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domingo, 15 de junio de 2008

Algunas verdades elementales sobre el materialismo dialéctico

Si voy por el campo y pregunto qué flor es esa y mi acompañante me dice que es una rosa, no sé qué es esa flor. Sólo sé que se llama rosa.
Igual sucede con el nombre materialismo dialéctico. Sólo con el nombre no puedo saber qué es el materialismo dialéctico como línea filosófica del pensamiento. Sólo sé que se llama de ese modo. Lo que se sabe de una cosa sólo se sabe por el predicado, no por el nombre. Cuando preguntamos por el ser de una cosa, la respuesta debemos hallarla en el predicado, no en el nombre. De manera que en este foro han querido determinar que Marx no fue materialista dialéctico sencillamente porque él no se autodenominó así. La clave está en saber cuál es el contenido conceptual del materialismo dialéctico y no en saber cuál es nombre del objeto de dicho concepto.

De las propias tesis de Marx sobre Feuerbach se puede deducir que Marx era un pensador materialista dialéctico. Marx comparte con Feuerbach que el punto de partida del conocimiento es la sensibilidad. Hasta ahí Marx y Feuerbach son materialistas del mismo género. Pero Marx critica a Feuerbach por concebir la sensibilidad en forma contemplativa y no en forma práctica. Dicho de otra forma: Feuerbach concibe, por ejemplo, a la mesa en la forma del ser, como un objeto dado a la percepción, mientras que Marx concibe el proceso de trabajo que creó esa mesa. Por eso Marx es dialéctico: porque concibe los objetos como procesos. No sólo ve el objeto que está delante de sus ojos, sino el proceso que lo engendró.

Así que Marx es materialista y dialéctico. Es materialista porque defiende que el punto de partida del conocimiento es la sensibilidad, y es dialéctico porque concibe el objeto de la sensibilidad como proceso. El concepto de materialismo dialéctico tiene muchos más contenidos o aspectos, pero en ocasiones basta con dominar y tener claro algunos de ellos. Más vale saber poco pero con claridad y precisión, que aparentar saber mucho llenando de oscuridad y contingencia los debates.

Atiendan a lo que dice José Luís en su último mensaje: “no entiendo bien qué es lo que estamos discutiendo”. Así es, querido José Luís, en ocasiones se originan unos debates donde se quieren decir tantas cosas, se dispara en tantas direcciones, que al final no se sabe donde se está.  Tendría que haber más mesura en lo que se expone, decir menos cosas, pero con mayor profundidad y precisión. Si no, el caos se adueñará de nuestros campos de batalla.

14 de febrero de 2008.

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