El teórico construye el mundo mediante conceptos.
Pero en los conceptos hay que distinguir dos aspectos: el objeto del concepto y
el contenido del concepto. Así por valor de uso entendemos una cosa que por sus
propiedades satisface necesidades humanas. El objeto del concepto es “valor de
uso”, mientras que el contenido del concepto es “cosa que por sus propiedades
satisface necesidades humanas”. Esta distinción es muy importante y muchos
teóricos cometen errores importantes a este respecto. Marx y Wagner, por
ejemplo, hacen uso de dos objetos conceptuales iguales, “valor de uso” y “valor
de cambio”, pero los contenidos conceptuales atribuidos a esos dos objetos
conceptuales por Marx y Wagner no son los mismos. Aclaro que el contenido
conceptual que antes atribuí al objeto conceptual “valor de uso” no agota todo
el contenido conceptual de dicho objeto. Más adelante lo pondré de relieve.
Las abreviaturas conceptuales
En economía marxista todo el mundo hace uso de la
expresión “trabajo humano abstracto”. Si
a un lector no versado en economía marxista le preguntáramos qué ve o se
representa con la expresión “trabajo humano abstracto”, inevitablemente nos
responderá que no se puede representar nada con claridad. “Trabajo humano
abstracto” es una abreviatura conceptual de la expresión “gastos de fuerza de
trabajo humana sin tener en cuenta la forma en que se ha gastado, en
agricultura, en la industria, en la ganadería…”. A esta expresión la
denominaremos expresión conceptual desplegada. Si ahora al lector le
preguntáramos qué se representa con la expresión conceptual desplegada, nos
contestará que se representa con claridad la intensión significativa de esa
expresión. Y entiende ahora por qué se denomina abstracto al trabajo humano:
porque se hace abstracción de las formas particulares en que se ha gastado la
fuerza de trabajo humana. El teórico riguroso debe evitar de entrada las
abreviaturas conceptuales. Debe primero exponer las expresión conceptual
desplegada y después las abreviaturas conceptuales. El lector se preguntará si
se podría evitar el uso de las abreviaturas conceptuales. Yo le respondo que
no. Para formar posteriores juicios es sintácticamente más fácil hacerlo con
las abreviaturas conceptuales que hacerlo con las expresiones conceptuales
desplegadas.
Wagner y el valor de uso
Wagner, según Marx, “me clasifica a mí (a Marx)
entre aquellos para quienes el valor de uso debe ser desterrado radicalmente de
la ciencia”. Quien haya leído El Capital sabrá
que esto es un puro invento de Wagner. Entre otras cosas, Marx le replica de
esta forma: “…la propia plusvalía se deriva del valor de uso de la fuerza de
trabajo”. Sabemos por Marx que el uso de la fuerza de trabajo es la que crea,
además de valor de uso, valor. Y como la plusvalía no es más que una parte del
valor total de la mercancía, la plusvalía es una creación del uso de la fuerza
de trabajo. A esto me refería antes: aunque Wagner usa el mismo objeto
conceptual que Marx, por ejemplo, “valor de uso”, no le atribuye todos los
contenidos conceptuales que le atribuye Marx, por ejemplo, que el uso de un
valor de uso específico, la fuerza de trabajo, es la creadora del valor.
Valor y valor de cambio
Hablaré previamente de estos dos conceptos para que
después se entienda mejor la crítica de Marx a Wagner. Cuando consideramos a la
mercancía de forma aislada, distinguimos en ella dos lados: el valor de uso y
el valor. Cuando hablamos del valor de
cambio, hablamos de la relación de cambio de las mercancías. El valor de cambio
es la forma del valor. Así que debemos distinguir con claridad el valor de las
formas del valor. Y Wagner como tantos otros economistas no distinguen con
claridad que una cosa es el valor y otra la forma del valor. He dicho en muchos
ocasiones que la mayor parte de El
Capital está dedicado al estudio de las formas del valor. Para dejar claro
que significa la forma del valor, expondré sus determinaciones más simples. Una
mercancía no puede expresar por si misma su valor, necesita de otra mercancía
para poder hacerlo. De la mercancía que expresa su valor, diremos que está en
forma relativa de valor; mientras que de la mercancía que sirve de material de
expresión de valor, diremos que está en forma de equivalente de valor. De hecho
la forma de equivalente evoluciona hasta constituirse en equivalente general,
esto es, en dinero.
La crítica de Marx a Wagner
Transcribiré primero la cita y después enumeraré sus
ideas principales. Así si el lector no la entiende muy bien, no debe
preocuparse porque después yo la detallaré en sus parte principales. El trabajo
de Marx se titula Glosas de Marx a Wagner,
contenido en Escritos Económicos Menores,
páginas 409-410, de la editorial Fondo de Cultura Económica.
“Yo no hablo
en parte alguna de la “sustancia social común del valor de cambio”; lo que
digo más bien es que los valores de cambio (ya que el valor de cambio no existe
sin que haya dos o más) representan algo común a ellos, algo totalmente
independiente de sus valores de uso, a saber: el valor. De aquí que se diga:
“Lo común, lo que se representa en la proporción de cambio de la mercancía es,
por tanto, su valor. El curso de nuestra investigación nos llevará de nuevo
ante el valor de cambio como el necesario modo de expresión o forma de
manifestación del valor; pero primero, el valor de ser considerado
independientemente de esta forma”. Yo no
digo, por tanto, que la “sustancia social común del valor de cambio” sea el
“trabajo”; y como trato por extenso, en un apartado especial, de la forma
del valor, es decir, del desarrollo del valor de cambio, sería peregrino
pretender reducir esta “forma” a la “sustancia social común", al trabajo.
El señor Wagner olvida también que para mí no son sujetos ni el “valor” ni el
“valor de cambio”, sino que lo es solamente la mercancía”.
Hay ciertos marxistas que cometen dos errores
fundamentales al leer esta cita: una, hacen una errónea interpretación de la
afirmación de Marx “yo no digo, por tanto, que la sustancia social común del
valor de cambio sea el trabajo”, y dos, desconocen cuál es la diferencia
teórica fundamental entre Marx y Wagner referido a ese tema.
Concepto y realidad
En su análisis Wagner parte del concepto, mientras
que Marx parte de la realidad. Wagner parte del concepto de valor y luego lo
divide en dos: en valor de uso y en valor de cambio. Mientras que Marx parte de
la mercancía en su concreción y luego descubre que tiene dos lados: valor de
uso y valor de cambio. Pero trayendo a colación una cita de El Capital, Marx nos advierte: “Al
comenzar este capítulo decíamos, lisa y llanamente, que la mercancía es valor
de uso y valor de cambio, pero esto es, en rigor, faso. La mercancía es valor
de uso u objeto de uso y valor”. Después aclara que el valor de cambio es la
forma de manifestarse el valor.
Dice Marx en la cita objeto de debate: “El señor
Wagner olvida también que para mí no son sujetos ni el “valor” ni el “valor de
cambio”, sino que lo es solamente la mercancía”. Esta idea es clave: el
sujeto-objeto de la teorización de Marx es la mercancía. No es como, supone
Wagner, el valor de uso ni el valor. No debe confundirse este hecho, que el
sujeto-objeto de El Capital sea la
mercancía, con el hecho de que el valor y el valor de uso sean sujetos
gramaticales en un sinfín de oraciones de El
Capital.
Confusión sobre el blanco al que se dispara
En la expresión “Yo no digo, por tanto, que la sustancia
social común del valor de cambio sea el “trabajo”, la crítica no va dirigida
contra el contenido conceptual “sustancia social común”, sino contra otro
contenido: “el valor de cambio”. El error de Wagner consiste en atribuirle al valor de cambio un contenido conceptual
que no le corresponde. Puesto que la sustancia social común de los valores, no
de los valores de cambio, sí es el trabajo humano abstracto. Así que resulta
absurdo, como dice Marx, reducir el valor de cambio, esto es, la forma del
valor, a “la sustancia social común”. En primer lugar, porque el valor se debe
analizar primero independientemente de su forma de manifestarse, esto es, del
valor de cambio, y en segundo lugar, porque
es mediante ese análisis cuando se demuestra que el contenido del valor es el
trabajo humano abstracto. Después de realizar el proceso de abstracción,
después de restarle el valor de uso a la mercancía y restarle al producto del
trabajo el trabajo útil, Marx concluye: “Estas
cosas no representan ahora más que el hecho que en su producción se gastó
fuerza de trabajo humana, que se ha acumulado trabajo humano. Como
cristalizaciones de esta sustancia social común a ellas son valores, valores de
mercancías”.
Por qué Marx denomina al trabajo humano abstracto
con la categoría filosófica “sustancia”, sería otro tema a debatir. Solo
señalaré, y es casi lo principal, que la concepción de Marx sobre la sustancia
la hereda de Hegel, donde es concebida como proceso.
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