“…y así conocer y pensar lo diferente como diferente pese a su parcial concordancia, y lo idéntico como idéntico pese a su parcial diversidad, todo ello conforme al fin y respecto a lo que en cada caso impere: todo eso lo hace el juicio. Su carencia es la simpleza. El simple no reconoce, bien la parcial o relativa diversidad de lo que es idéntico en un respecto, o bien la identidad de lo que es relativa o parcialmente distinto”. El mundo como voluntad y representación. Arthur Schopenhauer. Pág. 115. Editorial Trotta.
¡Aviso importante! Hasta ahora cuando se pinchaba en las etiquetas no aparecían todos los trabajos publicados bajo dicha etiqueta. Ahora hay paginación y se puede acceder a todos los trabajos publicados. Otra cuestión: Soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, pero de forma general me considero un Investigador Independiente.
domingo, 25 de septiembre de 2011
viernes, 9 de septiembre de 2011
El transcurrir del conocimiento
Arnón, uno de los miembros del Centro de Estudios Karl Marx, hizo equivalentes un juicio de Hegel con una idea de Borges. Yo tuve mis dudas. Él estuvo un tiempo localizando el texto. Al final cumplió su propósito. El texto, un pequeño y hermoso cuento, lleva por título La forma de la espada. Aisladamente las expresiones de Hegel y de Borges eran iguales y se podían suponer como idénticas en significados. Pero bajo el punto de vista de los concretos a los que pertenecían no significaban lo mismo.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Cristianismo, ateísmo y agnosticismo
Los escépticos me decepcionan. Desempeñan en el terreno de la filosofía el mismo papel que la clase media en las luchas sociales. Comparten de forma inconsecuente los postulados de los ateos fisicalistas. Después diré por qué. Los ateos fisicalistas definen a Dios como un ser imaginario, esto es, un ser inexistente. Y concluyen que quien cree en Dios, esto es, en un ser imaginario, es una persona irracional. Pero los ateos fisicalistas parten de una premisa falsa, puesto que para los creyentes Dios sí existe. De todos modos la afirmación de que Dios es un ser imaginario es una representación excesivamente simplificada de la religiosidad, supone una ruptura epistemológica con sus fundamentos históricos, antropológicos y sociológicos. Supone hablar de manera intemporal de un fenómeno que está determinado históricamente.