viernes, 21 de mayo de 2004

De lo que no se puede hablar, mejor es callarse

Esta proposición, la que reza en el título del mensaje, es una frase general. Y como todas las frases generales se puede interpretar en mil sentidos. Son frases que dan mucho juego a los filósofos especulativos, porque permite liberarse del rigor conceptual y dejar libre a la intuición, siempre tan imaginativa y caprichosa. Mientras no se diga de qué no se puede hablar, no podremos saber si es mejor callarse o hablar. Si se quiere entender el no poder hablar como una idea que expresa los límites de la razón, debe decirse también de que límites se trata y de qué razón se trata.


La razón de Wittgenstein es una razón lógico matemática y su afamada frase debe concebirse como fruto de esa razón lógica matemática. Y en la razón lógica matemática el contenido de las proposiciones no importa, se hace abstracción de él, lo único que importa son las conexiones externas entre proposiciones. Así que de lo que no puede hablarse desde los límites impuestos por la razón matemática, si puede hablarse desde una razón sociológica, psicológica, económica, histórica, etcétera. La razón como pura razón lógica formal da muy poco de sí para comprender el mundo en su drama y felicidad diarios.

Siento como padecimiento y malestar interno la frialdad del pensamiento de Wittgenstein y de una gran parte de los filósofos analíticos, que callan mucho ante hechos tan dramáticos como el siguiente: ¡cada siete segundos muere un niño de hambre! Este hecho late en mi corazón, me afecta, me desespera. Y respecto a este hecho mido aquella frase de Wittgenstein. Por eso soy duro en la crítica.  No puedo arrancar de mi corazón el sufrimiento de los desdichados de este mundo cuando estudio los problemas filosóficos. Y por último: frenar la razón en los límites de  la Lógica Matemática sí es un acto de represión, un acto que impide a la razón filosófica aventurarse en el mundo de los fenómenos sociales, para proponer ideas que sirvan para cambiar la realidad.

23 de abril de 2004.


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