El gran error de Isaac Rosa, como el de muchos analistas de la izquierda radical, es muy sencillo: No parte de la conciencia social mayoritaria, que no desea el socialismo sino el capitalismo, sino de su propia conciencia. Y así la inconsciencia la presenta como resistencia o aguante.
Y el segundo error: que no piensa en qué se pueda hacer para fortalecer a IU, sino en cómo movilizar a la gente mediante prácticas básicas como las huelgas o las manifestaciones.
Hay que luchar por la conquista del poder y para eso son necesarias muchas cosas, pero por lo menos tener un partido de izquierda radical con representación parlamentaria.
Lo demás son suspiros, anhelos, esperanzas y muchas, pero que muchas, quijotadas.
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