domingo, 27 de enero de 2013

Ser, proceso y existencia

Transcribo en primer lugar las palabras de Santiago Martínez: “El ser entendido como verbo es una simple cópula que une el sujeto con el predicado. De hecho, ni el ser ni el estar, ni el amar ni el comer existen. Son simples ideas. Sustantivación se denomina a esa figura literaria. Lo que de verdad existe son los entes, el que es o existe, el que está, el que ama o come”.
 
El ser puede ser entendido en muchos sentidos y en más de los que entendió Aristóteles. El ser puede ser entendido como cópula, mejor como verbo copulativo, y también de forma sustantiva. Hablamos del ser humano para referirnos al hombre y a la mujer; hablamos del ser mesa para referirnos a la mesa; y hablamos del ser honesto para referirnos a la honestidad que suponemos en una persona. Hablar de si el ser existe o no existe no es adecuado en este marco teórico, en este marco lo adecuado con respecto a cierto hecho u objeto es preguntarse qué es y si existe.
Todo objeto tiene múltiples modos del ser –los sentidos nos informa de esta multiplicidad, los ojos del color, el oído del sonido,... –y cada modalidad tiene existencia. Si el ser no existiera, negaríamos entonces la existencia al color, al olor, a los sonidos, a la dureza, a la resistencia,…También las ideas, tanto si las consideramos en forma de imagen o en forma  de palabra, existen. Aquí la cuestión estriba en saber cuál es su modo peculiar de existencia.
En cierta tradición filosófica por ser se entiende todo lo que constituye el mundo exterior por oposición al mundo interior o mundo mental. Aquí por ser se entendería la naturaleza y el propio cuerpo de la persona que piensa, percibe, representa, etcétera.
Más allá de la física no está el más allá inaprehensible e incognoscible, sino todos los fenómenos sociales, económicos, políticos y culturales. Sobre la prima de riesgo o la deuda soberana, por ejemplo, nada nos puede decir la física, pero sí puede hacerlo la economía y la política.
Por último, cuando Santiago dice que el comer no existe sino la persona que come, niega la existencia de los procesos y sólo reconoce existencia al ser o ente. (En algunos casos utilizo "ente" y "ser" con el mismo significado). Pero todos los entes, incluidos el ser humano, son resultados de procesos de producción o creación.
 
 
 

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