Estudié los textos de Lenin de manera intensiva en
el periodo 1975-1980. En los tres últimos años de ese periodo estudié sus obras
completas, que me proporcionaron una visión más compleja y rica del pensamiento
leninista respecto a la que me proporcionaron los tres tomos de sus obras
escogidas de la Editorial Progreso, textos fundamentalmente centrados en la
lucha de clases. (Por supuesto que no estudié todos los artículos de los 42
tomos que constituyen las obras completas de Lenin). Desde aquel entonces
estudio de manera periódica algunos textos que en mi educación teórica han sido
decisivos: Los textos dedicados al análisis de las formas mercantiles y de la
creación del mercado interior capitalista así como los textos dedicados al contenido
económico de la ideología de las distintas clases de Rusia de aquel entonces,
donde Lenin demuestra tener un gran dominio de El Capital de Karl Marx; los textos dedicados a la Nueva Economía
Política (NEP), claves para entender la transición económica entre capitalismo
y socialismo; los textos dedicados al análisis del socialismo utópico y
reaccionario, en especial su texto Dos
utopías y todos los artículos dedicados a la crítica de los eseristas; los
textos dedicados al análisis de los partidos políticos rusos en la etapa
parlamentaria; los textos dedicados al pensamiento dialéctico, en especial Escuela y Aparato; y los textos
dedicados a la filosofía, en especial sus Cuadernos Filosóficos, donde Lenin
demuestra un sentido práctico en la lectura de los textos de Hegel prodigioso.
¡Aviso importante! Hasta ahora cuando se pinchaba en las etiquetas no aparecían todos los trabajos publicados bajo dicha etiqueta. Ahora hay paginación y se puede acceder a todos los trabajos publicados. Otra cuestión: Soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, pero de forma general me considero un Investigador Independiente.
miércoles, 29 de abril de 2020
viernes, 24 de abril de 2020
La universalidad absoluta: Anunciar la gloria del ser humano y manifestar su majestad
Hoy les obsequiaré con una cita del Hegel tomada del
tomo I de su obra Lecciones sobre
filosofía de la religión. Antes que nada debemos percibir a Dios de manera antropológica. ¿Qué significa esta
propuesta? Que debemos ver a Dios como un ser humano idealizado. En Dios no
encontramos ninguna cualidad, virtud o fuerza que no se de en los seres
humanos. Hablemos de la idea de que Dios creó el mundo. Pensemos en los seres
humanos cuando apenas se distinguían de los animales y anotemos en una libreta
con ilustraciones todas las cosas que han hecho desde ese entonces. Podremos
observar que las creaciones del ser humano a lo largo de muchos siglos son
impresionantes y parecen no tener límites. De muchas construcciones de la
antigüedad nos asombramos: las pirámides egipcias, el coliseo romano o más
recientemente las grandes catedrales góticas. Y en la actualidad pensemos en
las grandes obras de ingenierías, los gigantescos puentes y petroleros, en los
poderosos medios de transportes, la televisión, los grandes medios de
comunicación, las imparables conquistas de la ciencia, el arte y hasta en la
misma religión. Si bien podemos dudar de manera razonable de que Dios creó el
mundo natural y al propio ser humano, de lo que no podemos dudar es del inmenso
y todopoderoso mundo objetivo creado por el ser humano. Así que el punto de
partida en el pensamiento religioso ha sido al revés de cómo el propio
pensamiento religioso nos quiere presentar las cosas. Una vez que los seres
humanos comprueban el todopoderoso mundo objetivo que han creado con su
inteligencia, deducen que la naturaleza tuvo que ser creada igualmente por
alguna inteligencia. De ahí la necesidad de pensar que tras la naturaleza
exista un Dios. Pero cuando nos hablan de este Dios no mencionan nada que se de
en él que no se de en los seres humanos. Lo único que sucede es que aquello que
se da en los seres humanos de manera limitada y finita, se presenta en Dios de
forma ilimitada e infinita. Pero esa infinitud que se presenta en Dios, también
se da en el pensamiento. En el pensamiento ayudado por la imaginación todo
puede darse y del mejor modo posible. Así que Dios bajo el punto de vista
conceptual no es más que una creación del pensamiento humano. Partiendo de esta
base, allí donde Hegel escribe Dios, yo lo he sustituido por ser humano.
domingo, 19 de abril de 2020
La identidad
(Una pequeña aclaración por las aportaciones de
Siruja y Andrés a mi trabajo El marxismo y la actualidad).
jueves, 16 de abril de 2020
La crisis del coronavirus: todos tenemos que cambiar
“La producción de valores de uso o bienes no cambia
su índole general por el hecho de que se efectúe para el capitalista y bajo su
control”. El Capital. Karl Marx.
domingo, 12 de abril de 2020
Formas de la conciencia
En ocasiones el pequeño saber se vuelve fundamental. O mejor dicho: el pequeño saber siempre es fundamental y decisivo. Pero hay que saber apreciar lo pequeño. Hay mentes que solo están dispuestas para lo
grande, pero no están preparadas para ello. Desprecian lo pequeño y lo
elemental. Estos intelectuales se creen que están a una altura a la que en
realidad no están. No saben que la esencia de la creación estriba en que lo grande se construye desde y con lo pequeño. Pero hay más: no saben saborear lo pequeño y no lo digieren bien. Lo mastican poco. Lo ven todo muy fácil y su pensamiento se vuelve volátil, especulativo y carente de forma.
sábado, 4 de abril de 2020
A propósito del coronavirus: existencia y esencia
Hoy les hablo como trabajador y no como intelectual,
hoy les hablo desde la particularidad y no desde la generalidad. Aunque soy
Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, toda mi vida, desde los 22 años,
he trabajado en el mundo de la pequeña empresa privada. Como estoy dentro de la
población de riesgo no me ha quedado más remedio que trabajar desde mi casa. Me
sigo levantando a las cinco y media de la mañana y desde esa hora tengo que
pensar en la empresa. En mi empresa se ha aplicado un ERTE. Muchas trabajadoras
y trabajadores querían entrar en el ERTE por miedo al virus y por estar cerca
de su familia. Todos los que han entrado en el ERTE han perdido el 25 por
ciento de sus ingresos mensuales. Y todos ellos, los que están trabajando y los
que no, están atenazados por el miedo al futuro: sobre sus conciencias pesa la
posibilidad de perder el trabajo.
jueves, 2 de abril de 2020
Tendencias y realidad
La crisis del coronavirus es presentada por algunos
líderes teóricos de la izquierda radical como una crisis del capitalismo y como
una crisis del neoliberalismo. Es cierto que la crisis de coronavirus pone de
manifiesto los límites del capitalismo,
pero no por ello se demuestra que en una sociedad socialista ese problema
sanitario no se presentaría. ¿Por qué? Porque en la actualidad no existe
ninguna sociedad socialista. De manera que ahí solo se está contraponiendo los
hechos realmente existentes, la realidad de las economías mixtas bajo el
predominio del capitalismo, con el pensamiento sobre el socialismo, donde
supuestamente las cosas ocurrirían de un modo distinto a como están ocurriendo.
Pero no es nada científico contraponer lo realmente existente con ideas que
carecen de realidad.