“La dialéctica exige que se tenga en cuenta, bajo todos los aspectos, las correlaciones en su desarrollo concreto, y no arrancar un trocito de un sitio y un trocito de otro sitio”. Dialéctica y eclecticismo. Ilích Ulianov, 1921.
Es cierto lo que dice Pablo González: Ilích Ulianov no habló del análisis particular de un caso particular, sino del análisis concreto de un caso concreto. No obstante, la definición de lo concreto y la explicación de su vinculación con lo particular que da Pablo no son acertadas.
Es conveniente que en nuestros debates establezcamos con claridad y precisión de qué contradicción se trata. Por ejemplo, en la crítica de Ilích Ulianov a Bujarin, de donde se ha tomado la cita que inicia este trabajo, se trata de la contradicción entre dialéctica y eclecticismo. En otros casos se tratará de la contradicción entre dialéctica y lógica formal. Y en otros de la contradicción entre dialéctica y metafísica. Es importante saber siempre, por lo tanto, de qué contradicción estamos tratando. Así Daniel me catalogó de mecanicismo y de estructuralismo rígido. Debemos suponer que incurro en un error de no concepción orgánica de los fenómenos, que es lo opuesto al mecanicismo, y en un error de no concepción funcional de los fenómenos, que es lo opuesto al estructuralismo. También afirma Daniel que yo no pienso de forma materialista y dialéctica. Debemos suponer entonces que pienso de forma idealista, que es el opuesto de materialismo, y en un error de formalismo, o de eclecticismo o de formalismo, que son los contrarios de dialéctico. Como se ve es fundamental, si queremos que nuestros debates estén regidos por el rigor, precisar la clase de contradicción que se trata.
Hay que saber en todo momento qué se opone a que. Ahondemos más en la materia: Ilích Ulianov critica a Bujarin de eclecticismo, pero está con él cuando Bujarín critica a Zinoviev y a Trotski de unilaterales. Ven de nuevo la necesidad de precisar la clase de contradicción que se trata. Ilích Ulianov tiene ese arte en lo sutil y en el detalle: supo captar que la oposición entre Bujarin, por una parte, y Zinoviev y Trotski por la otra, era la que enfrentaba la multilateralidad a la unilateralidad; mientras que la contradicción que Ilích Ulianov observó en Bujarin fue la que enfrenta la dialéctica al eclecticismo.
El objeto, cualquier objeto, como totalidad es un concreto, un conjunto de muchas determinaciones, mediaciones e interconexiones. Cada una de esas determinaciones, mediaciones e interconexiones son momentos o partes abstractas de esa totalidad. Aquí entonces se opone lo concreto a lo abstracto como la totalidad frente a sus partes. Distinta es esta contradicción de esta otra: cuando decimos de alguna persona que piensa de forma muy abstracta. En este caso estamos oponiendo lo abstracto a lo sensible, a lo práctico. Cuando Ilích Ulianov habla de un análisis concreto de un caso concreto, aquí está señalando el carácter determinado de las cosas. Es una cosa determinada en un momento determinado de su desarrollo y de su conexión con el resto del mundo. Concreción significa también en Ilích Ulianov análisis multilateral de los hechos que se quieren transformar, que con sus propias palabras nos advierte: “la exigencia de la multilateralidad nos prevendrá contra los errores y el anquilosamiento”. Por último, la contradicción que hay entre el pensamiento de Daniel y el mío, y en este tema que nos ocupa, es entre el estudio general de la contradicción entre relaciones de producción y fuerzas productivas y el estudio de un caso particular de determinación de las fuerzas productivas sobre las relaciones de producción.
20 de octubre de 2005
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