Hay veces que falta concreción y cercanía.
Hay que saber lo que pasa en lo inmediato y saber cómo actuar respecto de lo inmediato. La gente sencilla necesita saberlo. Esto no quita que se pueda discutir de forma general si es adecuado luchar contra los especuladores bajo el punto de vista de los intereses del socialismo. Pero creo que es necesario unir lo general con lo particular, lo lejano con lo cercano, lo abstracto con lo concreto.Sobre el boom inmobiliario en España todos tenemos conocimientos muy particulares. En un tiempo las viviendas de tres habitaciones se podían adquirir por 120.000 euros en el sur de Gran Canaria. En menos de cinco años, por efecto de la especulación, esas viviendas se vendían a 200.000 euros y a mucho más. Es duro, muy duro, para una pareja de jóvenes pagar esa cantidad. Sucede después que sobreviene una crisis y esta pareja pierden su empleo. Hasta ese momento han pagado 100.000 euros o más al banco en concepto de crédito hipotecario. Pero como han perdido el empleo, terminan perdiendo la casa y tirando al basurero los 100.000 euros. Luego llegan los de siempre, los adinerados, y en la subasta se apropian de esas viviendas a precios irrisorios. Pregunta: ¿Cómo podemos dejar estar particularidades de lado? ¿Cómo podemos, por principios generales, no luchar con toda la dureza del mundo contra los malditos especuladores? Sin duda que la especulación es consustancial con el sistema de crédito y con el capitalismo en general, pero esto no quita nada al hecho de que hay que movilizar a las fuerzas sociales para luchar contra los especuladores. Y si en esta lucha se ponen de nuestro lado la izquierda reformista y distintas sectores de la clase capitalista, mejor que mejor.
12 de marzo de 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario