domingo, 21 de mayo de 2023

El sujeto y el objeto: el pasado y el presente

 

 

El sentimiento, la pasión y la emoción supone la unidad intima del sujeto y el objeto, o que el objeto siempre esté en el interior del sujeto. Si el objeto se eleva a la conciencia, el objeto queda fuera del sujeto, y cada vez quedará a más distancia. Si el objeto no se eleva al plano de la conciencia, el pasado siempre seguirá en el presente y oscurecerá el presente.  Y en el sujeto, en lo que afecta a su relación con el objeto, no habrá evolución. Evolucionar significa cambiar. No seas siempre el mismo. No debes traer al presente el problema del pasado en el mismo modo que se dio en el pasado. Si el sujeto evoluciona, debe evolucionar la relación que mantiene con el objeto en el pasado. Nada debe permanecer igual. El pasado debe ser definitivamente enterrado. 

El sujeto, cualquier sujeto, no debe echarle las culpas siempre al objeto y a las circunstancias que rodearon al objeto. El sujeto, aunque es cierto que en parte es producto del objeto, ha producido también al objeto. Nadie debe quedar libre de la responsabilidad de lo que ha sucedido en el pasado. Liberarse del pasado también significa que el sujeto reconozca que ha sido parte activa y pasiva de lo que ha sucedido en el pasado. Así que deja el pasado ya atrás. Y el sujeto debe evitar, para liberarse por completo del pasado, relacionarse con todo lo que tenga que ver con ese pasado. Debe mostrar rechazo a ese pasado. No dejes que las sombras del pasado te enturbien y te amarguen el presente. Busca la luz, pero esa luz solo la encontraras en el presente sin huellas del pasado. El pasado es el no ser y el presente es el ser. Si te empecinas en recordar el pasado por medio del sentimiento, la emoción o la pasión, la negación te acechará en cualquier rincón de tu vida en el presente. Y tú, para liberarte, debes afirmarte.

Han sido los valores y principios de vida del sujeto los que han permitido que el objeto lo domine. El objeto es otro sujeto. Y si el sujeto sigue empecinado en que el otro sujeto le hizo daño, pues que lo perdone. El perdón es también un modo de liberarse de las oscuridades del pasado. Que se abra la luz. Que se cierren las tinieblas. Y repito: deja ya el maldito pasado atrás. Libérate.

 

 

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