Abandonemos la rigidez mental, las definiciones
definitivas y los conceptos cerrados provenientes de las ciencias particulares.
Dejemos atrás la unilateralidad, la superficialidad y las frases ingeniosas.
Busquemos fluidez, plasticidad y armonía cuando ponemos en marcha nuestro
pensamiento. Seamos rigurosos pero no rígidos. Indaguemos la verdad que hay en
los otros y no solo la falsedad. Seamos espontáneos pero con conciencia.
Trabajemos duro pero con intereses estéticos. Seamos serios pero alegres. No
simplifiquemos lo complejo. Permitamos que las sombras y las oscuridades formen
parte de nuestra actividad mental. Seamos resueltos y valientes. No empleemos
palabras de las cuales desconocemos sus significados y múltiples sentidos.
Seamos cautos y atrevidos. No especulemos, no aceptemos que las palabras sean
nuestros dueños, no vivamos enajenados por las ideas. Demos la oportunidad a la
realidad para que nos abrace y se
introduzca en nuestras entrañas. Dejemos que los sentimientos manden en ciertos
asuntos de la vida pero no hasta el punto de cegar e invalidar la conciencia.
Busquemos la visión integral.
Pensar es medir, calcular, refrenar los instintos,
sofocar los impulsos, demorar las respuestas. Pensar es modificar las
impresiones y transformar las percepciones. Pensar es escuchar al otro dándole
nuestra voz. Pensar es lograr que lo externo se vuelva interno, que lo
superficial se vuelva profundo, y que lo aparente se vuelva esencial. Pensar es
lograr que la realidad nos pese, nos oprima y nos obligue. Pensar es superar lo
particular en busca de lo universal. Pero no abandonando lo particular sino
conteniéndolo en lo universal. Pensar es lograr que los conceptos nos guíen y
no los sentimientos. Pensar es medir siete veces antes de cortar.
Reflexionar es acumular pensamientos sobre
pensamientos. Reflexionar es alejarse para ver el conjunto y acercarse para ver
el detalle. Reflexionar es comparar, enlazar lo superficial con lo profundo y
lo aparente con lo esencial. Reflexionar es inferir, deducir, concluir. Reflexionar
es analizar y tener en cuenta lo pertinente. Reflexionar es apartar lo
secundario y lo accidental para centrarse en lo principal y lo sustancial.
Reflexionar es volver una y otra vez sobre lo mismo sin cansarse, sin
desmotivarse, sin desfallecer. Reflexionar es trazarse un objetivo e ir a por
él. No importa no alcanzarlo sino tenerlo. Reflexionar no es sentarse a que
lleguen las cosas sino lanzarse a por ellas. Reflexionar es permitir que todos
nuestros sentimientos, emociones, percepciones y pensamientos nos inunden y nos
ocupen por completo. Reflexionar es la consecuencia necesaria del pensamiento,
como este lo es de la percepción.
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