jueves, 5 de abril de 2012

Enfoque realista e inferialista de la percepción

Según la página web  altillo.com http://www.altillo.com/examenes/uces/publicidad/semiotica/semioticapeirce.asp : “La teoría de Peirce trata de reconciliar dos tendencias aparentemente opuestas: afirmar que percibimos directamente las cosas mismas (enfoque realista, que subraya la inmediatez de nuestro conocimiento perceptual del mundo exterior) y que la percepción es inferencial (el enfoque inferialista, que subraya la mediatez de nuestro conocimiento de las cosas que nos rodean). Según Peirce, la única manera de dar cuenta del acto cognoscitivo consiste en reconocer que la realidad y el conocer se encuentran en un mismo universo. Toda realidad es un signo, un proceso dinámico de significado”.

La primera pregunta que debemos hacernos es si los conceptos empleados para hablar de la percepción son los adecuados.  Y la segunda pregunta que debemos hacernos es  si los conceptos directo e indirecto son equivalentes a los conceptos inmediato y mediato.  Y una tercera pregunta que tal vez anteceda a esas dos preguntas: ¿Tenemos claro esos cuatro conceptos? ¿O se estarán empleando  sin tener claro lo que se entiende por ellos o con una noción muy intuitiva?  Entiendo aquí por intuición a aquella modalidad del conocimiento que apuntando a un objeto no lo capta con claridad. Así que aclaremos previamente dichos conceptos.
Aclaremos primero los conceptos de directo e indirecto mediante un ejemplo. Después de decir que la mercancía es una cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas, Marx dice esto otro: “Tampoco se trata de saber cómo esa cosa satisface la necesidad humana, si directamente como medio de subsistencia o de manera indirecta como medio de producción”. Luego se trata de las satisfacciones de las necesidades humanas. Y respecto a ellas decimos que se pueden satisfacer de manera directa o de manera indirecta. Los medios de consumo  satisfacen esas necesidades de manera directa y  los medios de producción de manera indirecta.  Traslademos ahora estas ideas a nuestro asunto. Se trata del conocimiento que proporciona la percepción. Respecto de ella debemos decir sin la menos duda que nos aporta un conocimiento directo. El hecho de que el conocimiento aportado por la percepción  esté mediado por conceptos, no convierte a ese conocimiento en un conocimiento indirecto y tampoco en un conocimiento inferencial. La mediación del concepto hace que la percepción sea más profunda, no anula el carácter inmediato del conocimiento que nos proporciona. El conocimiento inferencial supone ir de lo dado a lo no dado, pero justamente en el conocimiento perceptual el objeto viene dado. Y si de lo dado en la percepción salto a lo no dado, entonces ya no estaré percibiendo el objeto sino representándomelo o concibiéndole. Que el conocimiento aportado por el concepto pueda ser considerado un conocimiento inferido del conocimiento perceptual tiene todo su sentido, pero que el conocimiento perceptual sea considerado un conocimiento inferido carece de todo sentido, supone negar la esencia de la percepción.
Aclaremos ahora los conceptos de inmediatez y de mediatez. Sobre lo inmediato y lo mediato hay varios conceptos. Yo hablaré aquí del que considero pertinente al caso. Todo miembro de una relación está mediado por el otro. La percepción es una relación donde distinguimos dos extremos: el perceptor y el objeto percibido. El perceptor es tal perceptor por medio del objeto percibido, y el objeto percibido es tal objeto percibido por medio del perceptor. Supongamos que el perceptor sea Juan Guedes y el objeto percibido la mesa en la que estudia. Fuera de la relación perceptiva Juan Guedes es un hombre en general  y la mesa es igualmente una mesa en general. Sólo mediante la relación cambian su condición. Así que no es necesario para explicar el conocimiento decir que la realidad y el conocimiento están en el mismo universo, lo correcto es decir que el conocimiento es una relación donde el sujeto se presenta como el conocedor y la realidad como el objeto conocido.
Lo que no tiene sentido es considerar que la realidad sea un signo para explicar el conocimiento. No sabemos a cuenta de qué adopta esa condición. Y si es el caso que determinado ente, por ejemplo esta mesa en la que escribo, es objeto de un proceso sígnico, entonces la mesa se convierte en un objeto significado y no en un signo. La significación es también una relación donde cabe distinguir tres factores: el significador, el signo y el objeto significado. Y el significador es tal significado por medio del objeto significado, y el objeto significado es tal objeto significado por medio del significador. En toda relación es importante establecer que sus extremos desempeñan papeles distintos. De ahí que la concepción de Peirce que hace del objeto significado un signo acaba con esa diferencia de papeles y, en consecuencia, acaba con el proceso de significación.
Así que concluyo: uno,  en toda percepción y en toda significación hay mediación entre los extremos de la relación,  dos, en la percepción el objeto viene dado y, por consiguiente,  no se produce ninguna clase de inferencia, y tres,  en toda significación el objeto no viene dado y necesita, por tanto, de la percepción y de la representación para que se cumpla la intención significativa.






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