. Pero eso nos
ocurre a todos, aunque no en esa medida tan exagerada. Nunca hay plena
coincidencia entre el ejemplo o modelo y nuestra nominación. Siempre hay un
componente de representación. (Recuerdo al lector que en la percepción el
objeto viene dado, mientras que en la representación el objeto lo pone el
sujeto. Así en el caso de Don Quijote percibía un molino de viento y se lo
representaba como un gigante, percibía una venta y se lo representaba como un
castillo. En el caso de Don Quijote el objeto representado era pura fantasía.
No siempre cuando alguien se representa una cosa que no corresponde con el ser
del objeto percibido debe ser necesariamente un objeto fantástico ni deber
haber disparidad absoluta con el objeto representado).<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">La representación en la ideología política<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">En el ámbito de la ideología política, por boca de los creadores
de opinión y los propios parlamentarios, se lleva a cabo multitud de actos
nominativos donde en ocasiones la representación suplanta casi por completo a
la percepción. Esto lo hace mucho Isabel Díaz Ayuso. La consecuencia es que los
seguidores del PP se hacen con una representación del mundo que no coincide con
el ser del mundo. No digo con ello que esto no ocurra también en ocasiones en
las filas de la izquierda reformista y de la izquierda radical. Es en parte la
magia del lenguaje y el engaño del lenguaje: crea la posibilidad de que nuestra
representación del mundo, siendo distinta al ser del mundo, se imponga como
ideología dominante entre una buena parte de la población. Pero ¿por qué puede
ocurrir esto? Porque en nuestra vida consciente solo podemos tener una
percepción inmediata de un número muy limitado de situaciones objetivas. Más
del setenta por ciento de nuestro conocimiento del mundo tiene carácter
mediato, esto es, lo obtenemos por medio de la televisión, internet y la prensa
escrita. De manera que nuestra percepción del mundo, en muy buena parte, está
mediada por el lenguaje y las imágenes televisivas y de todas clases de
dispositivos móviles. De ahí que yo me incline a denominar percepción mental a
toda percepción que no es inmediata. Y ahí está el secreto de por qué una
persona puede tener una percepción falsa del mundo: porque su percepción es
mental, porque su percepción depende de las imágenes y del lenguaje que nos
proporcionan los otros. En este caso la representación se impone sobre la
percepción y la suplanta. Y como lo que se afirma no es un disparate, puesto
que del hecho del que se habla, por ejemplo, de la corrupción económica, es
común, la representación falseadora circula con muchos grados de verosimilitud.
Resulta cómico que Díaz Ayuso se presente como defensora de la libertad y
señale a “los comunistas”, los militantes de <i>Sumar </i>y <i>Podemos</i>,
como la fuerza política que quiere privar a los españoles y españolas de su
libertad. Esto es posible porque por medio de los conceptos se puede suplantar
la percepción por medio de la representación. No otra cosa es en este caso
mentir: suplantar la percepción por la representación por medio de los
conceptos. Este es el mundo tan complejo en el que nos ha tocado vivir y por
eso se vuelve tan difícil luchar con éxito en el plano de la ideología.
(Recuerdo igualmente al lector, de acuerdo con la epistemología de Karl Marx, que
los conceptos también se pueden elaborar con representaciones. Y en ocasiones
las representaciones, como ocurrió con Einstein en la elaboración de la
relatividad espacial, pueden coincidir plenamente con las percepciones).</span><o:p></o:p></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">La representación en la ciencia<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">La representación es uno de las funciones principales de la
actividad psicológica superior. La cuestión es que con la representación en el
ámbito de la ciencia se intenta reflejar el ser del mundo y no camuflarlo. La
representación nos da a conocer situaciones objetivas que en ningún caso puede
darnos la percepción. La física cuántica no sería posible sin representación.
Así, por ejemplo, Wolfgang Smith, en su obra <i>El enigma cuántico, </i>distingue
el mundo corpóreo del mundo físico. El mundo corpóreo es el mundo del que
tenemos una percepción directa, mientras que el mundo físico es el mundo que
construyen los físicos mediante mediciones y conceptos. De ahí que el mundo
físico sea cognoscible no en el ámbito de la percepción, sino en el de la
representación. No en vano Wolfgang Smith define la percepción como “sensación
catalizadora de un acto inteligente”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
<i>El Capital </i>de Karl Marx la representación también es una función
cognitiva decisiva para conceptualizar el mundo mercantil. Les pongo un
ejemplo. Para probar que el trabajo que constituye la sustancia de los valores
de las mercancías es trabajo humano igual, Marx se expresa en los siguientes
términos: “Toda la fuerza de trabajo de la sociedad que se representa en los
valores del mundo de las mercancías rige aquí como una sola y la misma fuerza
de trabajo humana, aunque conste de innumerables fuerzas de trabajo
individuales”. Es decir, bajo el punto de vista de la percepción, la fuerza de
trabajo de la sociedad consta de innumerables fuerzas de trabajo individuales
diferenciadas, mientras que bajo el punto de vista de la representación rige
como una sola y misma fuerza de trabajo. Hay que saber que la representación es
la fase intermedia entre percepción y concepto. La representación es la puerta
de salida de la percepción hacia el concepto, de la particularidad hacia la
universalidad. De manera que es una función cognitiva básica y decisiva en la
actividad nerviosa superior del ser humano.</span><o:p></o:p></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">La mediación de la percepción por los conceptos <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><b><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">La percepción, sobre todo en los adultos, está mediada por los
conceptos. Los conceptos, en este caso siguiendo a Mao Zedong, nos permiten captar las esencias, las conexiones internas y la visión de conjunto de las
cosas. Pero hay personas que son conceptualmente muy ricas y otras que no lo
son tanto. También sucede que todo concepto está compuesto de muchas
determinaciones, que mantiene interrelaciones con otros conceptos y que
experimenta transiciones hacia otros conceptos. Por lo tanto, en toda
nominación está presente no solo la percepción, sino también las
representaciones y los conceptos. Puede que una persona disponga de pocos
conceptos y de aquellos de los que dispone conozca una parte muy pequeña de sus
determinaciones. Si ese es el caso, en el acto de nominación hay poca o pobre
coincidencia entre el contenido significativo de la palabra que funciona como
nombre y el contenido del objeto o situación objetiva nominada. También ocurre
que el mundo cambia, esto es, cambian todos los entes en su naturaleza, en su
forma y en su posición. De manera que si no tenemos en cuenta los cambios que
se producen en el mundo, a la hora de nominar no reflejaremos los aspectos nuevos
del mundo, sino un mundo inexistente. En este caso, la representación suplanta
por completo a la percepción. Tal vez ahora podamos comprender mejor de lo que
nos advierte el autor de <i>Viaje al Oeste</i>: ¿Cómo superar la indestructible
muralla de la no existencia?</span> <span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">Hablamos no de la
existencia en sí, sino de la existencia en relación con la conciencia. Hablamos
de si la conciencia, mediante sus actos de nominación, capta la existencia en
su ser y en su esencia. Podríamos afirmar de modo general que superamos la
indestructible muralla de la no existencia y despertamos o movilizamos a la
nada, cuando en nuestros actos de nominación los conceptos desempeñan el papel
estelar, en parte como conjunción de percepciones y representaciones, y en
parte, como medio para captar la esencia y las conexiones internas y obtener
una visión de conjunto de la parte del mundo en la que nuestra mente esté
ocupada.</span><o:p></o:p></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">Hablemos de los incrementos irracionales de los alquileres en
las grandes ciudades. Hablemos de una de las esencias principales de esta
existencia. Cuando los alquileres suben de forma imparable hasta límites
irracionales, esto implica que una gran parte del alquiler es renta del suelo.
De manera que una buena parte del alquiler que se paga no está reponiendo el
interés ni el capital invertido en la construcción de la vivienda, sino
sencillamente pagando a su propietario una renta por ser propietario. Esto es
un rasgo de feudalismo en el desarrollado capitalismo. Como la renta del suelo
no es más que un resultado social, un fruto histórico, un resultado de los
esfuerzos de muchas generaciones en la creación de la ciudad, un fruto de las
grandes obras de infraestructuras y servicios creadas por el Estado, dicha
renta del suelo debería ser requisada por completo por el Estado. Los mercados,
y esta experiencia es accesible al conocimiento de todo el mundo, deben ser
intervenidos. No solo la pandemia lo puso así de manifiesto, también lo hizo la
guerra en Ucrania, como lo pone igualmente de manifiesto la movilización de los
agricultores. En un mundo cada vez más globalizado, el Estado tiene que ser
cada vez más fuerte y debe intervenir con total determinación en el mercado. Y
no sucederá, circunstancia de la que nos advierten los idealistas neoliberales,
que perderemos la libertad, todo lo contrario, ganaremos la libertad, sobre
todo los más desposeídos. Desde Hegel sabemos que la garantía para que haya
libertad objetiva es el Estado, que no es más que la objetivación de la
sociedad en una entidad dotada de muchas funciones, que se asegura de ese modo
la defensa del interés común, del interés de la mayoría, frente a los intereses
limitados y mezquinos de las minorías. Por lo tanto, solo con el conocimiento
de esta esencia superaremos el indestructible mundo de la no existencia y
habremos despertado a la nada, a la parálisis mental, a la inacción.</span><o:p></o:p></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">Hablemos ahora del mismo problema, pero desde el ámbito de la
percepción. El incremento desproporcionado de los alquileres está expulsando de
las grandes ciudades a las personas con poco poder adquisitivo. Progresivamente
las grandes ciudades, en especial su centro, se convertirán en un lugar
habitado por personas con grandes y medianos ingresos. Se convertirán, aunque
no aparentemente, sí funcionalmente, en castillos. Nos retrotraerán a aspectos
propios del régimen feudal.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los grandes
fondos de inversión, que cada vez se apropian de más y más viviendas, es uno de
los principales causantes de este cambio económico social. Si deseamos que el mundo
sea más feliz y más libre, debería impedirse que los fondos de inversión
acumulen tanta masa monetaria. No deberían ostentar un poder económico superior
al producto interior bruto de la media de los países miembros de la Unión
Europa. Su libertad económica, al concentrar tanto poder de compra, expropia en
la práctica a la mayoría de la población de la tierra.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es el imperio arrasador de la propiedad
privada que prohíbe en los hechos el movimiento libre de las personas dentro
del territorio de la Unión Europea. También la falta de regulación e intervención
en el alquiler vacacional es otros de los causantes de este nuevo
feudalismo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";">Despidámonos con un concepto revolucionario y esperanzador sobre
el futuro de las sociedades humanas de la mano de Karl Marx, contenido en su
obra magna <i>El Capital</i>: “Desde el punto de vista de una formación
económica superior de la sociedad, la propiedad privada de los individuos sobre
la tierra parecerá algo tan absurdo como la propiedad privada de una persona
sobre otra. Ni siquiera una sociedad entera, ni una nación, ni todas las
sociedades que coexistan al mismo tiempo, son propietarias de la tierra. Solo
son sus poseedores, sus usufructuarias, y como <i>boni patres familias </i>tienen
que dejársela mejoradas a las generaciones futuras”. Poderosas palabras llenas
de verdad. Hay que tener una visión de la evolución de la humanidad a lo largo
de muchos siglos. Hoy día nos parece absurdo la propiedad privada de una
persona sobre otras, circunstancia que parecía normal en la época esclavista,
pues del mismo modo desde la visión de una formación económica superior la
propiedad privada sobre la tierra debe parecer igualmente absurda. Algunos, tal
vez muchos, nos llamarán utópicos. Sin embargo, quienes nos llaman utópicos,
creen en Dios y en el reino de los cielos, un mundo donde no hay ricos ni
pobres y donde nadie es propietario privado de bien alguno.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego, ¿por qué esas personas que creen en
ese mundo feliz del más allá no pueden concebir un mundo más feliz en el más
acá? Respuesta sencilla: porque en la práctica, aunque se proclamen cristianos
y defensores de la caridad y de la igualdad de todos los seres humanos ante
Dios, son personas éticamente malas, están más cerca de Lucifer que de Dios. Son
detestables impíos. </span><o:p></o:p></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Lucida Sans";"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-89387521257481069932024-02-24T00:40:00.000-08:002024-02-24T02:14:30.883-08:00Ser fiel a sí mismo<p> </p><p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;"><span>E</span><span>l
otro día oí una pequeña comunicación donde el ponente decía: ¿De
qué se arrepienten los hombres cuando llegan a una mayoría de edad?
De no haber dedicado más tiempo a su familia y haber dedicado mucho
tiempo al trabajo? ¿Y las mujeres? De no haber sido fieles a sí
mismas.<span></span></span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span> </span></span>
</span><p></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">Dicen
que las mujeres son las que más piensan sobre lo que piensan los
demás sobre sí mismas. Pero hay hombres que también piensan así.
Llegan hasta temer lo que el otro pueda pensar sobre sí mismos. Pero
eso solo genera debilidad e inseguridad. Tu debilidad y tu
inseguridad no está en ti mismo, sino en la forma en que te
relacionas con los otros. No temas al otro. Deja que el otro actúe
sobre ti. Pero tú debes hacer lo mismo: actuar sobre el otro. No
dejes que el otro anule tus ilusiones. Si el otro no te sigue ni te
alienta, no compartas con él tus esperanzas y deseos. Busca
relaciones donde te afirmes y te impelen a actuar. No dudes tanto. El
error es tan natural como el acierto. Si no cometes errores, no
avanzarás. Quedarás estancado. Así que libérate.</span></span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span>Algunos
creen que la fidelidad se plantea preferentemente en relación con
el otro, pero no es así: la fidelidad debe plantearse
preferentemente en relación con uno mismo. Uno debe ser
preferentemente fiel a sí mismo: a lo que siente, a lo que padece,
a lo que desea y a lo que quiere. En toda relación está el yo y
está el otro. Y la conducta más sana y más rentable es aquella
donde el yo ocupa el setenta por ciento y el otro el treinta por
ciento. Pero hay personas que por haber vivido bajo rígidas
prescripciones morales, el otro y los otros ocupan en su vida el
papel mayoritario y hegemónico. Hasta el punto que cuando creen
hablar en nombre de sí mismas, solo están hablando en nombre del
otro, por medio del otro, con el sentir y el pensar del otro. Así
que libérate. No se trata de si tienes razón o no la tienes, si tu
conducta es la correcta o no lo es, sino sencillamente si eres tú.
Lógicamente tú te haces en relación con los otros, pero debes en
todas las ocasiones fortalecer y desarrollar tu yo. </span></span>
</span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span>Para
desarrollar tu yo de forma óptima, debes ampliar tus relaciones
sociales y ser más sensible a todo lo que te rodea. Deja que cada
color ocupe su lugar. Solo así podrás diferenciarte y fortalecer tu
personalidad. No busques en el otro el reflejo de ti mismo, puesto
que así no sales de tu yo. Busca en el otro lo que hay de distinto a
ti. Así tu mundo exterior se expande y tu yo se desarrolla. No
quieras buscar en una sola relación todo lo que el mundo en su
conjunto puede aportarte. Hay mil caminos y mil estilos. No se trata
de que tu crees algo nuevo. Sigue el consejo de Borges: los
arquetipos principales ya han sido creados. Ser un yo diferenciado no
implica que eres único, sino que eres uno de un grupo diferenciado.
Siempre serás un ser social. Luego todo lo que un tu yo parece
genuino, solo es resultado de tu interacción social, la inmediata y
la mediata. Lógicamente tendrás tu punto espiritual propio, pero
eso no supones que seas un arquetipo nuevo, sino sencillamente un
individuo de un arquetipo creado desde hace tiempo donde tu añades
tu propio matiz y tus propios rasgos. </span></span>
</span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br />
</span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: medium;">Pero
tu yo no solo se hace ni preferentemente se hace en la concordia con
los otros, sino en la lucha con ellos y contra ellos. Luchar no es
matar y anular al otro, sino afirmarse e identificarse frente al
otro. No dejes que las cosas pasen a tu lado y las mires con
desconsuelo, sumérgete en los mundos de los otros, déjate llevar
por su ineluctable fuerza. Porque para ser tú de forma genuina debes
conocer al otro. Pero al otro solo se le conoce bien en la lucha. No
cargues tus ilusiones de metas inalcanzables. No hagas grandes
esfuerzos. Empieza siempre con lo poco y lo cercano. Cultiva la
pequeñas voluntad, la de los pequeños esfuerzos, la de los pequeños
logros. Solo así cambiarás de forma firme y avanzarás imparable.
Se tú con los otros. Y no te olvides: también hay identidad de
grupo. No creas que la identidad es un asunto individual. En el mundo
hay grandes ríos: uno de ellos es el socialismo y otro el marxismo.
Que cada cual elija su río y sus ríos. La identidad en los tiempos
que corren se ha vuelto indispensable para el individuo, pero esto
solo se logra en sociedad, con los otros, en medio de los otros, y en
muchas ocasiones aunando fuerzas con los otros. Cosa distinta es
saber quién son los otros con los que puedas aunar esfuerzos. Pero
muchas veces los encuentra en las personas más insospechadas. Deja
que hasta la más incultas de las personas te den lecciones.
Libérate. Y liberarse hay que hacerlo algunas veces de los otros y
otras veces de sí mismo. No es accidental ni ocasional que el
principal opresor lo encuentres en ti mismo.</span></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-57443754793043330712024-02-17T04:32:00.000-08:002024-02-17T23:24:48.733-08:00Conciencia individual y conciencia social<p> </p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Conciencia es saber. En todos los individuos hay una
parte de su conciencia que es individual y otra parte es social. Hay personas
que se consideran intelectuales o quieren proceder como intelectuales. Esta
condición la tienen en términos figurado o potenciales los profesores, los
políticos, los profesionales, los científicos y los artistas. En esta clase de
personas debemos suponer que su conciencia social ocupa el ochenta por ciento
de su conciencia y su conciencia individual el veinte por ciento. Pero no
siempre ocurre así: en muchos casos se da la situación inversa: la conciencia
individual ocupa el ochenta por ciento y la conciencia social el veinte por
ciento. De manera que cuando examinan los hechos individuales predomina la
conciencia individual, que inevitablemente será siempre una conciencia limitada
y muchas veces mezquina. No son conscientes de que los hechos individuales
también deben ser examinados por la conciencia social. Tampoco son consciente
de que a veces, e incluso muchas veces, por la razón antes esgrimida, hacen el
mal y no el bien. Sus códigos éticos, al estar gobernados por su experiencia
personal, son limitados, encarceladores y represores. No nos encontramos con
personas moralmente libres, esto es, con autonomía individual, sino con
personas moralmente encadenadas. Solo las personas que tienen una desarrollada
conciencia social, en cuya conciencia el deber social tiene un peso
predominante, están dotadas de autonomía moral. Si esa conciencia social apenas
tiene desarrollo y la conciencia individual es la predominante, carecerán de
autonomía individual, estarán bajo el dominio de los intereses y deseos
limitados. Son personas que son incapaces de llevar peso en su conciencia y, en
consecuencia, lo tienen que contar todo, no porque sean sinceros, sino porque
quieren una vida cómoda, carente de sufrimientos y desgarros. Quieren pasar por
la vida sin manchas y sin pecados. Pero el mal, así lo cuenta la historia,
forma parte de todos.<span></span></span></p><a name='more'></a><b><o:p></o:p></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hablemos ahora de la filogénesis de la conciencia.
Escuchemos a Marx en la sección <i>Historia </i>de <i>La Ideología alemana</i>:
“La conciencia es, ante todo, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y
sensible que nos rodea y <b>conciencia de los nexos limitados con otras
personas y cosas</b>, fuera del individuo consciente de sí mismo…”. Mas
adelante Marx dice esto otro: “…la conciencia de la necesidad de entablar
relaciones con los individuos circundantes es el comienzo de la conciencia de
que el ser humano vive, en general, dentro de una sociedad. Este comienzo es
algo tan animal como la propia vida social en esta fase; es, simplemente, una
conciencia gregaria y, en este punto, el ser humano solo se distingue del
carnero por cuanto su conciencia sustituye al instinto o es el suyo un instinto
consciente. Esta conciencia gregaria o tribal se desarrolla y se perfecciona
después, al aumentar la producción, al acrecentarse las necesidades y al
multiplicarse la población, que es el factor sobre el que descansan los dos
anteriores”. Estos hechos que se producen a nivel filogenético, esto es, en la
historia de la conciencia de la especie humana, se produce de manera análoga en
la ontogénesis, esto es, en la historia de la conciencia de los
individuos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al principio cada persona
solo tiene conciencia de su mundo inmediato y de los nexos limitados con un número
limitado de personas. Pero ciertas personas pueden vivir bajo condiciones tan
aisladas, el campo es un medio idóneo, pero lo puede ser también una gran
ciudad, que su conciencia no se desarrolle ni se perfeccione de acuerdo con
estas tres condiciones: el aumento y la variedad de la producción, el
acrecentamiento de las necesidades y la multiplicación de la población. ¿Por
qué puede suceder esto? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Porque la
persona en cuestión lleve una vida aislada y no vive, no experimenta, todos los
cambios que se producen en la sociedad en la que vive. Y esto les pasa a muchos
supuestos intelectuales. El mundo cambia a su alrededor a una velocidad de
vértigo, pero ellos permaneces iguales, atados a su vida aislada donde no se
produce ningún cambio significativo. Se producen alrededor de su vida cambios
arquitectónicos, urbanísticos y socio económicos, pero ellos no son conscientes
de esos cambios; y no son conscientes sencillamente porque no viven esos
cambios. De ahí que en sus conciencias siga predominando el contenido
individual y no un contenido social. Viven en una ciudad cosmopolita y se
comportan como si vivieran en un pueblo que permanece idéntico a sí mismo. De
ahí que en el terreno de su vida personal tengan un comportamiento conservador,
aunque en el terreno de la ideología política se crean unos revolucionarios.
Todas las utopías e ideologías reaccionarias tienen su raíz social en la vida
limitada y aislada, en una vida ajena a las tres condiciones anteriormente
enumeradas por Marx: el aumento de la variedad de la producción, el
acrecentamiento de la diversidad de las necesidades y la multiplicación de la
población. Estos tres factores permanecen ajenos a sus vidas y sus
comportamientos y conciencias permanecen iguales, quedando inevitablemente atados a los
nexos limitados de su vida inmediata.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hablemos del contenido de la conciencia social. Pongamos
algunos ejemplos básicos. Forma parte de la conciencia social la siguiente
serie de hechos: el asesinato de dos guardias civiles en Barbate a manos de
cuatro narcotraficantes, el asesinato por parte de un niño de quince años de su
madre adoptiva, el genocidio de Israel en Gaza, la posibilidad de que Rusia
fabrique armamento nuclear operativo en la zona de los satélites de
comunicación, e incluso lo que dijo el infame Figo a un colaborador crítico de <i>Marca</i>:
“Lo que más te jode de Nadal es que sea libre, rico,…y no necesite de la
paguita para vivir”. Algunos intelectuales pueden que estén al corriente de
estos hechos, pero no les laten en su interior, no les agita, no los determinan
a luchar en el terreno de las ideas. Todos esos contenidos de la conciencia
social les resbala. No echa raíces en sus mentes. No les inquieta, no les
preocupa, no les duele. Se vuelven cómodos, superficiales y banales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Escuchemos por segunda vez a Marx en su obra <i>La
dialéctica y la filosofía hegeliana</i>: “El ser humano, como ser sensible
objetivo, es, por tanto, un ser paciente y, por ser sus padecimientos seres
sensibles, un ser apasionado. La pasión es la fuerza esencial del ser humano
que tiende enérgicamente hacia su objeto”. En el tema que nos afecta, los
intelectuales, donde la conciencia individual es la predominante, no captan el
contenido de la conciencia universal como seres sensibles. De ahí que no
padezcan los males del mundo y, en consecuencia, no sean seres apasionados. Y
si por pasión entendemos, siguiendo a Marx, la fuerza esencial del ser humano
que tiende enérgicamente hacia su objeto, en esos intelectuales el objeto o las
situaciones objetivas no existen o existen solo como sombras. Y esa tendencia
del ser humano hacia el objeto o situación objetiva debemos entenderla en dos
sentidos: como posesión y disfrute y como transformación y progreso. Esto es lo
que observo en los intelectuales donde predomina la conciencia individual sobre
la conciencia social: un escaso o nulo espíritu revolucionario. Y revolucionar
no significa agredir o matar sino transformar. Y solo el que lucha por
transformar el mundo, aunque solo sea en el plano de la conciencia y de la
ideología, se transforma a sí mismo. Pero al no hacerlo, permanece en quietud y
se comporta de forma ignominiosamente conservadora. Escuchemos por tercera vez
a Marx en la obra referida anteriormente: “El comportamiento real, activo, del
hombre ante sí <b>como ser genérico</b> o la manifestación de sí mismo como un
ser genérico real, es decir, como ser humano, solo es posible por el hecho de
que crea y exterioriza realmente todas sus fuerzas genéricas -lo que, a su vez,
solo es posible mediante la actuación conjunta de los seres humanos, solamente
como resultado de la historia-…”. Y sin conciencia social desarrollada es
imposible la actuación conjunta y la conciencia de la actuación conjunta.
Dichos intelectuales vivirán en la historia actual con todos sus vertiginosos
cambios, pero dicha historia no estará en ellos, no formará parte de su ser
social y, por consiguiente, tampoco de su conciencia. Su conciencia individual
los mantendrá atrapados.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-90695048947386958052024-02-09T00:54:00.000-08:002024-02-09T00:54:50.565-08:00Ejercicio de literatura<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El otro día un amigo, que
se dedica a la literatura, me habló de que había asistido a un taller de
literatura. Me dijo que la persona que dictaba el taller hablaba de dos tipos
de escritores: el escritor planificador y el escritor brújula. Me quedé
desconcertado. Es una exagerada simplificación. Pensé que eran, en primer
lugar, conceptos inadecuados, y, en segundo lugar, conceptos insuficientes para
explicar cómo Cervantes o Goethe hicieron sus obras. Me habló de algunos ejercicios
más que me parecieron superficiales y propios de una vida cómoda y
despreocupada. A él le había gustado. Pero le había gustado porque él es una
persona no radical. No es un agitador. No es un hombre de conciencia. Se limita
a su complacencia. Está en el mundo, pero hay muchas partes del mundo que no
tocan su alma. Por alma entiendo el conjunto de los sentidos y de la razón.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Le hablé de que había visto
un programa sobre inmigración en la televisión. Me había sorprendido una
imagen. En un puerto de Mauritania se veían miles de embarcaciones para la
pesca. Parecía un enjambre. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Había un
enorme amontonamiento irregular. Informaron que los inmigrantes se colaban en
cantidades pequeñas en las embarcaciones de pesca y en alta mar saltaban al
cayuco que los llevaría hacia las Islas Canarias: Europa en África. Era la
manera de burlar los controles policiales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pensé en una familia del
Senegal de cinco miembros: el padre, la madre, dos hijas y un hijo. Pensé en el
hijo, con dieciocho años, quien les había comunicado a sus padres que quería
irse a Europa, que en Senegal no había trabajo y estaba condenado a la miseria.
Pensé en los ruegos de su madre: no te vayas hijo mío, sabes que muchos se
quedan por el camino; y si tú te ahogaras en el maldito Atlántico… Rompía en
sollozos. Pero su hijo no declinaba y le contestaba con absoluta determinación:
prefiero morir intentándolo que quedarme aquí y tener una vida sin futuro. Y su
madre le rogaba: no digas eso, hijo mío. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Indagué después sobre la
distancia entre Senegal y el puerto de Mauritania: más de setecientos
kilómetros. Y en la distancia entre Mauritania y las Islas Canarias: más de mil
kilómetros. Es una odisea salpicada de tragedias. Pensé también en los
esfuerzos y sacrificios de sus padres para reunir el dinero para financiar el
viaje de su hijo: entre dos mil y tres mil euros. Me sentí desgarrado. Pensé en
la despedida. Imaginé a su madre llorando y rogándole: no te olvides de
llamarme nada más llegar a Canarias. Y pensé después en la espera de sus padres
y hermanos. Mirando el móvil al cabo de los días. Esperando el desenlace…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Creo que un buen
ejercicio literario sería solamente proponer a los asistentes al seminario que
narraran la despedida, o la espera, o el desenlace. Para hacer ese ejercicio
tendrían que recabar algunas informaciones y ver imágenes, muchas imágenes. Sin
la sensibilidad adecuada, el pensamiento literario no acudirá presto ni
dispuesto. Menos formalismo y más contenido. Menos ejercicios de habilidades y
más empaparse de realidades. El escritor, como cualquier intelectual, debe ser
una persona comprometida con su tiempo. Menos mirarse a sí mismo y a la limitada
vida personal en la que vivimos todos, y más mirar al mundo exterior y dejarse
influir y determinar por todo lo que pasa en él. Solo así la universalidad nos alcanzará
con todo su poder transformador. <o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-34238547049930194992024-02-02T00:54:00.000-08:002024-02-02T01:43:26.726-08:00Italo Calvino sobre Plinio<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">En su obra <i>¿Por qué
leer los clásicos?</i>, Italo Calvino dice sobre Plinio lo siguiente: “Expone
con nítida evidencia el razonamiento más complejo extrayendo de él un
sentimiento de armonía y de belleza”. Todos quisiéramos ser así: dominar los
razonamientos complejos no simplificándolos, esto es, empobreciéndolos, sino
porque nuestra visión de los hechos es muy nítida y clara; pero exponiendo las
ideas con un sentimiento dominado por la armonía y la belleza.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Este objetivo, o la
tendencia a este objetivo, se logra no por voluntad y disciplina, tampoco solo
adquiriendo libros y encerrándose entre cuatro paredes, sino cambiando nuestro
ser social, nuestra forma de estar en el mundo, nuestra integración en un mundo
que no cesa de cambiar y modificarse. También deben dominar en nosotros las
acciones sobre los pensamientos. No podemos demorar los objetivos y pensar las
cosas más de lo que es pertinente y necesario. No podemos aceptar que nuestro
mundo inmediato, que queremos cambiar, que consideramos necesario que cambie,
siga igual. Y volver una y otra vez al inicio y desistir por falta de voluntad
y garra. No debemos dejar que nuestro sentimiento, la atadura de nuestro
corazón al otro, domine nuestra conciencia. No debemos demorar una y otra vez
la persecución de nuestros objetivos. Debemos ser más prácticos. La luz solo se
aviene a nosotros, el camino hacia la evidencia, si la acción domina sobre el
pensamiento, si nuestra sensibilidad la educamos de tal modo que todas las
fuerzas del mundo nos alcanzan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Debemos ser cosmopolitas.
Vivimos en un mundo global. No podemos vivir lo normal como si fuera
extraordinario. No podemos estar al lado del otro y dejarlo como es en sí
mismo. Siempre hay que luchar para cambiar al otro, aunque podamos
equivocarnos. Solo si cambiamos al otro, nos cambiamos a nosotros mismos. No
dediques tanto tiempo a los libros. No te escapes del mundo a través de ellos.
Tus propósitos carecen de realidad o tienen muy poca realidad. Te mueves muy
lento, Por eso siempre estás en ti mismo. Te cuesta horrores estar fuera de ti
mismo. El mundo no te lleva en sus múltiples direcciones y no te dejas llevar
por sus poderosas fuerzas y tendencias. Y eso se debe a que la naturaleza de
tus relaciones te encierra y te aísla. El otro quiere vivir una vida encerrada
y aislada. Es el camino que él ha elegido. Pero ¿qué te impide abrirte al mundo
y vivir bajo la vorágine de sus tendencias y fuerzas? Solo tú mismo, tus sentimientos
que te atan a ese mundo que reduce tus vivencias a la mínima expresión; de
manera que cuando de vez en cuando sales de ese mundo, parece que estás descubriendo
América -esto es una metáfora-, y apenas roza tu vida el camino de la
normalidad. No hay nada de extraordinario en tu vida porque tu vida está
desconectada de lo extraordinario que hay en el mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Y sigue algunos principios,
como el que nos aconseja Italo Calvino: hay que leer a los clásicos, esto es,
releerlos. Pero tú una y otra vez te alimentas de textos que no son clásicos. Y
lo que construyes sobre ellos inevitablemente tendrá claros déficits de
calidad. Cuando leemos a los clásicos, por ejemplo, a Marx o Hegel, durante ese
tiempo estaremos a un gran nivel teórico, estaremos recorriendo la realidad en
toda su complejidad por el camino del rigor, la profundidad y la riqueza de contenidos.
De manera que cuando nos pongamos a pensar por nosotros mismos, algo del
pensamiento de los clásicos estará en nosotros. Ese es el camino. No titubees
tanto. En tu conciencia no predominan los objetivos externos y, por consiguiente, el disfrute de los objetivos externos, no predomina en ti la sensibilidad práctico revolucionaria, sino hablar, hablar y hablar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-16974126171239206922024-01-20T00:33:00.000-08:002024-01-20T00:33:30.667-08:00Las ilusiones<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Las ilusiones es una
componente fundamental en la vida de las personas y decisiva en los niños y
niñas. Sin ilusiones no se puede vivir. Cuanto peor te va la vida, más
ilusiones tienes. Las ilusiones pueden tener el mismo efecto analgésico que la
religión. Tranquiliza y da sosiego a la
vida espiritual. Hay distintas clases de ilusiones.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hay un dicho que reza así:
de ilusiones también se vive. Y es cierto. Esta clase de ilusiones son del
género siguiente: soñar que te ganas la lotería y te vuelves millonario.
Cambiaría tu vida material y la de tus familiares, amigos y conocidos. También
son de ese género ilusionarse con que una persona cambie en una dirección que
jamás lo hará. Esta clase de ilusiones, que no es malo tenerlas, no debe
representar más del veinte por ciento de la actividad consciente. Si esta clase
de ilusiones domina y hegemoniza la vida de la persona, entonces nos encontraremos
con personas que construyen castillos en el aíre y que les cuesta muchísimo vivir
en el sentido de la realidad. Cuando esta clase de ilusiones hegemoniza la vida
consciente del individuo, entonces dicho individuo terminará frustrado y, por
consiguiente, negado. Y a quienes les rodea les procurará infelicidad. Todo en su
medida justa es beneficioso, más allá de esa medida se vuelve nocivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Después están las
ilusiones sociales. Tengo la ilusión de que la guerra en Gaza acabe y se
reconozca al Estado palestino, que la guerra en Ucrania termine de una vez para
siempre, que la economía africana prospere y los inmigrantes cesen de llegar a
las costas europeas para que no se jueguen la vida. Tengo la ilusión de que el
hambre disminuya y no haya niño que muera por dicha causa. Este tipo de
ilusiones son buenas. Le proporciona a la conciencia del ser humano una
dimensión más social y provoca una disminución del egoísmo individual. El
altruismo cobra una importancia más colectiva en la vida de los seres humanos. Nos
volvemos más activistas, con más necesidad de que el mundo cambie, y seremos
personas más universales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por último, están las ilusiones
que nos formamos antes de acometer ciertas acciones. Tenemos, por ejemplo,
pensado emprender un viaje a una ciudad lejana. Vemos por internet la ciudad que
vamos a visitar, sus edificios históricos, sus calles comerciales más
importantes, sus monumentos y sus museos. Planificamos el viaje y lo
compartimos con las personas con las que vamos a viajar. Estas ilusiones, como
se van a realizar, son imprescindibles en nuestra vida consciente porque nos
motivarán y disfrutaremos más de nuestra aventura. Y cuando regresamos del viaje,
cuando se lo contamos a nuestros allegados y les enseñemos las fotos de la
ciudad que visitamos, también nos cargamos de ilusiones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así que las ilusiones en
la vida consciente del ser humano son decisivas para una vida equilibrada y
armoniosa. A las que no tienen posibilidad de realización o su realización depende
del azar, no debemos dejarlas que hegemonicen nuestra vida consciente. A las
que nos acompañan y nos alientan para luchar por un mundo más justo y feliz
para todos, siempre hay que dejarles un gran hueco en nuestras consciencias. Y las
ilusiones que tendrán realización son imprescindibles cultivarlas para disfrutar
de forma más plena de la vida y ser más felices.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-18258767250160793132024-01-19T01:56:00.000-08:002024-01-19T01:56:53.908-08:00La elección de las palabras: discapacitado, disminuido y subnormal<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Soy muy insistente y no
dejo que las cosas queden ahí como estaban hace días. A las ideas les doy
siempre nuevos desarrollos y argumento en distintas direcciones. Hay personas
que me dicen que no están de acuerdo con mis posiciones y concepciones. Pero
eso no basta, hay que argumentar. Y en todo argumento debe haber algunas
pruebas. No debe decirse: yo no opino igual que tú. ¿Por qué? Porque es una
opinión y no un concepto o argumento.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Según parece, a los
discapacitados o las personas con capacidades especiales se les llamaba subnormal
en los años sesenta, a partir de finales de los años setenta se les llamaba
disminuidos, y en la actualidad, mediante un cambio legislativo se les llama
personas con discapacidad. También se les llama personas con capacidades
especiales. Es evidente que expresiones como “subnormal” y “disminuido” son
ofensivas e hirientes. Recientemente una diputada de Sumar llamó subnormal a
Feijó. Pidió disculpas. El mundo cambia y todos debemos estar en sintonía con
los tiempos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una personalidad de
renombre afirmó que ese término, el de discapacitado, terminará también por
cambiarse. Prestó atención al cambio solo bajo el punto de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vista de la forma y no del contenido. No
observó la evolución y, por tanto, no presentó los hechos bajo el punto de
vista de la necesidad de la liberación, de la dignidad y del progreso a las que
tienen derecho las personas con discapacidad. Otros presentan ese cambio de
nominación como una simple operación nominativa; y hablan de que no debemos
quedarnos solo en las palabras sino pasar a los hechos. Es evidente que
nuestras ciudades y el mercado de trabajo deben cambiar para que las personas
con discapacidad tengan autonomía e independencia, pero no debe pensarse que
los cambios de los nombres es un puro acto nominativo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Todas las palabras
están<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>relacionadas, por una parte, con
las percepciones y las representaciones, pero también están vinculadas con los
conceptos. Luego con las nuevas nominaciones cambiaran nuestras percepciones,
representaciones y conceptos sobre los discapacitados. Es cierto que hay
personas, con escasa sensibilidad social y afectados por la superficialidad,
que se toman las cosas como si solo se tratara de un asunto nominativo y que
todo permanecerá igual. Pero lo cierto es que, si esas personas tuvieran más
sensibilidad y conciencia sociales, si tuvieran una visión progresista del
mundo, cambiarían sus percepciones, representaciones y conceptos sobre esa
parte de los seres humanos que ahora reconocemos como discapacitados o personas
con capacidades especiales. Las nuevas nominaciones es una oportunidad para
cambiar nuestra concepción del mundo y, por consiguiente, nuestra forma de
estar en el mundo. Y que no me venga después un escritor a decirme que su
personaje prefiere emplear la palabra “disminuido” que la palabra “persona con
discapacidad”. En el mundo se elige y se toma posición; y si el escritor tiene
preferencia por un personaje reaccionario y desactualizado, problema suyo.
Insisto: el personaje carece de vida propia. Así que todo lo que diga el
personaje es de total responsabilidad del escritor. Al escritor no le asiste un
derecho especial diferente a la diputada de Sumar que tuvo que pedir disculpas
por emplear una expresión hiriente y reaccionaria como lo es la de subnormal. Yo
he usado, y sigo usando muy a menudo, la palabra “subnormal”. Suelo emplearla
en un sentido jocoso. Pero así y todo, la quitaré de formal radical de mi
lenguaje. Hay que estar con los tiempos que corren y en el sentido del progreso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-51789831983115713282024-01-18T00:05:00.000-08:002024-01-18T00:07:06.007-08:00La percepción inteligente: concepto y esencia<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Al intelectual suele
examinársele por su cabeza, como si los secretos de sus rendimientos y
habilidades discursivas radicaran en esa parte de su cuerpo. Pero eso es un
error. El intelectual inteligente es producto de muchas cosas, de su ser
social, de su sentido práctico, de sus intereses, de su visión amplia o
reducida del mundo, del grado de actualización de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su conocimiento, de sus emociones, de su vitalidad,
de su filosofía de vida, de su sensibilidad y entendimiento, de su propensión a
cambiar o permanecer estancado, de la época histórica que le ha tocado vivir,
de su modernismo, de su grado de integración en la vida inmediata, de las
esferas de vida, prácticas y científicas, en las que está inmerso, de su vida
de masas, y de muchas cosas más. Todo no está en la cabeza.<span></span></span></p><a name='more'></a> <b><o:p></o:p></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los libros son
importantes, pero especialmente los clásicos. Pero para tener un conocimiento
conceptual integral, es necesario conocer obras de pensadores clásicos de distintas
esferas de saber. Actualmente estoy leyendo, estudiando, una de las grandes
joyas de la literatura china: <i>Viaje al Oeste</i>. Obras de esta calidad me
atrapan, me dominan, me invaden. Anteriormente había leído, empecé a hacerlo
por segunda vez, <i>La elegancia de las moléculas</i> de Jean-Pierre Sauvage,
Premio Nobel de Química 2016. También fue un libro que me encantó. De fácil
lectura, muy interesante, y te pone al día. Permanecer joven en términos
espirituales significa vivir la época en la que en la actualidad vives y no
basar tu espiritualidad en épocas remotas y en la nostalgia, por muy
significativas que hayan sido en tu vida personal. He hablado de literatura y
de química, pero hay que leer, estudiar, el mayor número de obras clásicas del
mayor número de esferas del saber. Anteriormente me estuve actualizando en el
ámbito de la física cuántica, aunque no doy con un libro con la profundidad
conceptual que busco. También son importantes los libros sobre historia,
política e ideología. En materia de historia antigua me encantan los libros de
Dionisio de Halicarnaso, como me emocionan los textos de Vladimir Ilích
Ulianov. De todos aprendo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los grandes libros
clásicos, incluidos los de literatura, nos proporcionan el conocimiento de las
esencias, aunque en los libros no todos los aspectos que los constituyen son
esencias, también se describen situaciones objetivas, de las cuales solo
podemos tener una intelección adecuada si ponemos en marcha las percepciones y
las representaciones. Las esencias representan lo que hay de perenne y eterno
en las cosas y en la vida. De ahí su importancia. Generan estabilidad mental.
Ahora bien, hay que tener en cuenta, siguiendo a Hegel, que las apariencias son
la manifestación de las esencias o las esencias en otra determinación. Esto
supone que el buen intelectual debe ser también una persona con un desarrollado
sentido práctico y muy perceptivo. La apariencia se puede entender como el
momento llamado a desaparecer en el desarrollo del conocimiento hacia la
esencia, pero como advertimos antes también es la manifestación de la esencia.
Luego el buen intelectual debe saber captar la esencia en la apariencia. Cuando
hablamos de la percepción inteligente, hablamos justamente de aquella
percepción que aprehende la esencia en la apariencia. De ese modo se destaca la
unidad entre apariencia y esencia, evitando el modo metafísico de concebir el
mundo, que pone la apariencia en un lado y la esencia a kilómetros de
distancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hablemos ahora de la
persona perceptiva y del planificador. El planificador es la persona que antes
de realizar las tareas tiene en cuenta todos los detalles y secuencia las fases
temporales que lo llevan desde el principio al fin de la actividad. Mientras
que el perceptivo es la persona que en la práctica percibe los cambios que se
producen en la realidad y que continuamente tiende a cambiar su concepción del
mundo. Así que, si una persona es muy planificadora y poco perceptiva, en la
práctica no será un buen planificador, puesto que no estará teniendo en cuenta
los cambios que se producen en la realidad y, en consecuencia, en su
planificación no están contenidas los aspectos y detalles nuevos. Y, al
contrario, si una persona es muy perceptiva pero poco planificadora, se le
escaparán muchos detalles de la realidad y no sabrá secuenciar adecuadamente
las distintas fases que lo llevan desde el principio al fin de su actividad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-39654999801092851372024-01-07T10:05:00.000-08:002024-01-07T13:00:42.387-08:00Modelo y personaje<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">En literatura, también en
el cine, suele hablarse de que ciertas obras literarias y cinematográficas son
realistas. Aquí nos tropezamos con ciertos problemas filosóficos vinculados con
el hecho de saber qué significa que determinado producto artístico es realista.
En principio podríamos afirmar que es aquel donde el modelo y el personaje son
iguales. Pero en tal caso, si habláramos del cine, tendríamos un documental y
no una obra cinematográfica. Si el personaje habla como el modelo y hace lo
mismo que el modelo, entonces nos sobra el personaje. Y si fuera una pintura,
nos bastaría con una fotografía. De manera que, por principio, si hablamos de
arte, el personaje debe ser distinto del modelo. Por lo tanto, las obras de
arte deben no ser realistas. Aunque, como en todo, hay matices y grados. De
manera que por vía comparativa podemos afirmar que determinado producto
artístico es más realista que otro o que determinado producto artístico es más
idealista. Evito usar la expresión “verosímil” por equívoca y por estar
excesivamente manoseada. Si examináramos las obras de Botticelli, por ejemplo,
el nacimiento de Venus, afirmaríamos que esos cuerpos que vemos pintados no son
verosímiles. Pero la pregunta sería: qué sentido estético tiene esa afirmación.
Puedo contestar con rotundidad que ninguna. Después indagaré más detenidamente
sobre este problema.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Preguntémonos entonces:
¿Qué es la realidad? Algunos filósofos lo plantean como problema y transforman
la realidad en un enigma y en ocasiones en algo inexpugnable. Otros caen en el
escepticismo y se pierden en el mar de las dudas. Yo no procederé así: en
primer lugar, porque soy práctico o tengo un desarrollado sentido práctico, y,
en segundo lugar, porque soy hegeliano. Hegel afirmó que la realidad se
componía de apariencia y esencia. La apariencia de las cosas nos la
proporcionan las percepciones y las representaciones, mientras que las esencias
son facilitadas por los conceptos. Pero hay dialéctica entre apariencia y
esencia: la apariencia es la manifestación de la esencia o es la esencia en
otra determinación. De este modo apariencia y esencia se presentan
interrelacionadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Muchos escritores,
también cineastas, están excesivamente apegados a la apariencia con el fin de
ser muy realistas. Pero en ciertos sentidos la esencia es más decisiva y
revolucionaria que la apariencia, nos lleva más lejos, y provoca cambios en la
vida de los seres humanos más revolucionarios. Y los escritores y cineastas
pueden prestarle más atención a las esencias, como han hecho los clásicos de
todos los tiempos, y producir obras de arte que captan la realidad de manera
más veraz. Escuchemos al genial Ilích Ulianov en sus cuadernos filosóficos: “En
esencia, Hegel tiene toda la razón frente a Kant. El pensamiento que avanza de
lo concreto a lo abstracto no se aleja de la verdad, sino que se acerca a ella.
(Acercarse más a la verdad -esto lo afirmo yo- nos proporciona una visión del
mundo más realista que aquella que solo se apoya en el conocimiento de lo
concreto, esto es, en el conocimiento de las apariencias y de lo que más salta
a la vista). La abstracción de la materia, de una ley de la naturaleza, la
abstracción del valor, etc.; en una palabra, todas las abstracciones
científicas, reflejan la naturaleza de forma más profunda, veraz y completa”.
Así que, si un escritor quiere ser más realista, esto es, si quiere reflejar el
mundo de forma más profunda, veraz y completa, entonces debe adquirir conocimientos
de las abstracciones más importantes de las ciencias y que tanto han hecho por
la evolución humana. Así que insisto en lo mismo, si un escritor sigue
empecinado en que su personaje emplee la palabra “bollera” para referirse a una
mujer homosexual, le digo lo que afirma Ilích Ulianov: abandona la apariencia e
indaga en la esencia, elabora un personaje más profundo, más veraz y más
completo, te acercarás así más a la verdad del mundo de los seres humanos. Serás
más revolucionario. Harás que el mundo avance con fuerza y decisión, no te
quedarás rezagado, no te desactualizarás, no dominará en ti, en tu conciencia y
tu lenguaje, lo antiguo sobre lo moderno. Y si me insiste en que es así como
era tu modelo, te pido, te ruego, que cambies de modelo, que elijas un modelo
más ejemplar. O que sencillamente cuando elabores el personaje le restes al
modelo todo lo que suena antiguo y reaccionario. Elabora un personaje de
derecha, aunque sea machista, pero que sea culto e interesante. Esta es una
lección que también puede extraerse de los grandes artistas del Renacimiento y
del Barroco.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Sigamos. Supongamos que
un escritor entrevista a una persona, el modelo, del cual quiere contar su
historia. También entrevista a sus familiares y amigos e incluso ojea
periódicos de la época donde transcurre la historia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La primera cuestión a plantearse es si el
modelo es una persona interesante, si tiene fondo, si sabe contar lo que le
sucedió, si tiene cultura en sentido amplio, si es inteligente, si es malo o
bueno, si es agradable o ingrato, y así un largo etcétera. De manera que la
primera responsabilidad del escritor es qué modelo elige. Si elige un personaje
vanguardista y admirable, aunque haya cometido un homicidio, o elige a un
personaje atrasado, no moderno, con falta de actualización y carente de
profundidad. Un modelo puede ser ideológicamente reaccionario, pero puedo tener
mucho contenido y ser profundo. Como el personaje literario se hace a partir
del modelo, es responsabilidad absoluta del escritor el tipo de personaje que crea.
Es un error pensar que el personaje tiene vida propia: en primer lugar, porque
se parte de un modelo libremente seleccionado por el escritor, y, en segundo
lugar, porque es el escritor quien decide el tipo o arquetipo de personaje que
quiere crear.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuando el escritor,
tratando de convencernos de que es el personaje quien marca la pauta, que ha
intentado elaborarlo lo más parecido al modelo, podemos plantearle varias
objeciones. En primer lugar, el escritor habrá hecho algún pequeño trabajo de
historiografía, y, en segundo lugar, habrá interpretado en términos
psicológicos y socioeconómicos la vida del modelo. Como el escritor no es
historiador, como tampoco es un sociólogo ni un psicólogo, podemos afirmar que
no nos proporciona una representación científica del modelo. Su visión o
interpretación del modelo estará mediada por sus formas de percibir,
representar y concebir el mundo. Estará mediado por su ideología. Luego, el
personaje que crea a partir del modelo es totalmente obra suya, es una criatura
suya; y, por supuesto, saldrá a relucir su mentalidad y su filosofía, la del
escritor. Así que dejémonos de idealismo y no afirmemos que el personaje tiene
vida propia y decide por sí mismo. Todo es obra del escritor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuando el escritor afirma
que es la propia historia y el personaje quienes le marcan la pauta y el
recorrido, es sencillamente una manera de interpretar su trabajo literario de
manera falsa. La pauta y el recorrido que sigue el escritor lo hace siguiendo
sus propias intuiciones, sensaciones, representaciones e ideas. Es del todo
falso que el personaje tenga vida propia. Cosa distinta es que el escritor no
puede escribir estableciendo situaciones que carecen de sentido o irracionales.
Lo único que podemos afirmar es que el escritor, como cualquier persona, actúa
y piensa en el marco de las relaciones de sentido, y que sabe interpretarlas de
acuerdo con su experiencia de vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Además de la apariencia y
de la esencia, forma parte de la realidad la expresión. Dicho de otra forma: el
personaje hay que interpretarlo. Recuerdo una entrevista que le hicieron a
López Vázquez en televisión. El actor español afirmó que, si a él le proponían
hacer de sacerdote, se leía el guion y hacía de sacerdote. Por el contrario,
recuerdo una entrevista a un actor estadounidense situado ante la misma
tesitura de interpretación, dicho actor afirmó que durante seis meses o un año
estuvo conviviendo con un sacerdote para conocer de primera mano dicha
experiencia. Es obvio que el actor estadounidense, comparado con el actor
español, interpretará el papel de sacerdote de manera más profunda, más
realista, que el actor español. Y lo mismo ocurre con el escritor. Si su
personaje es un sacerdote, dependerá del conocimiento que tenga el escritor
sobre los sacerdotes, lo lejos o cerca que está de su experiencia de vida, lo
rico o pobre que sea su conocimiento sobre la vida eclesiástica, para que su
personaje sea escrito de manera más profunda o superficial. De manera que
vuelvo a probar por enésima vez que cómo sea el personaje, en su interior y en
su exterioridad y expresión, depende del escritor. Dicho de otro modo: el
personaje no entra en la historia que cuenta el escritor por ninguna ventana de
su subconsciente, ni tampoco como si fuera un invitado con vida propia, sino que
es obra por entero del escritor. Cómo siente, cómo actúa y cómo habla es de
entera responsabilidad del escritor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Volvamos a la
contradicción entre realismo e idealismo. Pensemos de nuevo en Botticelli, en
concreto es sus obras <i>El Nacimiento de Venus </i>y <i>La Primavera, </i>como
ejemplo de idealismo. Pensemos ahora en Caravaggio como ejemplo de realismo. No
podríamos afirmar que bajo el punto de vista estético y expresivo las obras de
Caravaggio son mejores que las de Botticelli. Aunque las figuras de Botticelli
son figuras humanas idealizadas, más planas que volumétricas, no obstante, bajo
el punto de vista de que, por una parte, expresan serenidad y ligereza, y, por
otra parte, expresan uno de los cúlmenes de la belleza pictórica, nos
encontramos ante dos obras pictóricas que bajo el punto de vista de la historia
del arte son imprescindibles, únicas y maravillosas. Construir personajes
idealizados, ya sea en el ámbito de la pintura y de la escultura como en el
ámbito de la literatura, no supone que sea menos profundo y beneficioso para
el espíritu que construir personajes muy realistas. Todo depende del arte del
creador. Si el creador es una persona superficial, con pocos conocimientos en
psicología y en el dominio de la lengua, por muy realistas que sean los
personajes que crea, no por ello capta la esencia del mundo de los seres
humanos mejor que un creador que siendo muy profundo crea personajes
idealizados. En el terreno de la filosofía ya lo decía Marx en su crítica a
Feuerbach: Los idealistas conocen mucho mejor el lado subjetivo que los
materialistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Y otra cosa más: toda
experimentación científica se basa en idealizar las condiciones donde se
realiza el experimento; y todo concepto también supone la idealización de la
realidad. Luego idealizar, que no es equivalente a ser idealista, es una
condición básica y necesaria en toda creación, ya sea arte o ciencia. Traigo a
colación otra cita de Lenin contenida en sus <i>Cuadernos Filosóficos</i>:
“También aquí Hegel tiene razón en esencia; el valor es una categoría que
prescinde del material de lo sensible, pero es más verdadera que la ley de la
oferta y de la demanda (esto es, el mercado, con todo su bullicio, variedad y
riqueza sensible)”. (Lo escrito entre paréntesis es de mi autoría). Y la
búsqueda de las condiciones ideales no solo es necesario en la ciencia, sino
también en el arte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Podría seguir, pero ya
con lo dicho creo que basta para agitar a las mentes inquietas y vivaces.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-79979690647353413752024-01-01T00:57:00.000-08:002024-01-01T00:57:06.176-08:00Existencia y ser <p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">David Galán, el 30 de
diciembre de 2023, publicó en su blog un artículo titulado <i>Sobre la libertad
de expresión en el arte (1)</i>, donde respondía de manera crítica a mi trabajo
<i>Escritor, narrador y ficción</i>. En dicho trabajo formuló la siguiente
idea: “Pienso que el escritor y sus personajes tienen existencia. Tal vez me
equivoque, pero yo entiendo que el primero en el mundo material y el segundo en
el mundo ideal. Existe Cervantes y existe Don Quijote. Don Quijote es un
producto literario de Cervantes. Cervantes existe en el plano material y Don Quijote,
en el ideal. Cómo cobre existencia este último no me cabe saberlo, pero
entiendo que existe idealmente en la conciencia de millones de personas. Basta
que le pregunte a alguien desconocido si conoce de su existencia y creo que me
responderá afirmativamente. El hecho que la existencia del personaje dependa de
un sujeto que se lo represente no creo que nos lleve a considerar que no pueda
tener existencia. Quiero decir, no creo que sea condición de inexistencia el
hecho de que la existencia se de por medio de otro”<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Yo puedo afirmar que
Cervantes existe y que Don Quijote existe, pero la pregunta sería si ahí, en
esa afirmación, hay rigor y certeza filosóficas. Y la respuesta es que no. El
contenido del concepto de existencia aplicado a Cervantes nada tiene que ver
con el contenido del concepto de existencia aplicado a Don Quijote. Y si los contenidos
conceptuales no son los mismos, entonces no es el mismo concepto. El caso es
que se está aplicando el concepto de existencia a Don Quijote de manera
equívoca. Y hacer un llamamiento a cualquier persona no especialista para que
responde a una pregunta donde hay un concepto con tanta complejidad como el de
existencia, no puede ser tomado como una prueba de saber con autoridad. Todo el
mundo puede decir lo que quiera, pero es más una opinión que un pensamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pongo el ejemplo de
siempre. Pongo una manzana delante de un espejo. Se ha duplicado el mundo: en
vez de una manzana, tengo dos, una fuera del espejo y otra en el espejo. ¿En
qué se diferencia y qué se parecen la manzana que está en el espejo y la manzana
que está fuera del espejo? La manzana que está fuera del espejo la puedo tocar,
oler, cortar y comer. Nada de eso puedo hacer con la manzana que está en el
espejo. La manzana del espejo no participa de las relaciones causales que se da
en la existencia: no puedo cortarla ni comérmela. Le hacemos ahora una
fotografía a la manzana y sobre una mesa ponemos la manzana y al lado la fotografía
de la manzana, y dejamos pasar seis meses. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al cabo de los seis meses la manzana estará
más seca, arrugada e incluso podrida, mientras que la manzana en tanto
fotografía seguirá igual que el primer día. Luego la fotografía de la manzana
es ajena a la temporalidad y, por consiguiente, carece de existencia. Pero hay
más, mientras que la manzana que está fuera del espejo es tridimensional, la
manzana del espejo es bidimensional. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La manzana del espejo participa
del ser, es una manzana, pero carece de existencia. Su existencia se ha reducido
solo a color y a superficie. La existencia supone múltiples modos del ser, que
son las condiciones que concurren en la manzana que está fuera del espejo,
mientras que todas esas condiciones en el caso de la manzana del espejo han
quedado reducidas a una sola: el color. Luego la manzana del espejo no existe. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Lo mismo ocurre con Don
Quijote. Solo existe como lenguaje. Nadie puede hablar con Don Quijote, nadie
puede realizar acciones prácticas sobre él, no ha sufrido el paso del tiempo. Y
tampoco Don Quijote puede actuar sobre nosotros. Luego Don Quijote no existe.
Participa del ser, pero no de la existencia. En Filosofía, más que en las
Matemáticas, el rigor y la precisión son decisivos. Y los escritores, que no
son filósofos, pueden permitirse ciertas licencias, como afirmar que Don
Quijote también existe, aunque solo sea en la conciencia. Pero lo que existe en
la conciencia no tiene el predicado de la existencia, aunque el escritor tenga
la licencia de afirmar lo contrario. Uno puede tener en la conciencia un millón
de euros, pero con ese millón de euros que tiene en la conciencia no puede
comprar absolutamente nada. Ser y existir no son los mismo. Husserl solía
presentar esta diferencia diciendo: Don Quijote, como la manzana que está en el
espejo, es inmanente en el sentido de darse la cosa misma, no en el sentido de
ingrediente real. Dicho de otro modo: si le hacemos una cirugía cerebral a la
persona que afirma que tiene un millón de euros en su cabeza, no tendremos
manera de encontrar semejante suma de dinero. Luego lo que existe en la conciencia
y solo en la conciencia no existe.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-50149876201782708582023-12-26T01:21:00.000-08:002023-12-26T01:21:33.717-08:00Escritor, narrador y ficción<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ayer tuve una discusión acalorada
con un amigo que se dedica a la literatura. La base de la discusión estribó en
que yo le manifesté que me parecía ideológicamente incorrecto que empleara la
palabra “bollera”. Él insistía en su libertad y derecho en emplear esa palabra.
Creo que no está al tanto de los rasgos esenciales del mundo de hoy. El
movimiento feminista en España ha trasladado la lucha feminista al uso del
lenguaje. Y creo que es un acierto. Hasta no hace mucho yo solía hablar, cuando
me movía en el plano general, del hombre. Hoy día ya no lo hago. Hablo de
personas, de seres humanos o digo hombres y mujeres. Las líderes de <i>Sumar </i>no
cesan de hablar en términos de “todos” y “todas”. Digamos, de forma resumida,
que el lenguaje se ha feminizado. El presidente del Gobierno también hace uso
de un lenguaje “no machista”. Mi amigo no es consciente de este hecho y carece
de la sensibilidad feminista que exigen los tiempos actuales.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Su defensa se trasladó al
terreno del formalismo y argumentó que una cosa era el escritor y otra el
narrador, que el narrador era un personaje, y que el personaje era
independiente de él. Aquí se suman varios errores filosóficos de bulto. El
escritor de una narración siempre será una persona particular, que habrá nacido
en un determinado lugar, en un determinado ambiente cultural y con una
determinada herencia familiar y social culturales. Será un ser vivo, una persona
que está en el mundo que le ha tocado vivir, y con respecto la cual estará más
actualizado o menos. El escritor se mueve en el ámbito de la existencia,
mientras que sus productos literarios solo son signos lingüísticos que no
pertenecen al plano de la existencia y que solo cobran vida cuando alguien los
lee. Este es el primer error de mi amigo: Sitúa al escritor y a sus productos
literarios en el mismo plano ontológico: el de la existencia. Pero esto no es
así. Los productos literarios carecen de existencia propia: solo son signos
lingüísticos, trazos de tinta carentes de cuerpo y, por consiguiente, carentes
de vida propia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cuando mi amigo afirma
que una cosa es el escritor y otra el narrador, porque el narrador es un
personaje, está cometiendo el error de situar en el mismo plano ontológico al
escritor y a uno de los personajes que él crea mediante el lenguaje y que le
asigna el papel de narrador. El personaje que hace de narrador es obra del
escritor. Es el escritor quien decide cómo narra la historia el personaje y que
lenguaje emplea. Afirmar que el personaje es independiente de él, esto es, del
escritor, es una falsedad. El personaje lo crea el escritor. Y si el personaje
emplea un lenguaje homófobo, es responsabilidad del escritor. El personaje,
cualquier personaje, carece de vida propia, no es una persona. Y a nadie se le
ocurriría librar una lucha ideológica contra un personaje, sino contra el escritor
que creó el personaje; que lo hace actuar y hablar de un determinado modo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Es una conquista
filosófica del siglo pasado que el lenguaje es ideología. La ideología tiene
dos componentes: por una parte, representa una determinada concepción del mundo,
y, por otra parte, refleja las luchas sociales de la época en la que vive el
escritor, no el personaje. Así que, si los personajes tienen un determinado
comportamiento ideológico, será entera responsabilidad del escritor. Y si el
escritor no está en sintonía con el mundo actual, donde la lucha contra la
concepción homófoba del mundo es una lucha básica, pues inevitablemente será
homófobo, pues creará personajes homófobos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La última defensa de mi
amigo, el escritor, estriba en afirmar que él está creando una ficción y que
nadie puede cuestionarle su derecho a expresarse con absoluta libertad. El
primer error de este comportamiento estriba en pensar que el escritor tiene
unos derechos que lo ponen por encima y al margen de las luchas sociales. Y el
segundo error estriba en pensar que la ficción crea un mundo con existencia
propia frente al mundo real, cuando lo cierto es que las raíces de toda ficción,
de la más grande de las ficciones, está en la realidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así que lo quiera él o no lo quiera, el escritor,
como cualquier otro ciudadano, en primer lugar, no tiene derechos especiales
frente al resto de los ciudadanos, y, en segundo lugar, participa de las luchas
sociales existentes en el mundo actual como cualquier otro ciudadano. Ya lo
decía Marx: el reino del lenguaje no constituye un mundo aparte del mundo real
con su existencia propia, sino que es parte, y repito lo de parte, del mundo
real. Así amigo mío que te doy un consejo: evita llamar “bollera” o “tortillera”
a las lesbianas, son calificativos despectivos. Y no me salgas con la idea de
que es el personaje quien lo dice, puesto que el personaje carece de vida
propia y de responsabilidad: el personaje lo creas tú; y si el personaje emplea
calificativos despectivos para referirse a las lesbianas, la responsabilidad es
enteramente tuya. Y si insistes en afirmar que a ti nadie te puede quitar la
libertad de expresarte como quieras, te respondo que tú como escritor participas
en las luchas sociales actuales, donde la lucha feminista es una de las luchas
sociales esenciales, y será responsabilidad tuya que seas estigmatizado como
homófobo. La vida es lucha. Y esa lucha también está presente en la literatura.
Y los escritores y artistas en general no están dotados de una libertad
especial frente al resto de los ciudadanos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-34853327851405725932023-11-04T02:01:00.004-07:002023-11-25T13:30:42.213-08:00La libre decisión y lo accidental<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Algunas personas,
condicionadas por experiencias anteriores, sitúan la clave de su personalidad en
la libertad de sus decisiones. Pero ninguna decisión es libre o no es
totalmente libre. Le digo a un amigo que el libro que compró y se dispone a
leer no es bueno en sentido literario. Yo sigo un principio: solo leo clásicos
o preferentemente clásicos. Así que mi afirmación de que el libro seleccionado
por mi amigo no es bueno, solo tiene validez en relación con un texto clásico.
Al día siguiente mi amigo dice que no me ha hecho caso y que se dispone a leer
el libro, porque así lo ha decidido libremente. Pero el libro sobre el que él
afirma que lo leerá por libre decisión, no es un libro decidido con tanta libertad
como él supone. Ese libro fue recomendado por el profesor que le da clases de
literatura. En el curso impartido por ese profesor se hablará de ese libro.
Luego son las circunstancias accidentales que concurren en ese curso de literatura
las que determinan su elección. Ahí no hay libre decisión. Son los valores y
los principios que guían al profesor y la tarea que se realizará en el taller
de literatura quienes condicionan y dirigen la decisión de mi amigo.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿Por qué denomino
accidentales las condiciones que concurren en la supuesta decisión libre de mi
amigo? Porque es accidental que el profesor tutor de ese taller sea esa persona
determinada y no otra. Si mi amigo hubiera vivido en Madrid, el profesor sería otro.
Y si viviera en Berlín, el profesor sería otro distinto a de Las Palmas y al de
Madrid. También es accidental la formación literaria de ese profesor, como la
Universidad donde cursó su carrera, como sus preferencias literarias. Resulta
del todo curioso, incluso yo diría anómalo, que, siendo un taller de literatura
de lengua española, en primer lugar, <i>El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha </i>no sea un texto básico, y, en segundo lugar, que los textos preferentemente
seleccionados no sean de autores clásicos: Shakespeare, Goethe, Pushkin, Balzac,
Dante, y muchos otros. Si el ejercicio literario debe suponer el dominio de las
lenguas nacionales, lo racional es que los textos leídos y estudiados sean los
de los padres de esas lenguas nacionales. Y no otra cosa son los clásicos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Así que la llamada libre
decisión no deja de ser sino un hecho puramente accidental. Es cierto que hay
libertad en la decisión de mi amigo, pero no es menos cierto que esa decisión
está marcada por la accidentalidad. <o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-10194276954681791802023-10-05T23:39:00.003-07:002023-10-06T04:13:36.939-07:00Tú y el mundo<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Es una evidencia que tú
estás en el mundo, pero a lo mejor el mundo no está en ti. Más acertado sería
preguntar: ¿Cuánta parte del mundo está en ti? Quizás haya en ti pocas partes
del mundo. ¿Por qué? Porque el mundo es muy complejo, compuesto de muchas
partes interrelacionadas, y cambia de forma incesantemente. Hay una fuerza económica
dotada de un inmenso poder: las fuerzas productivas. Bajo el capitalismo, y
mucho más en la etapa de la globalización, no cesa de desarrollarse. Hace
avanzar al mundo a una velocidad de vértigo, pero por otra parte genera
destrucción: del planeta y de todo lo que hay en el planeta, incluido los seres
humanos. Pensemos en los pobres del mundo, en los países menos desarrollados,
aquellos a los que el incesante desarrollo de las fuerzas productivas deja en
los márgenes de la historia. Según leo en la red, 8.500 niños mueren cada día
de desnutrición. Es evidente que gran parte del mundo no está en estos niños.
Son seres humanos que con pocos años de vida son expulsados del mundo. Quedan
fuera de él.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">He afirmado que las
fuerzas productivas se desarrollan sin cesar y que, por una parte, producen
desarrollo, y, por otra parte, producen destrucción. ¿Ocurre lo mismo con las
relaciones de producción? Pues sí, las fuerzas productivas no se desarrollan
sin cambios en las relaciones de producción, en especial en las relaciones de
propiedad. Los fondos de inversión, en especial gracias a la globalización y a
la liberación sin control comunista (comunista en el sentido originario que
tenía esta expresión en Marx y no en el sentido que se dio en el socialismo
real), representan la mayor victoria de la propiedad privada sobre el mundo. Se
han hecho dueños de todo. Hay fondos de inversión que son en términos económicos
más poderosos que muchos estados nacionales. Son los grandes enemigos de la
salvación humana del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">He empezado a estudiar el
libro de Wolfgang Smith titulado <i>El enigma cuántico</i>. No quiero quedarme
atrás en el terreno del conocimiento. Bajo el punto de vista ontológico, esto
es, bajo el punto de vista del estudio del ser, la física cuántica es la más
decisiva de las ciencias naturales de la actualidad. Y esta ciencia no solo
está sometida a unos grandes dilemas filosóficos, sino que, como sucede siempre,
puede ponerse al servicio de hacer el mundo más humano, esto es, más
socialista, o menos humano, esto es, más capitalista. El punto de partida de
las disquisiciones de Wolfgang se plantea en los siguientes términos: “Para
empezar, está la concepción del mundo externo constituido exclusivamente por
las llamadas <i>res extensae </i>o “entidades extendidas”, que se asume que
están desprovista de todo atributo cualitativo o “secundario” como, por
ejemplo, el color. Todo lo demás se relega, de acuerdo con esta filosofía, a
las llamadas <i>res cogitantes </i>o “entidades pensantes”, cuyo acto constitutivo,
por así decirlo, no es la extensión sino el pensamiento”. Aunque Wolfgang
cuestionará esta concepción cartesiana del mundo, lo hará desde el punto de
vista filosófico abstracto. Pero ¿cuál es la mayor abstracción de esta
filosofía como la de la mayoría de las filosofías que se edifica sobre las
ciencias naturales? El ser humano. Piensen que de la realidad se habla de la
extensión como su propiedad básica y de si el color, aunque es considerado un
atributo secundario, es objetivo o subjetivo. Piensen ahora en la ontología
marxista: el ser humano está en el centro de esta ontología, hablamos del
desarrollo incesante y descontrolado de las fuerzas productivas, de los fondos
de inversión que representan el cambio más importante en el mundo actual sobre
la propiedad privada, y de la satisfacción de las necesidades humanas, cuya
manifestación más desgarradora es la muerte diaria por hambre de 8.500 niños.
Este es el dilema: la física cuántica es una de las ciencias que más
prodigiosamente se ha desarrollado en los últimos 50 años, sin embargo, sus fundamentos
filosóficos, tanto en el ámbito de la ontología como en el de la epistemología,
permanecen anclados en el pasado o, dicho de otro modo, en el anti humanismo. Su
abstracción consiste en situar a los seres humanos fuera del ámbito del ser y
reconocerlos solamente como seres pensantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-34520307023612542522023-10-04T04:14:00.000-07:002023-10-04T04:14:37.076-07:00Dudas e ideas confusas<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una persona A lee un
texto teórico X. Le surgen algunas dudas y hay ideas del texto que no ve
claras. ¿Cómo debe proceder la persona A para actuar de modo teóricamente
correcto? Centrarse en los aspectos del texto donde tenga certezas y en las
ideas que tenga claras. Después estudiar el texto varias veces y, por último,
hacer una valoración teórica de conjunto. Pero nuestro amigo no hace eso,
dominado por la espontaneidad se centra en las dudas y en las ideas confusas. Luego
introduce esas dudas e ideas confusas en su propio sistema de pensamiento, que
no es un sistema muy bien organizado ni fundamentado, y elabora un nuevo texto.
¿Cuáles serán los rasgos teóricos de ese nuevo texto valorativo y reflexivo? Es
evidente: será un texto desorganizado, no fundamentado y confuso.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-79412102026657259092023-09-29T01:59:00.001-07:002023-09-29T23:52:02.185-07:00Contenido y forma (Pequeña reflexión) 2<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Un miembro del Cekam me
solicita que aclare algunas cuestiones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Primera cuestión: “Un
profesional de una determinada actividad social es el más experto para
seleccionar de modo adecuado el contenido”. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Si tú no conoces el fútbol y los
periodistas que transmiten los partidos de fútbol llevan más de veinte años en
ese mundo, es evidente que el periodista, dado su conocimiento del área donde
realizamos la reflexión, es la persona que está más capacitada para seleccionar
el contenido.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Segunda cuestión:
“Generalizar la forma por extensión”. ¿Quieres decir que contemplas todas las
posibles formas dadas de un contenido? </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Contemplo una parte de ellas. No es
necesario contemplar un número indefinido de formas, puesto que esto no ayuda a
la reflexión. Lo único importante aquí es saber que, dado un contenido, no hay una
sola forma sino muchas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Tercera cuestión:
“Generalizar el contenido por grados”. ¿Grado en cuanto de más a menos general
o viceversa? </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuando se generaliza siempre se va de un concepto de una
determinada extensión a uno de mayor extensión. El camino opuesto sería
particularizar. Si digo mesa, después mueble y, por último, valor de uso, estoy
con cada paso aumentando la extensión del concepto y, por tanto, estoy generalizando.
Si, por el contrario, hablo primero de valor de uso, luego de mueble y, por
último, de mesa, estoy con cada paso reduciendo la extensión del concepto y,
por tanto, estoy particularizando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuarta cuestión:
¿Generalizar es extraer leyes generales de casos particulares? </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">No, generalizar
no es más que aumentar la extensión de un concepto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Quinta cuestión: “Y en la
afirmación “cualquier análisis puede aumentar en extensión y precisión”, me
gustaría poder tener otros ejemplos que me ayuden a diferenciar bien los
conceptos de extensión y precisión”. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">La extensión de un concepto no es más que
el número de seres, entes u objetos que tú puedas nombrar mediante el nombre
del objeto del concepto. Con el nombre “mueble” puedes nombrar mayor número de
objetos que con el nombre “mesa”. Y de la precisión solo te puedo decir que
cuando analizas una situación, cuanto más detalla y más tienes en cuenta las
múltiples relaciones entre los diversos aspectos de un objeto, más preciso
serás. El desarrollo de la física cuántica es un buen ejemplo de desarrollo de
la precisión en el análisis de la estructura atómica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: #242424; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="border: 1pt none windowtext; color: black; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; padding: 0cm;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: #242424; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-81407930317968307822023-09-27T23:14:00.005-07:002023-09-29T23:52:41.080-07:00Contenido y forma (Pequeña reflexión)<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">El otro día mientras veía
un partido de fútbol en el televisor, el comentarista dijo lo siguiente: “Balón
para el Rayo Vallecano en forma de saque de banda”. De este hecho extraje dos
primeras reflexiones. Primera: Al hablar de contenido y forma es primordial
seleccionar el contenido. No siempre se selecciona bien el contenido. Y otra
cuestión: los profesionales de cada tipo de actividad social son los más
expertos para seleccionar de modo adecuado el contenido. Y segunda: la
contradicción entre contenido y forma que pertenece a la esfera de la
Filosofía, puede estar presente en cualquier ámbito teórico y en cualquier
ámbito práctico. Así que muchas personas hacen filosofía sin saberlo.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Tercera reflexión:
Generalizo la forma por extensión y afirmaré: balón para el Rayo Vallecano en
forma de saque del centro del campo cuando se inicia la primera parte o segunda
parte del partido, balón para el Rayo Vallecano en forma de saque del centro
del campo cuando ha encajado un gol, y balón para el Rayo Vallecano bajo las
siguientes formas: saque de banda, saque de esquina, falta y penalti. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuarta reflexión:
Generalizo el contenido por grados: balón para el equipo que juega en casa,
balón para el equipo visitante y balón en juego. El contenido con más grado de
generalización es el último: balón en juego.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Quinta reflexión:
Extiendo el contenido y la forma desde el fútbol a otros tipos de juego por
equipo: Baloncesto, balonmano, voleibol y rugby. Al cambiar el tipo de juego,
cambia el contenido y cambia la forma. Al no dominar estos otros tipos de
juego, no detallaré la nominación de sus contenidos y formas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Sexta reflexión. Yo
podría seguir indagando y analizando sobre el contenido y la forma del fútbol;
y así, tal vez, podría extraer algunas leyes generales para cualquier ámbito.
Solo me atreveré con dos generalizaciones. Primera generalización: el contenido
siempre tiene que ser uno, mientras que las formas tienen que ser varias. Y
segunda generalización: el contenido se presenta como lo general y lo
inamovible, mientras que la forma se presenta como lo particular y lo movible.
La expresión “inamovible” puede ser sustituida por “fijo”, y la expresión
“movible” por “cambiante”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Una última reflexión: A aquellos
que se dedican a la filosofía, en cuanto reflexión con conceptos propios de dicha
esfera de saber, les aconsejo que la reflexión filosófica puede estar presente
y brotar en cualquier ámbito de la actividad social. También les indico que
cualquier análisis puede aumentar en extensión y precisión. Pero les aconsejo
que controlen sus impulsos y solo afirmen aquella que de forma certera puedan enunciar.
<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-206046108643384122023-09-23T01:25:00.004-07:002023-09-23T01:25:42.500-07:00Filosofía y Literatura<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hoy quiero exponer unas
ideas de un modo sencillo, sin complejidades. Llamaré filosofía al arte de
pensar y llamaré literatura al arte de escribir bien. Los grandes escritores
son también buenos pensadores: Homero, Dante, Cervantes, Goethe, Shakespeare, Pushkin,
Borges, Robert Frost y algunos más. Del mismo modo los grandes pensadores son
también grandes escritores: Platón, Aristóteles, Hegel, Nietzsche, Marx,
Husserl, Bertrand Russell y algunos más.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ya seas un gran pensador
o un gran escritor, o que pretendas serlo o que quieras seguir ese camino,
aunque nunca lo logres, tres deben ser los requisitos que concurran en tu
personalidad: un gran fondo de conocimiento, una desarrollada y afinada
sensibilidad estética y unos padres espirituales. Si quieres mantener tu tono
mental a un buen nivel, nunca debes apartarte de los grandes pensadores que
consideras tus padres espirituales, debes todos los meses alimentarte de ellos.
Toda nueva lectura de un mismo texto, siempre produce renovación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Lev Vigotsky, en su <i>Teoría
de las emociones</i>, dice lo siguiente: “Una vez más se encuentra justificada
de esta manera la conocida observación de que un idealismo inteligente está más
cerca de un materialismo auténtico que de un materialismo estúpido”. Hay que
asumir esta lección, sobre todo aquellos que están adscritos al marxismo, de
quienes se supone que son materialistas y dialécticos. Pero solo se supone. En
la realidad, y siguiendo la sentencia de Vigotsky, muchos llamados marxistas no
son tan materialistas y dialécticos como ellos creen que son. Y aquellos a
quienes estos marxistas critican, y están adscritos a la línea filosófica
idealista, son en realidad más materialistas y dialécticos que ellos. Puesto
que el grado de materialismo y de dialéctica de un pensador depende del grado
de conocimiento que tenga de aquello de lo que se habla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Otra cuestión básica de
un buen pensador es que debe actualizar de forma constante su fondo de
conocimiento y su modo de pensar. El mundo está cambiando a velocidad de
vértigo; y como no te actualices, te quedarás atrás y tus palabras sonarán a
viejo. Solo si te actualizas, actualizarás el pensamiento de Marx. No puedes
hablar del mercado como si el mercado fuera una sustancia carente de desarrollo,
como si la esencia estuviera separada de los miles de accidentes a los que está
unido. Si bien en la teoría hay que idealizar y del concepto debemos separar lo
accidental, no ocurre así en la práctica, donde los accidentes son decisivos.
Bajo el punto de vista de la esencia, esto es, del pensamiento, debemos considerar
que los precios coinciden con el valor, pero bajo el punto de vista práctico,
solo tenemos que tener en cuenta el periodo que cubre la pandemia Covid-19 y la
guerra en Ucrania, los precios no coinciden con el valor. La coincidencia entre
valor y precio es un promedio calculado durante un periodo de 8 y 12 años. Así
que en el día a día la coincidencia entre valor y precio no se da. Si no quieres
quedarte atrás, debes continuamente renovar tu bibliografía. Cada año compro
varios libros. Es un presupuesto. Los tres últimos que he comprado son los
siguientes: <i>La elegancia de las moléculas </i>de Jean-Pierre Sauvage, <i>La
crisis del capitalismo democrático </i>de Martin Wolf, y <i>El enigma cuántico </i>de
Wolfgang Smith.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así que: renovación y
actualización. Hay renovación cuando de forma periódica estudia los textos de
tus padres espirituales, pero no se producirá tal renovación si no estás
actualizado. Les pongo un ejemplo de actualización. Martin Wolf, en la obra
reseñada más arriba, dice lo siguiente: “El capitalismo competitivo es
capitalismo global. La necesidad de un acuerdo internacional ya se comprendió
en el sigo XIX. Hoy muchas normas acordadas internacionalmente reflejan las innumerables
repercusiones internacionales de las actividades económicas. El Reino Unido,
por ejemplo, ha firmado 14.000 tratados, muchos de los cuales tienen
implicaciones económicas”. Multiplique la mitad de esos tratados por el número
de países del mundo, nos hablará de un mercado altamente regulado. El llamado mercado
libre hace decenas de años que no existe. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otra cosa es la naturaleza económico social de
esa regulación. Marx, en <i>La Ideología Alemana</i>, hablaba de la regulación
comunista. Ya tendré ocasión de referirme a la regulación comunista cuando
publique un trabajo sobre los fondos de inversiones, instituciones económicas
que tal vez hayan provocado el mayor cambio sobre la propiedad privada global y,
por consiguiente, sobre la destrucción del capital y del trabajo y el aumento
alarmante de la pobreza. Pero cada cosa a su tiempo.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-74061016895544786712023-08-26T12:55:00.003-07:002023-08-27T00:02:10.371-07:00Realidad, apariencia e imagen<p> </p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Les transcribo unas palabras de Marx contenidas al
inicio de la introducción de su trabajo titulado <i>En torno a la crítica de la
Filosofía del derecho</i>: “El hombre, que solo ha encontrado en la realidad
fantástica del cielo, donde buscaba un superhombre, el reflejo de sí mismo, no
se sentirá ya inclinado a encontrar solo la apariencia de sí mismo, el
no-hombre, donde lo que busca y debe necesariamente buscar es su verdadera
realidad”.<span></span></span></p><a name='more'></a><b><o:p></o:p></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La realidad fantástica<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Este concepto me chocó. Yo siempre he opuesto la
realidad y la fantasía, de manera que al verlos unidos me creó un dilema. Pero
he dado con una solución. Partamos de un ejemplo que he expuesto muchas veces.
Ponemos una manzana delante de un espejo. Se duplica el mundo: en vez de una
manzana tengo dos: una fuera del espejo y otra en el espejo. ¿En qué se parecen
y en qué se diferencian? Se aparecen porque ambas tienen el mismo valor aparente o
valor referencial. No hay duda de que la manzana que está en el espejo es la misma
que está fuera del espejo. ¿En que se diferencian? En que la manzana que está
fuera del espejo tiene cuerpo de manzana y la que está en el espejo tiene
cuerpo de cristal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ahora recurro a Hegel. Hegel afirma que la
apariencia forma parte de la realidad. Esto es, la apariencia es también real.
Por lo tanto, la apariencia existiendo en cuerpo ajeno, a la que denominaremos
imagen, también es real. De forma generalizada podemos afirmar que todas las
imágenes, las que existen en los espejos, en las fotografías, en el cine y en
los sueños son realidad o constituyen parte de la realidad. Ahora me queda por
resolver el tema de la fantasía. Volvamos a nuestro ejemplo de la manzana y el
espejo. El diámetro de una manzana estándar es de aproximadamente 10 centímetros.
Supongamos que nosotros disponemos de un espejo que agranda la imagen; y vez de
reflejar una manzana de 10 centímetros de diámetro, la manzana que aparece en
el espejo tiene un diámetro de 1 metro. Ya tengo resuelto el problema de la
fantasía. La manzana del espejo sigue siendo real porque su apariencia, su
color y figura esferoide, es la de una manzana real. Sin embargo, su diámetro
la diferencia de modo radical de una manzana real. Por lo tanto, la manzana del
espejo es una realidad fantástica. Así que problema resuelto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La imagen como apariencia en cuerpo propio<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Es habitual en el mundo comercial y en el mundo de
la moda afirmar que un pan tiene una buena imagen, que un automóvil tiene una
buena imagen o que una persona tiene buena imagen. Yo me he resistido a aceptar
esa catalogación. No me parece correcto llamar imagen a la apariencia de una
cosa o de una persona. ¿Por qué? Porque por imagen en sentido estricto la
defino cuando la apariencia existe en cuerpo ajeno. No obstante, en la práctica
me he visto obligado a claudicar, porque no es habitual decir de un pan que
tiene buena apariencia, de un coche que tiene buena apariencia y de una persona
que tiene buena apariencia. Además, porque cuando afirmamos que una cosa o
persona tiene buena imagen, incluimos más cosas que cuando decimos que tiene
buena apariencia. Cuando hablamos de la buena imagen de una cosa estamos
incluyendo valores estéticos que no necesariamente incluimos cuando hablamos de
una buena apariencia. ¿Cómo puedo resolver este problema? ¿Cómo puedo legitimar
que es adecuado o correcto llamar imagen a la apariencia existiendo en cuerpo
propio? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Con Marx asimilé el concepto de soporte material. En
este sentido, en <i>El Capital</i>, Marx afirma que el valor de uso, además de
constituir el contenido material de la riqueza, es el soporte material del
valor. Así que reflexiono sobre el asunto que nos preocupa a raíz de esta forma
de plantear Marx las cosas. La manzana que existe en el espejo tiene cuerpo de
cristal, pero de esta misma manzana podemos tener una imagen existiendo en
cuerpo de plástico, o existiendo en una fotografía, en una película de vídeo,
en nuestros sueños y en nuestros recuerdos. Doy otro paso. Adoptaré un punto de
vista fenomenológico y afirmaré: Hasta ahora he considerado al cuerpo como lo
sustantivo y el color y la figura como lo adjetivo. Pero cambio de tercio: A
partir de ahora consideraré al valor aparente como lo sustantivo y al cuerpo
como lo adjetivo. Así que ahora me expresaré del siguiente modo, dándole la
palabra al propio valor aparente: La apariencia de la manzana afirmará que,
para los seres humanos, dependientes de la necesidad, el cuerpo es lo decisivo,
pero para sí misma no. ¿Por qué? Porque la apariencia de la manzana seguirá
siendo la misma mientras que su cuerpo varía: cuerpo de manzana, cuerpo de
cristal y cuerpo de plástico. Desde ese momento el cuerpo ya no figurará bajo
la contradicción de cuerpo propio y cuerpo ajeno, sino que cualquier cuerpo se
convertirá en su soporte material, incluido su cuerpo propio. Vistas así las
cosas, puedo considerar como imagen la apariencia existiendo en cuerpo propio,
esto es, siempre que lo conciba como un simple soporte material. Así que dilema
resuelto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El superhombre y el reflejo de sí mismo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Aquí he resolver la contradicción entre “la
apariencia de sí mismo” del ser humano y su “verdadera realidad”, esto es,
entre apariencia y realidad. También he de aclarar que afirmando Marx que Dios
es la apariencia del hombre, al mismo tiempo afirma que la apariencia de sí
mismo del ser humano, esto es, Dios, es “el no-hombre”. Desde hace muchos años
he señalado la importancia de considerar los conceptos de manera plástica y no
rígida. Un ejemplo: si afirmamos de una persona que es un colérico, no podemos
afirmar que siempre sea un colérico. Si consideramos que las cosas, los entes,
se desarrollan, hemos de tener en cuenta que no en todas las fases de su
desarrollo tienen el mismo aspecto. Y como los conceptos son el reflejo mental
de las cosas, estos no siempre tienen el mismo aspecto o se destaca el mismo
aspecto. Del mismo modo podemos afirmar que en un sentido Dios es la apariencia
del hombre, y en otro sentido, en una fase distinta del desarrollo del
concepto, podemos afirmar que Dios es el no-hombre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En mis reflexiones sobre los modos de expresión siempre
he utilizado una sencilla manzana que coloco delante de un espejo. Es evidente
que desde que en vez de una manzana coloco un ser humano, la situación
experimental se complejiza, y más lo hace aún cuando el reflejo o imagen
refleja del hombre es Dios. Así que no podré proceder del mismo modo que cuando
situaba una manzana delante de un espejo, hasta el punto que incluso me veré
obligado a modificar por extensión el concepto de apariencia. Para ello introduciré
el concepto grados de realidad de la apariencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hablemos de un héroe cinematográfico: Superman. Con
una mano era capaz de levantar un camión y cuando corría podía hacerlo más rápido
que un automóvil. Cuando en el espejo veíamos una manzana con un diámetro de un
metro, ya la apariencia de manzana había reducido su grado de realidad. Pero
ahora cuando observamos las proezas de Superman, la reducción del grado de
realidad de esa apariencia, porque a fin de cuentas Superman es un ser aparente,
es notablemente mayor. Ahora pensemos en Dios: un ser puramente espiritual, de
amor y bondad infinitas, con un ser ajeno al tiempo, que conoce de antemano
todo el futuro próximo y venidero de la humanidad, y que es omnisciente. En
este caso el grado de reducción de la realidad de este ser aparente ha llegado
al extremo. Pues bien, por esta razón, por esta pérdida tan extrema de
realidad, es lógico que Marx llame a Dios, en tanto apariencia del mismo ser
humano, no-hombre. De esta manera queda legitimado teóricamente el uso que hace
Marx de la contradicción entre apariencia y realidad, que nada tiene que ver
con el uso que hace Bertrand Russell de esa pareja de contrarios. Así que
rematamos: Todas las apariencias que existen en cuerpo ajeno siempre estarán
dotadas de un grado de realidad. En algunos casos el grado de realidad será
alto, en otros será mediano, y en otros el grado de realidad será muy bajo.
Cuando se da este caso, cuando el grado de realidad de una imagen es muy bajo,
en tal caso dicha apariencia se presentará como la negación del ser del cual dicha
apariencia es imagen. Así que si, por una parte, Dios, en tanto esencia enajenada
del ser humano, se presenta como la apariencia del ser humano, por otra parte,
en tanto pérdida extrema del grado de realidad de su apariencia, se presenta
como su negación. De ahí que Marx nos invite, una vez nos hemos desengañado de
la existencia de Dios, que busquemos la verdadera realidad del ser humano. No
en vano unos párrafos más adelante Marx hace la siguiente afirmación: “La
crítica del cielo se convierte con ello en la crítica de la tierra, la crítica
de la religión en la crítica del derecho, la crítica de la teología en la
crítica de la política”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-58491573077260899072023-07-26T10:22:00.003-07:002023-07-26T15:42:19.613-07:00Sueño: imaginación y fantasía<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Siempre les insisto a mis
alumnos que tienen que renovar sus conceptos y actualizarse. Si no lo hacen,
los conceptos quedan anquilosados, viéndose desprovistos de movimiento y evolución.
También les recuerdo que hay que volver a los clásicos o incorporar nuevos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>clásicos. Así que en las reuniones del Cekam
iniciamos de nuevo el estudio de una obra de Vygotsky: <i>La imaginación y el
arte en la infancia</i>. En esa obra Vygotsky usó de forma regular una obra de
Ribot: <i>La imaginación creadora. </i>Me hice con ese libro y ya le he dado
una primera lectura y he tomado muchas anotaciones. Gracias al estudio de esas
dos obras, he renovado, ampliado y fortalecido mi saber sobre psicología del conocimiento.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Tuve un sueño que les voy
a relatar. Mi sobrina Inés me recordó, con cierta incomodidad, que necesitaba
que le devolviera los ocho millones de pesetas que hacía años me prestó. Me
quedé atónito. No recordaba que ella me hubiera dado ese préstamo. Pero si ella
lo decía, sería verdad. Pensé al momento en mis ahorros. Tenía que saber
cuántos euros representaban esos ocho millones de pesetas. Le dije que usara la
calculadora que figura en la pantalla del ordenador. Pero no aparecía. Este
hecho no es casual: yo siempre hago uso de ella en mi portátil, pero mi pareja
nunca hace uso de ella por un tema puramente accidental que carece de
importancia contar. Después le dije que hiciera uso de la calculadora, de esas
que se alimentan por luz. Pero, no puedo explicar las razones, tampoco
funcionó. Me dije: pues nada, lo calculo a mano. Pero cuando escribía los
números, uno tras otro se desmoronaban y quedaban reducidos a polvo. Después me
desperté o el sueño cesó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Durante todo el tiempo
estuve recordando cuántas pesetas representaban un euro. Me rondaba la cabeza
una cifra aproximada a 376 pesetas. No obstante, yo sentía que esa cifra no era
correcta. Un euro vale 166,386 pesetas. Cuando en 2002 España inició su
andadura en el euro, yo llevaba varios meses cambiando los datos de los
programas de facturación y dando instrucciones a los empleados para que no
cometieran errores con la nueva moneda. Lo cierto es que en vigilia esa cifra,
166,386, estaba y está muy fresca en mi memoria, pero en el sueño no había
manera de recordarla con exactitud. El sueño lo viví con mucha angustia:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no solo porque me quedaría sin mis ahorros,
sino que encima me quedaría deudor. Y esa angustia, ese sufrimiento, se
expresaba además en la imposibilidad de hacer los cálculos. Los sueños son
caprichosos, pero si su finalidad es amargarte la vida, más caprichosos se
vuelven.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿Qué hay de realidad, qué
de imaginación y qué de fantasía en el sueño? Es real los préstamos entre
familiares, es real que hay que devolverlos y es real que España inició su
andadura en el euro en el 2002. También es real que se pueden hacer cálculos
con una calculadora electrónica y con bolígrafo y papel. Hay más cosas reales
en ese sueño, pero no es necesario mencionarlas todas. ¿Qué hay de imaginario
en el sueño? Que yo le debiera ese dinero a mi sobrina, el valor en pesetas en
euros que yo tenía en mente y que no pudiera usar la calculadora del ordenador
ni la que funcionaba mediante luz. ¿Qué hay de fantástico en el sueño? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Que los números escritos en el folio se
desmoronaran.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿Por qué diferencio
imaginación de fantasía? Imaginación es aquello que estando presente en el
sueño y no siendo verdad, no obstante, sí puede ser verdad en acto. Yo no le
debía esa cuantiosa suma de dinero a mi sobrina, pero en la realidad, en acto,
es posible que ella me pudiera haber prestado ese dinero en esa cantidad o en
otra cantidad menor. Pero lo que de ninguna manera sería verdad en acto sería
que los números escritos con bolígrafo sobre papel se desmoronaran. Así que por
imaginación entiendo aquello que no siendo verdad en sueño puede serlo en acto,
y por fantasía entiendo aquello que no solo no es verdad en sueño sino tampoco
en la realidad o acto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Por último, en el sueño
también son verdades mis estados emocionales: mi angustia y mi miedo a perder los
ahorros. Hay dos funciones básicas en la imaginación: la disociación y la
asociación. Siempre que tenemos una experiencia, con mayor o menor cantidad de
percepción e ideación, nunca recordamos la totalidad de los aspectos presentes
en dicha experiencia. De ahí que de forma natural se produzca en toda
experiencia la disociación. Mientras que la asociación es la libertad que tienen nuestras funciones psicológicas superiores, memoria e imaginación entre otras,
para unir las imágenes que se quieran. ¿Cómo se produce la asociación? Por
diversos medios: por contigüidad y por parecido. Pero en mi caso la unión la produjo
la emoción: la angustia y el temor. Una última cuestión: ¿Cómo debemos entender
el sentido del sueño? En que cada parte o momento del sueño, todos extraídos de
la memoria, desempeñan un papel funcional y se despliega temporalmente de forma
adecuada en el sueño. Todo eso es lógica, aunque sea la lógica del sueño.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-52135807372968615602023-06-15T14:03:00.001-07:002023-06-15T14:03:13.733-07:00El círculo y la espiral<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;">En
la vida hay dos formas de moverse: en círculo y en espiral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14.0pt; mso-color-alt: windowtext;">Si nos movemos
dando vueltas en torno a un círculo, continuamente pasaremos por los mismos
puntos. Siempre permaneceremos a la misma distancia del centro. ¿Nos moveremos?
Por supuesto que sí. Pero lo cierto es que no nos alejaremos del centro. Si
consideramos la verticalidad de sus infinitos diámetros, nunca nos elevaremos
ni profundizaremos con respecto al punto de partida. Siempre, y de forma
continua, abarcaremos la misma superficie. Un movimiento cíclico sin expansión.
Una simple quietud dinámica.<span></span></span></p><a name='more'></a><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;">Por
el contrario, al movernos dando vueltas en espiral, nunca pasaremos por los
mismos puntos. Todos ellos serán diferentes. Nunca permaneceremos a la misma
distancia del punto central. Nos moveremos, hacia arriba, hacia abajo y en
todas direcciones, alejándonos, de forma continua, del centro. Ahora, con
respecto a la verticalidad nos elevamos y profundizamos, ensanchándose a cada
instante la superficie. Un movimiento cíclico en continua expansión. Un complejo
proceso dinámico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;">Si
quiero conocer un objeto del mundo exterior, o un aspecto de mi mundo interior,
y me muevo en círculos, pasando siempre por los mismos puntos, al finalizar la
segunda vuelta pensaré que no hay nada nuevo bajo el sol, que todos los puntos,
lados y aspectos de la cuestión están ya analizados. Perderé la capacidad de
ampliar el concepto y siempre permaneceré en la misma particularidad. Mi conocimiento
se tornará superficial y limitado. Mi pensar se empobrecerá, perderá sensibilidad
y se mostrará incapaz de elevarse y profundizar. Pronto el objeto del
conocimiento perderá interés pensando que está superado y viviré en la
ignorante creencia del que piensa que sabe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;">Si
me muevo en espiral, giraré en torno al mismo objeto pero cada vuelta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>representara un nuevo conocimiento que
englobara y superara al anterior y, al mismo tiempo, se abrirán nuevas y
desconocidas perspectivas que despertarán mi interés. De este modo, mi
conocimiento se irá elevando y profundizando. El objeto de estudio se ampliará y
su contenido se me mostrará más extenso. Sentiré la impresión y el deseo de que
puedo ir más lejos en la aventura del conocer y viviré en la duda impulsora del
que piensa que no lo sabe todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;">Si
nos envolvemos en nosotros mismos, en nuestra autoconciencia, ciegos
reduciremos el mundo a nuestro mundo interior. Nos convertiremos en un ser sin
desarrollo. Nos empobreceremos. Nos repetiremos moviéndonos en círculos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;">Por
ello, dirijamos nuestras miradas al mundo exterior. Dejemos que ese mundo rico,
vivo, cambiante, diverso, dinámico, penetre dentro de nosotros y nos convierta
en seres en continuo cambio. La expansión del mundo exterior nos obligará a
movernos en espiral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 14.0pt;">Ramón Galán. Miembro del CEKAM.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-21128306449345612392023-06-09T00:14:00.007-07:002023-06-13T00:01:47.304-07:00La influencia y el dominio del sentimiento interno sobre las impresiones externas<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Algunas veces no sabemos por qué ocurre lo que
ocurre en las elecciones. El gobierno de coalición, con el PSOE a la cabeza, ha
hecho muchísimas cosas a favor de las clases trabajadoras. No hace falta
enumerarlas. Todos las conocemos. Pero después, a la hora de votar, muchos
trabajadores votan al PP, un partido político que manifiestamente favorece a
los grandes capitalistas y cuya política económica liberal siempre tiende a
debilitar el sector público de la economía y fortalecer al sector privado. No
sabemos por qué ocurren estas cosas. Y por mucho que mostremos los datos que
objetivamente hablan bien del gobierno de coalición y de su compromiso firme
con las clases trabajadores, dichos datos no terminan por calar en una buena
parte de la población. Se habla después de que no ha habido una buena política
de comunicación. También se afirma que las alianzas necesarias del PSOE con
Bildu y los independentistas catalanes les ha perjudicado. La cuestión es que
no se termina por saber cómo piensan y deciden sus votos muchos miembros de las
clases trabajadoras.<span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">He estado estudiando un libro de L.S. Vygotsky, uno
de los fundadores de la psicología contemporánea, titulado <i>La imaginación y
el arte en la infancia. </i>En el capítulo III, donde habla de la imaginación
creadora, nos transcribe un pequeño cuento de una niña de cinco años y medio
con el que pone de manifiesto la tendencia de los niños a exagerar, esto ocurre
igualmente en los adultos, destacando la influencia y el dominio que ejerce el
sentimiento interno sobre las impresiones externas. Este es el pequeño cuento:
“Había una vez un rey que tenía una hija chiquitita, tendida en su cuna, y al
acercarse a ella supo que era su hija. Luego se casaron. Cuando estaban
sentados a la mesa, le dijo el rey: tráeme, por favor, un jarrón de cerveza.
Ella le trajo entonces una jarra de cerveza que medía tres varas de alta.
Después se durmieron todos, menos el rey que los velaba, y si no se han muerto
aún, estarán vivos todavía”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Vygotsky pone de ejemplo este cuento para poner de
manifiesto la tendencia de los niños a exagerar: una jarra de cerveza de 3
varas de alta. Pero en este ejemplo se pone manifiesto más cosas: por un lado,
la arbitrariedad, y, por otro lado, el predominio de los sentimientos y anhelos
internos sobre las impresiones objetivas. El lenguaje es el medio de expresión
que permite lograr dos objetivos fundamentales: por una parte, constituir un
reino independiente de la realidad, y, por otra parte, falsear la realidad.
Cuando hablo de falsear la realidad no estoy señalando la intencionalidad del
sujeto con el propósito de querer engañar, sino la tendencia del sujeto a que
sea el sentimiento interno el que predomine sobre las impresiones externas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El lenguaje, cualquier lenguaje, nunca se aparta por
completo de la realidad. Las palabras tienen un significado social en sí mismas.
De manera que por muy disparatado que nos parezca un discurso, siempre tendrá
algún tipo de conexión con la realidad. Enumeremos las cosas reales de las que
habla la niña a pesar de lo disparatado de su historia: rey, padre, hija, cuna,
matrimonio, cerveza, dormir, vida y muerte. Así que el lenguaje siempre conecta
con la realidad. Otra cosa es que el sentido del lenguaje contradiga al sentido
de la realidad. La cuestión ahora sería preguntarse cómo es posible que el
sentido del leguaje se imponga sobre el sentido de la realidad, aunque lo
contradiga de manera manifiesta. La explicación la proporciona la tesis de
Vygotsky: el sentimiento interno domina a las impresiones externas. Así que hay
que prestarles más atención a los sentimientos internos y no apelar solamente a
la conciencia. Y de esto deberían tomar buena nota los líderes de izquierda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hablemos pues de los sentimientos. Para eso nos
ayudaremos de Hegel. Extraeremos las ideas de su obra titulada <i>Filosofía de
la religión. </i>Enumero las ideas fundamentales sobre el sentimiento. “Yo
tengo sentimientos de cosas sensible y también morales”. Tenemos sentimientos
de todo, incluida de cosas políticas. “Tener en el sentimiento significa que un
contenido es mío; es sentimiento de un contenido y a la vez sentimiento de sí
mismo”. “El sentimiento es tal que mi particularidad está a la vez ligada con
él”. “Por eso el sentimiento es algo tan estimado, porque cuando sentimos
también nosotros estamos ahí personalmente, subjetivamente, según nuestra
particularidad y peculiaridad”. “Un carácter que tiene una meta firme y que la
persigue durante toda una vida puede ser ahí muy frío; él no posee sino la
cosa, esta meta. Por el contrario, el calor del sentimiento significa que yo
estoy en la cosa simultáneamente con mi particularidad…”. “Se exige que no
solamente sepamos, tengamos conciencia y estemos convencido de Dios, del
derecho, etc., sino también que eso se encuentre en nuestro sentimiento, en
nuestro corazón”. “Un ser humano que tiene el derecho en el corazón, está
identificado con el espíritu”. “Para obrar según los principios también hace
falta no solamente que se los sepa, sino que ellos estén en el corazón”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los políticos de izquierda deben pensar que no basta
solamente con hablar de los fríos datos, de la “verdad” de la realidad, sino
que deben hablarle también al corazón, para que quien los escuche se encuentre
unido en su particularidad con aquello de lo que se les habla. Es bueno y
necesario hablar de la justicia social, de la igualdad, del Estado del
bienestar, pero no puede ser un simple llamamiento a la fría conciencia, es
necesario conectar con el corazón y hablar con el corazón y para el corazón. La
fortaleza de la religión está en sentimiento. Al igual que la fortaleza del populismo
está en el sentimiento. La esencia del populismo no está en que se hable a los
sentimientos, sino que cuando se habla a los sentimientos se hace para falsear
la realidad. Si la izquierda quiere recuperar su influencia social, tiene que
hablar también a los sentimientos, al corazón. Puesto que de ese modo las ideas
progresistas no solo estarán en la conciencia de las grandes masas sociales,
sino también que esas masas sociales con todas sus particularidades están en
esas ideas. Con la conciencia alejamos el objeto del sujeto, mientras que con
los sentimientos acercamos y fundimos el sujeto con el objeto. Con la
conciencia nos elevamos a lo general, pero con el corazón descendemos a lo
particular. Y lo mejor, siempre será la mejor, es unir con un fuerte lazo lo
general con la particular. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-85719711518621008542023-05-21T23:27:00.000-07:002023-05-21T23:27:12.516-07:00El sujeto y el objeto: el pasado y el presente<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El sentimiento, la pasión
y la emoción supone la unidad intima del sujeto y el objeto, o que el objeto
siempre esté en el interior del sujeto. Si el objeto se eleva a la conciencia,
el objeto queda fuera del sujeto, y cada vez quedará a más distancia. Si el
objeto no se eleva al plano de la conciencia, el pasado siempre seguirá en el
presente y oscurecerá el presente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y en
el sujeto, en lo que afecta a su relación con el objeto, no habrá evolución.
Evolucionar significa cambiar. No seas siempre el mismo. No debes traer al
presente el problema del pasado en el mismo modo que se dio en el pasado. Si el
sujeto evoluciona, debe evolucionar la relación que mantiene con el objeto en
el pasado. Nada debe permanecer igual. El pasado debe ser definitivamente
enterrado.<span style="mso-spacerun: yes;"> <span></span></span></span></p><a name='more'></a> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El sujeto, cualquier
sujeto, no debe echarle las culpas siempre al objeto y a las circunstancias que
rodearon al objeto. El sujeto, aunque es cierto que en parte es producto del
objeto, ha producido también al objeto. Nadie debe quedar libre de la
responsabilidad de lo que ha sucedido en el pasado. Liberarse del pasado
también significa que el sujeto reconozca que ha sido parte activa y pasiva de
lo que ha sucedido en el pasado. Así que deja el pasado ya atrás. Y el sujeto
debe evitar, para liberarse por completo del pasado, relacionarse con todo lo
que tenga que ver con ese pasado. Debe mostrar rechazo a ese pasado. No dejes
que las sombras del pasado te enturbien y te amarguen el presente. Busca la
luz, pero esa luz solo la encontraras en el presente sin huellas del pasado. El
pasado es el no ser y el presente es el ser. Si te empecinas en recordar el
pasado por medio del sentimiento, la emoción o la pasión, la negación te
acechará en cualquier rincón de tu vida en el presente. Y tú, para liberarte,
debes afirmarte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Han sido los valores y
principios de vida del sujeto los que han permitido que el objeto lo domine. El
objeto es otro sujeto. Y si el sujeto sigue empecinado en que el otro sujeto le
hizo daño, pues que lo perdone. El perdón es también un modo de liberarse de
las oscuridades del pasado. Que se abra la luz. Que se cierren las tinieblas. Y
repito: deja ya el maldito pasado atrás. Libérate.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8184235947092693264.post-82081284802762370542023-05-13T10:51:00.002-07:002023-05-13T10:51:12.640-07:00El pensamiento profundo y el pensamiento superficial<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Debemos partir de la base de que la realidad se
compone de superficie y fondo. En términos de decoración, por ejemplo, en el
caso de las pinturas de las paredes, la superficie es lo esencial y lo
decisivo. También lo es en el ámbito del arte de la pintura. Incluso debemos
considerar que lo es igualmente en la escultura. Lo superficial no debe ser
degradado ni denostado. Hay conversaciones superficiales que pueden ser
interesantes y cumplir un papel relajante. No todo lo que existe exige un
pensamiento profundo. También ocurre que muchas veces pasa por pensamiento
profundo un pensamiento oscuro y enrevesado. Y cuando hablamos de que una
persona es profunda, no todo su discurso es profundo ni en todas las ocasiones
demuestra profundidad. De todos modos, en ocasiones se presenta como
pensamiento profundo un pensamiento que a lo mejor no lo es. Pretender ser
profundo no equivale a serlo. No es tan fácil en la vida distinguir lo profundo
de lo superficial y no siempre lo aparentemente profundo se muestra como lo más
útil. En ámbitos como la moda lo superficial es lo profundo. Sucede igualmente
que personas con pensamiento superficial pueden tener sentimientos profundos, y
personas de pensamiento aparentemente profundo pueden carecer de los más
elementales sentimientos.<span></span></span></p><a name='more'></a><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La realidad como los conceptos que la reflejan deben
tomarse siempre en sentido relativo. Una persona se esfuerza en el pensamiento
profundo, pero puede suceder que el fondo de su pensamiento sea pobre en
determinaciones. Por el contrario, puede haber una persona de pensamiento
superficial y, sin embargo, ser muy rico en determinaciones. También suele
suceder, y esto es más habitual de lo que se supone, que el pensador profundo
se inclina hacia el idealismo, mientras que el pensador superficial es radicalmente
materialista. Para llegar a la esencia hay que partir de la apariencia, del
mismo modo para llegar a lo profundo hay que pasar por lo superficial. No se
puede acceder directamente a lo profundo. Y con escasos conocimientos
superficiales nunca se podrá adquirir pensamientos profundos. De ahí que en
ocasiones la profundidad solo se queda en el intento. Por lo tanto, no siempre
el pensador profundo es superior al pensador superficial en términos de
rendimientos cognitivos.<o:p></o:p></span></p>Francisco Umpiérrez Sánchezhttp://www.blogger.com/profile/09590331520721510344noreply@blogger.com0