viernes, 18 de junio de 2010

La utilidad en la economía convencional

Parto de dos principios metodológicos:




Uno: Siempre intento integrar los conceptos ajenos en mi propia concepción. Por supuesto que habrá de sufrir algunas modificaciones. Si no lo hiciera así, practicaría el eclecticismo. Lo que no hago es practicar la negación absoluta de los conceptos que no pertenecen a mi línea de pensamiento. Si lo hiciera, mi pensamiento sería unilateral y me volvería un dogmático.



Y dos: En todas las esferas de saber que estudio siempre tengo una alta predilección por examinar una y otra vez los conceptos primeros, los conceptos más elementales.



Ahora voy al tema:



Le he estado dando vueltas al artículo de David Brooks titulado “The Return of History”, publicado por “The New York Times” el 25 de marzo de 2010,  que fue recomendado por José Tapia y sobre el que pedí ayuda para su traducción; y me la brindaron Vicenc Meléndez y Alfonso A. López. He pensado una y otra vez en lo que dice David Brooks en el Acto I: “the period when economists based their work on a crude vision of human nature (the perfectly rational, utility-maximizing autonomous individual) and then built models based on that creature”.



Me he ido después a repasar esos conceptos en el libro de Paul Krugman y Robin Wells titulado “Introducción a la Economía – Microeconomía” y me he detenido en la sección titulada “La utilidad: obtención de satisfacción”. Y leo la definición ofrecida por esos dos autores. “La utilidad de un consumidor es una medida de la satisfacción que el consumidor obtiene del consumo de bienes y servicios”.



El concepto de utilidad en Marx tiene sobre todo una dimensión cualitativa: los valores de uso se distinguen cualitativamente unos de otros por tener diferentes propiedades y diferentes utilidades. Sin embargo, los economistas convencionales lo usan en una dimensión cuantitativa: mide la utilidad de la satisfacción. Creo que no está de más medir la satisfacción del consumidor y creo igualmente que es necesario  bajo el punto de vista del análisis económico. Lo que me parece totalmente inapropiado es que llamen utilidad a la medida de la satisfacción. Yo lo llamaría satisfactor. Así habría correspondencia entre el contenido conceptual y el nombre del concepto. Y de ese modo no quedaría afectado el concepto de utilidad empleado por Marx.



Les hablé de un ejemplo de integración conceptual.



Tengo pensado elaborar un artículo crítico sobre las ideas expresadas por David Brooks en el artículo reseñado anteriormente. Sólo les comunicaba una de mis primeras  posiciones al respecto.


10 de abril de 2010.






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