El concepto de utilidad marginal fue elaborado por Stanley Jevons, uno de los padres de la economía convencional. Mientras que Marx distingue con claridad la utilidad de una cosa de la satisfacción de la necesidad que procura la utilidad de dicha cosa, en la economía convencional el concepto de utilidad es equivalente al concepto de satisfacción.
Los economistas convencionales quieren dar una explicación científica del comportamiento del consumidor. Y para describir la manera en que los consumidores eligen entre las diferentes posibilidades de consumo, hacen uso del concepto de utilidad. Y de ese modo elaboran la curva de demanda y explican sus propiedades.
Analicemos, por ejemplo, la demanda de dulces para la señora Margarita. El primer dulce que se come le reportará mucha utilidad o satisfacción, el segundo le reportará un poco menos de utilidad o satisfacción, el tercero le reportará aún menos satisfacción, hasta que llegue al punto en que una unidad más de dulce le reporte una utilidad o satisfacción cero.
La expresión “marginal” y la expresión “adicional” tienen en economía convencional prácticamente el mismo sentido. De ahí que la utilidad marginal se defina como la utilidad adicional que reporta el consumo de una unidad adicional de un bien. Y la ley de la utilidad marginal decreciente establece que a medida que aumenta la cantidad consumida de un bien, su utilidad o satisfacción marginal disminuye. Con cada nuevo dulce que se come la señora Margarita, la utilidad marginal que le reporta disminuye.
Sin duda que el análisis del comportamiento del consumidor es fundamental en economía. Sin duda que también es importante el concepto de grado de satisfacción de la necesidad en el análisis de ese comportamiento. No obstante, de lo que tampoco debe caber duda es que hacer equivalente el concepto de satisfacción al concepto de utilidad es un grave error teórico. Pero como la economía convencional carece de espíritu filosófico crítico, sigue usando el concepto de utilidad sin someterlo previamente a crítica epistemológica.
22 de enero de 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario