Medios de abstracción: órganos de los sentidos y signos lingüísiticos

En esta sección reflexionaremos sobre los medios de abstracción y los grados de abstracción. Con tal fin compararemos los órganos de los sentidos con los signos lingüísticos. Por una parte, pondremos una manzana roja delante de un espejo, y por otra parte, formularemos el juicio ‘la manzana es roja’. (El espejo está en el lugar del sentido de la vista)

Analizaremos en primer lugar la relación de reflejo: la manzana que está fuera del espejo es el objeto reflejado, el espejo es el reflector o medio de reflexión, y la manzana del espejo es la imagen. Lo primero que podemos afirmar es que por medio del espejo separamos e independizamos el color de la manzana de la propia manzana. El color rojo adquiere así una existencia independiente. Pero al observar el color rojo en el espejo, comprobamos que conserva la figura de la manzana. Por lo tanto, el universal rojo no ha podido separarse de su particularidad de ser manzana. Corrijamos entonces nuestra primera afirmación: por medio del espejo separamos e independizamos no sólo el color de la manzana, sino también su figura. Y de momento, por medio del espejo, el color rojo no existe separado de su figura de manzana.

También debemos observar que fuera del espejo vemos una manzana roja y en el espejo vemos igualmente una manzana roja. Lo que sucede es que la manzana del espejo no tiene cuerpo de manzana, mientras que la que está fuera del espejo sí tiene cuerpo de manzana. Resulta necesario ahora establecer que en todo proceso de abstracción debemos distinguir dos cosas: el contenido abstraído o separado  y el contenido restado. Así en nuestro ejemplo el contenido abstraído o separado es la figura y el color de la manzana, y el contenido restado es el cuerpo de la manzana. Sobra decir que toda relación de reflejo es un proceso de abstracción. Como también resulta evidente que todos los órganos de los sentidos son medios de abstracción.

Examinemos ahora el juicio ‘la manzana es roja’. La manzana tiene dos valores referenciales que la identifican: por una parte, su valor referencial propio, que podemos ver, oler y degustar, y por otra parte, el valor referencial asignado por el hombre, [manzana], que podemos oír y ver. Analicemos entonces el valor referencial sonoro [manzana] como medio de abstracción. El contenido abstraído es cero, puesto que en [manzana] no encontramos ninguna referencia que se encuentre en la manzana, mientras que el contenido restado es el cuerpo, la figura y el color de la manzana. Examinemos ahora el valor referencial sonoro [rojo] como medio de abstracción. El contenido abstraído es cero, mientras que el contenido restado es el cuerpo, la figura y el matiz particular del rojo de la manzana. (Para tener una visión más profunda de este tema sería necesario estudiar la sección dedicada a la función nominativa de los signos lingüísticos)