jueves, 22 de marzo de 2012

El punto espiritual propio

En el mundo de las relaciones humanas, especialmente en el ámbito de la producción espiritual, no siempre todo el mundo crece en la medida adecuada y posible. Sin intención o con ella, ciertos árboles impiden el crecimiento de otros árboles.  Es posible que yo sea uno de esos árboles que impiden el crecimiento de los otros, aunque no sea mi voluntad ni esté en mi conciencia producir ese resultado.

Yolanda formuló una pregunta sobre Goethe. Yo no respondí. Quedé a la espera de otras intervenciones. Ha respondido Pako Soler. Me ha alegrado mucho. Me han gustado sus dos mensajes: por su estilo, por su léxico y por su sintaxis.  No sé si su respuesta responde a las expectativas de Yolanda, pero es lo de menos. La clave es que aporta un color distinto al foro. De esto deben tomar conciencia todos los participantes del foro. Cada persona tiene su punto espiritual propio y debe atenerse a él. A la hora de pensar debe sentirse libre. No pensar en si hay una persona más preparada que él. Nunca se sabe dónde se da el mayor rendimiento. Puede que una persona con menos preparación acierte a ver un aspecto que el mejor preparado no ve.  
Hay una categoría que ha empleado Pako Soler y que le atribuye a Hegel por medio de Lukács,  la de “objetividad muerta”, que me ha intrigado. Nunca la he leído. Así que me puse a indagar en internet. Adolfo Sánchez Vázquez en su libro Filosofía de la praxis habla de ella. No tengo este texto. Pero me enteré que supuestamente Hegel hace uso de esa categoría en un libro titulado Filosofía Real. Lo tengo en mi biblioteca. Nunca lo había leído. Me he puesto desde esta misma mañana a estudiarlo y muy motivado. Así que agradezco a Pako Soler su respuesta. Todos necesitamos de todos.



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