domingo, 23 de septiembre de 2018

La alienación ontológica


La alienación, entendida como la pérdida de visión de la importancia fundamental de las relaciones y diferencias esenciales a favor de las relaciones aparentes, alcanza a todos los planos de la vida, a todas las formas de la práctica social y a todas las clases sociales. Nada escapa al comportamiento alienado. La globalización que ha hecho del mercado capitalista el mecanismo económico que lo determina todo y ha convertido el dinero en la potencia absoluta que lo media todo es la causa última de la alienación. Ha creado una ideología donde los bienes públicos y colectivos se han convertido en un simple medio para el acrecentamiento sin límites de los intereses individuales. Cuando la psicología actual estudia al individuo y quiere liberarlo de su ansiedad, tristeza y soledad, solo le proporciona remedios centrados en el individuo, no le propone ninguna meta social, ninguna tarea donde el beneficiario sea la sociedad. La concepción de que lo público no es de nadie es una idea que se ha ido afianzando de manera perniciosa en la mente de las nuevas generaciones. De manera que se genera la idea de que en los espacios públicos todo el mundo puede hacer lo que quiera. No se genera la idea de que los espacios públicos deben cuidarse del mismo modo que cuidamos los espacios privados. También se hace necesario señalar que bajo el punto de vista global asistimos a una degradación del ser humano como nunca había acontecido. Y la ideología, entendida como una concepción profunda del mundo, ha dejado de tener un papel destacado en la vida social.