Por un parte, hay muchas clases de mediaciones, y por otra, las definiciones generales nunca dan mucho de sí. Así que lo mejor será poner un ejemplo concreto de percepción y sobre esa base plantear los distintos sentidos en que se puede entender el concepto de mediación.
Cada extremo de una relación lo es por medio del otro. Hablaré de la mesa en la que escribo y de que yo la estoy percibiendo. En toda percepción hay que distinguir dos extremos: por un lado, el perceptor, que soy yo, y por otro lado, el objeto de la percepción, que es la mesa en la que escribo. Pero la mesa es objeto de la percepción por medio de mí, que soy el perceptor, y yo soy el perceptor por medio de la mesa, que es el objeto percibido. Yo no puedo ser perceptor si no hay un objeto que percibir, y ningún objeto puede ser percibido si no hay alguien que lo perciba. Cada uno de los extremos de la relación es lo que es por medio del otro, la mesa es objeto percibido por medio del perceptor, y yo soy el perceptor por media del objeto percibido. Fuera de esta relación la mesa no es objeto percibido sino un objeto en general, y yo no soy un perceptor sino una persona en general. En todas las relaciones cada uno de los extremos lo es por medio del otro.
Conocimiento inmediato y mediato. La mesa en la que escribo es objeto inmediato de mi percepción, donde ‘inmediato’ significa aquí que la mesa está presente y aparece. Hablo con un amigo por teléfono y le digo: “tengo tu trabajo sobre la mesa y nada más colgar empezaré a estudiarlo”. En este caso la mesa en la que escribo es para mi amigo un objeto de conocimiento mediato, esto es, no le viene dada de modo inmediato sino como representación que sobreviene después de la percepción acústica del significante /mesa/. En mi caso, primero viene dada la percepción de la mesa y luego la emisión del significante /mesa/, mientras que en el caso de mi amigo primero viene la percepción del significante /mesa/ y luego la representación de la mesa. Aquí lo inmediato y lo mediato se inscribe en el ámbito de qué es lo primero que se da a la conciencia: si la percepción visual de la mesa o la percepción auditiva del significante /mesa/.
La percepción mediada por la memoria y el lenguaje. Se dice de la percepción sensible que está mediada por la memoria y por el lenguaje. Mi percepción de la mesa, el reconocimiento de la mesa como tal mesa, está mediada por la información almacenada en mi memoria sobre las mesas. También es cierto que no me limito a percibir la mesa sin más, como si fuera un puro acto natural, sino que llevo a cabo un proceso analítico sintético: destaco los rasgos esenciales del objeto de la percepción y lo incluyo en la categoría ‘mesa’. Así que la percepción sensible está mediada por la memoria y por el conocimiento categorial (lógico verbal). Pero esta mediación no anula para nada, por una parte, el carácter sensible y práctico de la percepción, y por otro lado, la inmediatez del objeto de la percepción. Fundamentemos un poco más esta idea. El carpintero no hace la mesa directamente con sus manos, sino empuñando el serrucho y el martillo. El martillo y el serrucho son medios de trabajo. Y el medio de trabajo, en palabras de Marx, es la cosa o complejo de cosas que sirve al sujeto para encausar su actividad sobre el objeto. El hecho de que el proceso de trabajo esté mediado por los instrumentos de trabajo no anula para nada, por una parte, el carácter práctico y sensible del trabajo, y por otro lado, la inmediatez del objeto de trabajo. Si voy a cortar la madera y luego a clavarla, la madera tiene que ser un objeto inmediato. Si utilizamos el proceso de trabajo como ejemplo analógico, podríamos afirmar que la memoria y el lenguaje sirven al sujeto para encauzar su actividad perceptiva sobre el objeto.
Lo dado y lo mediado (distinción entre percepción y representación). El objeto de la percepción viene dado, esto es, no lo pone el sujeto que percibe. Mientras que en la representación el objeto es puesto por el sujeto. Así que en la percepción de la mesa en la que escribo, el objeto de mi percepción viene dado, no lo pongo yo; mientras que en la representación de la mesa en la que escribo, que lleva a cabo la persona que está al otro lado del teléfono, el objeto representado lo pone el sujeto. Aquí la distinción que se establece entre lo dado y lo mediado pertenece al ámbito de la gnoseología, donde distinguimos la percepción de la representación atendiendo al modo en que viene dado el objeto: en la percepción el objeto no lo pone el sujeto, mientras que en la representación el objeto es puesto por el sujeto.
Lo dado y lo mediado (distinción entre lo natural y lo humano). El sol es un objeto que me viene dado, pero también viene dado a todas las personas del mundo. Es un objeto que ha puesto la naturaleza sin el concurso del hombre. Pero con la mesa no sucede lo mismo: es obra del carpintero. Por lo tanto, la mesa no es un objeto que viene dado, sino mediado por el trabajo del carpintero. (También viene mediado por el acto de la compra, por la enajenación de una determinada suma de dinero a cambio de la mesa).
Conclusiones. Se ha demostrado que el concepto de mediación tiene varios sentidos, incluso algunas veces contradictorios, como por ejemplo cuando decimos que la mesa es un objeto que viene dado a la percepción, indicando con ello que no lo pone el sujeto de la percepción; y al mismo tiempo decimos que es un objeto mediado por el trabajo del carpintero, indicando con ello que no cae del cielo ni lo ofrece gratuitamente la naturaleza. Es decir, que de la mesa decimos que es un objeto dado y mediado. No obstante, a pesar de la riqueza de determinaciones presentes en el concepto de mediación, incluidas las oposiciones, es muy habitual entender la mediación en el único sentido de algo que está en medio de dos extremos. Creo que en la actualidad se cometen dos grandes errores en el estudio de la percepción: uno, convertir la sensibilidad en algo fantasmagórico e insondable, casi en un más allá inasequible, y dos, hacer una descripción muy pobre del fenómeno de la percepción. Falta análisis y falta sentido práctico.
11 de julio de 2003.
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