Supongamos una economía donde no hay bancos y todos los pagos se realizan en efectivo y al contado. ¿Cuánto dinero necesitaríamos para que la economía funcionaria de modo fluido? El necesario para realizar los precios de las mercancías puestas a diario a la venta. Si se da el caso que la cantidad de dinero que ponemos en circulación es superior a la necesaria, se produciría inflación. Las mercancías verían incrementado sus precios y el dinero perdería valor. El valor de las mercancías no habría aumentado, sólo su precio.
Algo parecido sucede en la economía de los significados. Supongamos que los objetos de mundo tienen estipulado dos valores sígnicos: el valor de identidad y el valor conceptual. Supongamos que también tenemos estipulados la cantidad de palabras necesarias para expresar el valor de identidad y el valor conceptual de cada objeto. ¿Cuántas palabras serían necesarias poner en circulación? Pues las suficientes para expresar el valor de identidad y el valor conceptual de todos los objetos. Pero si ponemos en circulación más palabras de la necesaria, y esto es obra sobre todo de los especuladores, se produciría una inflación significativa. De este modo las palabras perderían valor: tanto para expresar la identidad como el concepto de los objetos.
(Por especulador entiendo dos cosas: una, aquellas personas que hablan con poco conocimiento del objeto referido o situación objetiva referida, y dos, aquellas personas que hacen uso de categorías que no dominan ni entienden plenamente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario