miércoles, 21 de mayo de 2003

El exceso como signo

Hay obras de arte que tienen precios astronómicos. La economía convencional explica estos precios diciendo que sus compradores así lo han valorado. Las razones subjetivas que explican este comportamiento no son importantes ni decisivas. Lo cierto es que esas obras de arte adquieren  esos precios desorbitados porque sus compradores lo quieren así. Pero antes de que los compradores lo quieran así, sería conveniente preguntarse si pueden comprarlas. Y  si pueden, será porque tienen grandes excedentes monetarios. Dicho de forma popular: les sobra el dinero. Los grandes excedentes monetarios son signos de que sus poseedores pertenecen a la clase de los grandes ricos. Y los precios desorbitados que adquieren ciertas obras de arte sólo se explican porque hay compradores con grandes excedentes monetarios. Y como con estos excedentes monetarios se compran dichas obras de arte, éstas se convierten en signo de que sus poseedores  pertenecen a la clase de los grandes ricos.


La forma sígnica y el contenido significado por  los excedentes monetarios se transfieren a todo lo que se adquiere por medio de esos excedentes monetarios. Bill Gates hace grandes donaciones a organizaciones benéficas. Sin duda, esas donaciones son signos de que la persona que las hace es solidaria, pero también es signo de que su poseedor es un miembro de la clase de los grandes ricos.  Pero además de ser un signo de pertenencia a determinada clase, dichas obras de arte son también  signos de otras dos cosas más: por una parte, son signos de que sus poseedores tienen una gran poder económico, y por otra parte, son signos de que sus poseedores son cultos y con sensibilidad artística. Es posible que sus poseedores no sean cultos y que carezcan de sensibilidad artística, pero esto no quita que las obras de arte detenten aquel significado.

18 de diciembre de 2003.

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