viernes, 28 de abril de 2017

La circulación D-M-D en manos de una cooperativa

La fórmula D-M-D (Dinero-Mercancía-Dinero) representa la circulación del dinero como capital. Directamente representa al capital comercial, pero con algunas mediaciones o interrupciones también representa al capital industrial. Escogeremos como ejemplo el proceso industrial porque bajo el punto de vista económico es más sustancial que el comercio. Primero hablaremos de una industria que está en manos de un capitalista; y después de la misma industria pero en manos de una cooperativa.


El proceso D-M-D se compone de dos fases: D-M  y M-D. En la primera fase el capitalista se presenta en el mercado y compra dos clases diferentes de mercancías: por una parte, compra medios de producción, y por otra parte, fuerza de trabajo. Supongamos que esta fuerza de trabajo es propiedad de 20 trabajadores, que la jornada laboral es de 40 horas semanales y que cada uno de ellos cobra 1000 euros. Todo esto ocurre en el mercado. Se interrumpe el proceso de circulación y llega el proceso de producción. Durante un mes, descontado los sábados y domingos, los 20 trabajadores transforman una determinada cantidad de medios de producción en mercancías por valor de 40.000 euros. Por último, el capitalista logra vender la totalidad de estas mercancías justamente por 40.000 euros. Detallando las distintas partes del precio total de estas mercancías tendremos: 10.000 euros en medios de producción, 20.000 euros en fuerza de trabajo y 10.000 euros en plusvalor o plusvalía. Los 10.000 euros en plusvalía representa el plustrabajo creado por los 20 trabajadores durante un mes y apropiado por el propietario de la empresa. Advierto al lector que esto es una visión simplificada de lo que sucede en realidad. Pero para el problema que aquí analizamos esta simplificación es plenamente válida.

¿Qué modificaciones experimenta la fórmula D-M-D si en vez de considerar que la propiedad de la empresa está en manos de un capitalista consideramos que es propiedad de una cooperativa? Las diferencias no afectan a la forma económica, puesto que consideramos que la riqueza se sigue produciendo en forma mercantil, pero sí al contenido económico. También podríamos decir que la diferencia no afecta a la forma mercantil pero sí a la forma de capital. En principio podríamos afirmar que la riqueza de esta empresa se seguiría produciendo en forma de mercancía, pero no en forma de capital. Después veremos que esta afirmación tiene algunos matices. Supongamos que la empresa en vez de estar en manos del capitalista antes considerado está en manos de los 20 trabajadores contratados. Como antes el proceso total se divide en dos fases: D-M  y M-D.  Al analizar la primera fase, D-M, el intercambio de dinero por medios de producción y fuerza de trabajo, observamos que el intercambio de dinero por medios de producción transcurre de igual forma que cuando consideramos al capitalista individual, sin embargo, cuando consideramos el intercambio de dinero por fuerza de trabajo hay un cambio sustancial: el propietario del dinero y el propietario de la fuerza de trabajo es el mismo: los veinte trabajadores. Los veinte trabajadores en su calidad de propietarios de la empresa se compran a sí mismo su fuerza de trabajo por un periodo determinado. Es necesario conservar la doble condición de estos veinte trabajadores: por una parte, son propietarios de la empresa, y por la otra, son propietarios de la fuerza de trabajo. Tampoco sufre modificación el proceso de producción, al igual que antes los 20 trabajadores transforman durante un mes una determinada cantidad de medios de producción en mercancías por valor de 40.000 euros. El proceso de venta de estas mercancías tampoco cambia su índole con el caso anterior: las mercancías son vendidas en su totalidad por 40.000 euros. Y las distintas partes del precio de venta total de esas mercancías siguen siendo igualmente las mismas: 10.000 euros en los medios de producción consumidos, 20.000 euros en salarios y 10.000 euros en plusvalía. ¿En qué consiste la diferencia entre el caso anterior donde la propiedad de la empresa estaba en manos de un capitalista individual y ahora está en manos de los 20 trabajadores? En que ahora los propietarios de los 10.000 euros de plusvalía son sus creadores: los 20 trabajadores. No entramos ahora a detallar con todo el rigor necesario el destino de estos 10.000 euros, pero de modo general pueden repartírselo de la siguiente manera: una cantidad de fondo de reserva, otra cantidad para mejorar las instalaciones y el resto a repartir como dividendos entre los 20 trabajadores.

En la realidad una vez que la plusvalía se transforma en ganancia y el capital constante y el capital variables se transforma en precio de costo, ninguna empresa se apropia del plusvalor que ella particularmente ha creado sino de una suma que puede estar por encima o por debajo del creado según sea la composición orgánica del capital. También hay determinadas coyunturas del mercado que permite a algunas empresas situarse en una posición de monopolio natural y vender a unos precios por encima del valor de las mercancías producidas. Supongamos que por razones varias nuestra cooperativa tiene la posibilidad y la suerte de vender sus mercancías por 50.000 euros. De tal modo que en vez de apropiarse solo de los 10.000 euros en plusvalor creado por los 20 empleados de la cooperativa se apropia además de 10.000 euros de plusvalor social. En este caso la máscara económica que adoptan los 20 trabajadores en relación con estos 10.000 euros de plusvalor social no es la de un obrero colectivo sino la de un capitalista colectivo.

Supongamos ahora que como causa de la competencia y de las vicisitudes del mercado nuestra cooperativa se ve obligada a aumentar la escala de su negocio y necesita contratar a 5 empleados más. Surge aquí un dilema: bajo que condición son contratados estos 5 nuevos empleados. Es más que probable que los 20 empleados de la cooperativa, en quienes de modo inevitable se ha desarrollado el sentimiento de propiedad, se nieguen a que estos 5 nuevos empleados sean además accionistas de la cooperativa con los mismos derechos de propiedad que ellos. De manera que deciden contratarlo sencillamente como empleados y no les reconocen ningún derecho de propiedad sobre la cooperativa. En este caso los 20 empleados de la cooperativa se comportan como en el caso anterior no como un obrero colectivo sino como un capitalista colectivo.

Las cooperativas dentro de un mundo capitalista no pueden evitar la influencia de las formas capitalistas. No se trata de negar la necesidad de las mismas, pero sí de ver sus limitaciones. Las ilusiones y los deseos no deben en ningún caso sustituir el análisis frío de la realidad y sus tendencias. La tendencia natural de la forma mercantil es transformarse en capital. Así que mientras que la riqueza se siga produciendo como mercancía, esa tendencia seguirá siempre presente, mucho más cuando es el caso de las islas socialistas (las cooperativas) en el ancho mar del capitalismo. Se trata repito de reconocer la verdad de las cosas, no de teñirlas de falsedades por los deseos e ilusiones socialistas. Un principio filosófico a lo que los marxistas nunca deben renunciar es al materialismo, esto es, a reconocer que la verdad se busca en la práctica y no en las ideas.



3 comentarios:

  1. Hola Francisco, gracias por responder en un articulo su opinión sobre el tema de producción desde una cooperativa, plantadas a raíz de las lecturas de anarquismo de mercado, donde se debaten estas situaciones.

    Lo primero es que estoy de acuerdo con la conclusión de que esta cooperativa terminaria cayendo en lógicas capitalistas en cuanto a necesidad de crecimiento bajo las reglas capitalistas, casos de fabricas o emrpesas de propiedad de trabajadores hay de sobra. Yo lo veo más bien como practicas donde se puede ejercitar y desarrollar el ingenio de los trabajadores hoy en día.

    Lo que yo proponia era esta dualidad trabajador-”capitalista” bajo un sistema o modelo socialista nacional, es decir con normas sociales, leyes regulatorias y antimonopólicas, con grandes industrias nacionales, capaces en estar en el comercio exterior y que exista importación desde otros países y no se vuelva una isla como lo fueron las experiencias de socialismo real. Y QUE SOBRE TODO SEA PROHIBIDO TODO TIPO DE EXPLOTACIÓN Y MONOPOLIO.

    Es decir una cooperativa, o un emprendedor (en su sentido más natural, alguien que desarrolle un negocio por gusto y aporte social), que se cree en una sociedad bajo control popular (puede ser a escala municipal) y que tenga ciertas reglas, que por ejemplo si se quiere sumar otro accionista a estos 20 trabajadores, debe aportar un capital correspondiente y no solo su mano de obra, o que sea la misma comunidad a traves de su ejercicio de poder y decisión que pase a funcionar como un accionista más aportando el capital correspondiente para esa coopertaiva, entre muchos otros ejemplos.

    Lo que me interesaba saber las complicaciones que podría tener alguna vez esta coopertiva en ejercicio de un mercado liberadora (quizás aquí sea el punto de conflicto mayor). La verdad yo creo que parte del desarrollo humano debe ver también con la creación de valor, innovación, tecnología, que claramente la sociedad bajo sus empresas socializadas (a diferencia de lo que podrian ser empresas estatales y lógica burocrática, por eso ocupo la lógica anarquista) sean la vanguardia en tecnologia y mejora de producción, pero la sociedad también podria tener la libertad de ocupar su ingenio en dinamizar la economía a través de creaciones o mejoras de bienes y servicios.

    Siguiendo el ejemplo del articulo, esta cooperativa decide reinvertir los 10.000 (dejando los gatos de reparaciones extraido de una parte de los sueldos de los mismos trabajadores) y se desean sumar nuevos socios, estos se verian obligados a aportar una parte igual del capital total (40.000). es decir los 5 socios nuevos, deberian aportar 2.000 cada uno, sumando en total 50.000 euros. Y suponiendo que son PYMES, no deberia ser mayor reto. Quizás queden muchos otros detalles, como de el tema del capital financiero, si es que existiria algún tipo de banco para prestamos de este tipo (con un nivel de interés no usurero y que sirva para costear costos operativos y de sueldos de sus trabajadores) o hasta que nivel se podria permitir crecer esta coopertiva y que no termine absorviendo o comprando otras empresas o el tema de venta de sus bienes en el extranjero, etc.

    Recalcando sus propias palabras “La tendencia natural de la forma mercantil es transformarse en capital. Así que mientras que la riqueza se siga produciendo como mercancía, esa tendencia seguirá siempre presente...” ¿pero si esta riqueza queda en mano de trabajadores en una sociedad que prohiba la explotación?
    ¿Qué tan viable o que tan lejos podría llegar este modelo de capitalización de libre mercado, recalcando que capital, capitalización y capitalismo no son lo mismo, siendo este último el que debe ser abolido en nombre de libertad (no liberal) y el socialismo (no burocrático)?

    Saludos y disculpe que me haya explayado tanto.

    ResponderEliminar
  2. Como siempre buen artículo y gran análisis. Sólo que no me parece muy científico hacer suposiciones sobre cómo se desarrollaría en el futuro este tipo de empresas. Entiendo que habría que aportar datos o al menos un buen número de ejemplos pasados para apoyar tal afirmación.

    Como bien se señala al final del artículo: "Un principio filosófico a lo que los marxistas nunca deben renunciar es al materialismo, esto es, a reconocer que la verdad se busca en la práctica y no en las ideas".

    Por lo tanto, la suposición entra en el ámbito de las ideas y, en el caso concreto de este artículo no se apoya en la práctica (datos).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Marcos:
      El artículo si se basa en la práctica, que no es otra que la práctica mercantil. También se basa en la práctica el hecho de que toda empresa tiende a crecer; si no lo hace, se estanca y desaparece del mercado. O al menos tiene que ocupar una determinada cuota de mercado, pero siempre cuidándose de que la competencia no le reduzca su cuota con un producto de mejor calidad y mejor precio. Y, por último, también se basa en la práctica el sentimiento de propiedad y que a los nuevos trabajadores contratados se les niegue el derecho de propiedad. Cosa distinta es que el Estado promueva una ley donde a partir de los 10 años de trabajar en una cooperativa se le conceda al nuevo trabajador el derecho a ser propietario de una determinada cantidad de acciones. El precio de dichas acciones también está por determinar. Así que el artículo que he elaborado se basa en la práctica mercantil y la práctica capitalista, de la que los trabajadores también forman parte. Préstese atención que a los salarios Marx también los denomina capital variable, esto es, capital.

      Eliminar