Me he acercado a los textos de Martín Lutero de la
mano de Marx. Cuando he leído las citas de Lutero en los textos de Marx me han
impresionado. En el mundo no sólo existen los marxistas y el pensamiento de los
marxistas. Es más: el pensamiento marxista no es posible sin la participación de
muchos otros pensadores que le han precedido y le han sucedido. Me hice hace
algunos años con dos textos de Lutero: Escritos
políticos y Sobre el comercio y la
usura. Si pudiera, me haría con todos los libros de Lutero. Ojalá algunas
editoriales publicaran toda su producción teórica. Es un pensador profundo y
radical. Su calidad literaria es de alto nivel. Nunca leo a los demás
pensadores con los anteojos prejuiciosos del marxista puro. Nada de eso. Todo
lo contrario. Me desprendo de todos los ropajes ideológicos antes de sumergirme
de lleno en el pensamiento del autor que estudio. Trato de vivir su espíritu y
aprender de su saber y de su sentir. Lutero no es cualquier pensador y debe uno
leerlo previamente antes de hacer juicios apresurados y espontáneos. No
cuestiono que pueda ser criticado; pero si no se le conoce, hay que medir mucho
lo que se dice.
Les transcribo unas palabras de Lutero extraídas de
su libro Escritos políticos con el
propósito de ubicarlo en el ámbito de las contradicciones donde en realidad desempeñó su
papel:
“Se han inventado que el papa, los obispos, los
sacerdotes y los habitantes de los conventos se denominan el orden eclesiástico
y los príncipes, los señores, los artesanos y los campesinos forman el orden
seglar, lo cual es una sutil y brillante fantasía; pero nadie debe apocarse por
ello por la siguiente razón: todos los cristianos pertenecen en verdad al mismo
orden y no hay entre ellos ninguna diferencia excepto la del cargo, como dice
Pablo (1 Corintios 12,12 y s.): todos
juntos somos un cuerpo, pero cada miembro tiene su propia función con la que
sirve a los otros; esto resulta del hecho de que tenemos un solo bautismo, un
solo Evangelio, una sola fe y somos cristianos iguales, pues el Evangelio, el
bautismo y la fe es lo único que convierte a los hombres en eclesiásticos y
cristianos. El hecho de que el papa o el obispo unjan, hagan la tonsura, ordenen,
consagren, vistan de manera diferente al laico, puede convertir a uno en un
hipócrita o en un pasmarote, pero no puede hacer nunca un hombre o un
eclesiástico. Por ello, todos nosotros somos ordenados sacerdotes por el
bautismo,…”
¿De qué contradicción habla Lutero? De la existente
entre el orden eclesiástico y el orden seglar. ¿Qué clases y sectores sociales
pertenecen al orden eclesiástico? El papa, los obispos, los sacerdotes y los
habitantes de los conventos. ¿Qué clases y sectores sociales pertenecen al
orden seglar? Los príncipes, los señores, los campesinos y los artesanos. ¿Qué
pretende Lutero? Derribar esa muralla. Cómo pretende lograrlo: por medio de la
rebelión del orden seglar frente al orden eclesiástico. ¿Y cual es su
argumento? La palabra del Evangelio: todos nosotros somos ordenados sacerdotes
por medio del bautismo. Hay que tener muy en cuenta de que aquí no se trata de
la contradicción entre nobleza y campesinos independientes ni de la
contradicción entre señores feudales y siervos. Lutero apuntaba hacia el poder
del papa. Ojalá en el mundo de hoy surgiera un Lutero que atacara al poder de
Roma con su fuerza y convicción.
Sin duda que Lutero se mueve en el ámbito de la
religión y quiere desenvolver su crítica en ese mundo. Pero esto también le
ocurría a Müntzer. Pero esto es lógico: en la Edad Media la ideología dominante
era la religión y no la economía política como sucede en las sociedades
capitalistas. Así que en estos casos
haremos bien en distinguir el contenido de la forma religiosa que revisten los
fenómenos sociales. Pero esto no debería implicar de ningún modo el desprecio
por la forma religiosa. No podemos despreciar ningún estadio de desarrollo de
la humanidad porque el socialismo sólo es posible sobre la base de las
conquistas humanas obtenidas en esos estadios. Tampoco la concepción de la
lucha de clases debe estar impregnada de simplicidades. Si caemos en ese error,
en pensar que la lucha de clases lo impregna todo y que todo se reduce a dos
clases homogéneas y una frente a otra, tendremos una equívoca representación
del mundo.
(Todo esto que digo no quita que en la lucha entre
nobleza y campesinos independientes Lutero tomara partido por los primeros.
Pero esto es otro asunto al que en su momento le dedicaré unas palabras. Que
exista contradicción entre nobleza y campesinado independiente no borra la
contradicción entre poder eclesiástico y poder seglar. No se debe perder de
vista, por ejemplo, que el poder seglar en EEUU es tan poderoso que es
imposible ver un mandatario de ese país que se declare abiertamente ateo. Así
que las cosas tienen siempre muchos lados. Pero cuando estamos analizando un
lado, debemos concentrarnos en ese lado y no despistarnos con otros lados)
Una pequeña reflexión algo improvisada. Me pareció especialmente bella la expresión: "Trato de vivir su espíritu y aprender de su saber y de su sentir". Me resulta especialmente dificil desprenderme del ropaje ideológico cuando trato de meterme en el pensamiento del otro. Cuando uno ha vivido y sentido profundamente el pensamiento del otro, el espiritu del otro forma parte del espiritu del uno. Y resulta especialmenete dificil desprenderse del espiritu propio cuando se quiere pensar y sentir al otro, e incluso cuando se quiere pensar y sentir profundamente lo otro.
ResponderEliminarSaludos. Jerónimo.