China y el capitalismo

   "La realidad está, en principio, ahí delante de nosotros: sólo hay que abrir los ojos y no imaginar fantasmas”

China y sus empresas actúan en el mercado mundial como capitalistas, y no puede ser de otro modo. El mercado mundial es un mercado capitalista. No existe mercado mundial socialista. Así que un mercado capitalista no hay otra forma de actuar que no sea de forma capitalista. Y eso hace China. Es un imperativo práctico. Y si lo marxistas occidentales tienen algún pero por el camino seguido por China para construir el socialismo, que se pongan ellos mismos a hacer el socialismo en sus respectivos países. Si Europa fuera socialista, seguro que las posibilidades para crear un mercado mundial socialista serían muy grandes.

Los chinos hacen el socialismo como saben y pueden, mientras que los marxistas occidentales no hacen socialismo, sólo lo piensan. El socialismo en Europa occidental es sólo un socialismo pensado. Y con el pensamiento se puede construir el socialismo más puro y perfecto que uno pueda imaginar. Y de forma  continua el marxista de Europa occidental contrapone su socialismo pensado con el socialismo real chino. Y en este ámbito ocurre lo que en el fútbol: en las gradas, fuera del campo de juego, no se pierde un balón y se realizan todas las oportunidades de gol.  Es la eterna contradicción entre cómo son las cosas y cómo nos gustaría que fuesen.

El marxista occidental en vez de estudiar cómo es el socialismo real, se pone a imaginar como debería ser. Peca de idealista. Su punto de partida en el conocimiento no es la práctica del socialismo, sino las ideas puras sobre el socialismo. Y como la práctica del socialismo no concuerda con las ideas puras que ha prefijado en su mente, sufre un enorme desengaño  al contemplar la realidad del socialismo. Algunos abandonan el camino del socialismo y se pasan al camino del capitalismo, mientras que otros siguen agarrados a las ideas puras del socialismo y negando el socialismo real y existente. Así que los marxistas occidentales, de pretendidos materialistas que creen ser, continuamente se disuelven en renegados e idealistas.   

7 de octubre de 2005.