(Entre paréntesis digo que me encanta ver cómo Paul Krugman (ver suplemento de El País del 21 de marzo) pretende que EEUU se ponga duro con China, que presione a las autoridades chinas para que revalorice su renminbi; los acusa de manipular el mercado de divisas. Me alegra saber que EEUU ya no se siente dueño del mundo y que tiene que agachar la cabeza)
En el suplemento de El País referido arriba hay un artículo de Jeffrey Sachs titulado “La hora del impuesto Robin Hood”. Jeffrey Sachs puede ser catalogado como un socialista burgués; al menos en asuntos que tienen que ver con la actividad bancaria y con los pobres se comporta como un socialista burgués. Algunos acentuarán respecto del economista estadounidense lo de socialista, otros lo de burgués. Creo que si la izquierda radical fuera una fuerza poderosa y con amplia representación parlamentaria, habría que acentuar el lado burgués de Sachs; pero como la izquierda radical es una fuerza débil y carece de representación parlamentaria, deberíamos acentuar su lado socialista. Entendiendo siempre que es un socialismo pensado y propuesto desde coordenadas burguesas.
Sachs denuncia que en 2009 Wall Street obtuvo unos beneficios de 55.000 millones de dólares y que sus banqueros se repartieron 20.000 millones en concepto de bonus. Se alegra que los gobiernos de Francia, Alemania e Inglaterra promuevan la imposición de un impuesto a las actividades financieras; y cree que los ciudadanos deben movilizarse para tal fin. Defiende que el dinero recaudado por ese concepto debe ser empleado para reducir el déficit y para ayudar a los pobres. Considera, por último, que la actividad de los bancos es un servicio público; sin duda una idea socialista. A mí todas estas ideas me alegran, me motivan, me hacen ver que en el seno de la burguesía también se desarrollan tendencias socialistas.
Jeffrey D. Sachs está considerado una de las personalidades más influyentes del mundo. Desgraciadamente no tenemos una personalidad con la misma influencia en las filas de la izquierda radical. Por eso creo que merece nuestro reconocimiento y nuestro apoyo.
21 de marzo de 2010.
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