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miércoles, 29 de abril de 2020

Lenin: en el 150 años de su nacimiento


Estudié los textos de Lenin de manera intensiva en el periodo 1975-1980. En los tres últimos años de ese periodo estudié sus obras completas, que me proporcionaron una visión más compleja y rica del pensamiento leninista respecto a la que me proporcionaron los tres tomos de sus obras escogidas de la Editorial Progreso, textos fundamentalmente centrados en la lucha de clases. (Por supuesto que no estudié todos los artículos de los 42 tomos que constituyen las obras completas de Lenin). Desde aquel entonces estudio de manera periódica algunos textos que en mi educación teórica han sido decisivos: Los textos dedicados al análisis de las formas mercantiles y de la creación del mercado interior capitalista así como los textos dedicados al contenido económico de la ideología de las distintas clases de Rusia de aquel entonces, donde Lenin demuestra tener un gran dominio de El Capital de Karl Marx; los textos dedicados a la Nueva Economía Política (NEP), claves para entender la transición económica entre capitalismo y socialismo; los textos dedicados al análisis del socialismo utópico y reaccionario, en especial su texto Dos utopías y todos los artículos dedicados a la crítica de los eseristas; los textos dedicados al análisis de los partidos políticos rusos en la etapa parlamentaria; los textos dedicados al pensamiento dialéctico, en especial Escuela y Aparato; y los textos dedicados a la filosofía, en especial sus Cuadernos Filosóficos, donde Lenin demuestra un sentido práctico en la lectura de los textos de Hegel prodigioso.

viernes, 24 de abril de 2020

La universalidad absoluta: Anunciar la gloria del ser humano y manifestar su majestad


Hoy les obsequiaré con una cita del Hegel tomada del tomo I de su obra Lecciones sobre filosofía de la religión. Antes que nada debemos percibir a  Dios de manera antropológica. ¿Qué significa esta propuesta? Que debemos ver a Dios como un ser humano idealizado. En Dios no encontramos ninguna cualidad, virtud o fuerza que no se de en los seres humanos. Hablemos de la idea de que Dios creó el mundo. Pensemos en los seres humanos cuando apenas se distinguían de los animales y anotemos en una libreta con ilustraciones todas las cosas que han hecho desde ese entonces. Podremos observar que las creaciones del ser humano a lo largo de muchos siglos son impresionantes y parecen no tener límites. De muchas construcciones de la antigüedad nos asombramos: las pirámides egipcias, el coliseo romano o más recientemente las grandes catedrales góticas. Y en la actualidad pensemos en las grandes obras de ingenierías, los gigantescos puentes y petroleros, en los poderosos medios de transportes, la televisión, los grandes medios de comunicación, las imparables conquistas de la ciencia, el arte y hasta en la misma religión. Si bien podemos dudar de manera razonable de que Dios creó el mundo natural y al propio ser humano, de lo que no podemos dudar es del inmenso y todopoderoso mundo objetivo creado por el ser humano. Así que el punto de partida en el pensamiento religioso ha sido al revés de cómo el propio pensamiento religioso nos quiere presentar las cosas. Una vez que los seres humanos comprueban el todopoderoso mundo objetivo que han creado con su inteligencia, deducen que la naturaleza tuvo que ser creada igualmente por alguna inteligencia. De ahí la necesidad de pensar que tras la naturaleza exista un Dios. Pero cuando nos hablan de este Dios no mencionan nada que se de en él que no se de en los seres humanos. Lo único que sucede es que aquello que se da en los seres humanos de manera limitada y finita, se presenta en Dios de forma ilimitada e infinita. Pero esa infinitud que se presenta en Dios, también se da en el pensamiento. En el pensamiento ayudado por la imaginación todo puede darse y del mejor modo posible. Así que Dios bajo el punto de vista conceptual no es más que una creación del pensamiento humano. Partiendo de esta base, allí donde Hegel escribe Dios, yo lo he sustituido por ser humano.

domingo, 19 de abril de 2020

La identidad


(Una pequeña aclaración por las aportaciones de Siruja  y Andrés a mi trabajo El marxismo y la actualidad).

jueves, 16 de abril de 2020

La crisis del coronavirus: todos tenemos que cambiar


La producción de valores de uso o bienes no cambia su índole general por el hecho de que se efectúe para el capitalista y bajo su control”. El Capital. Karl Marx.

domingo, 12 de abril de 2020

Formas de la conciencia


En ocasiones el pequeño saber se vuelve fundamental. O mejor dicho: el pequeño saber siempre es fundamental y decisivo.  Pero hay que saber apreciar lo pequeño. Hay mentes que solo están dispuestas para lo grande, pero no están preparadas para ello. Desprecian lo pequeño y lo elemental. Estos intelectuales se creen que están a una altura a la que en realidad no están. No saben que la esencia de la creación estriba en que lo grande se construye desde y con lo pequeño. Pero hay más: no saben saborear lo pequeño y no lo digieren bien. Lo mastican poco. Lo ven todo muy fácil y su pensamiento se vuelve volátil, especulativo y carente de forma.

sábado, 4 de abril de 2020

A propósito del coronavirus: existencia y esencia


Hoy les hablo como trabajador y no como intelectual, hoy les hablo desde la particularidad y no desde la generalidad. Aunque soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, toda mi vida, desde los 22 años, he trabajado en el mundo de la pequeña empresa privada. Como estoy dentro de la población de riesgo no me ha quedado más remedio que trabajar desde mi casa. Me sigo levantando a las cinco y media de la mañana y desde esa hora tengo que pensar en la empresa. En mi empresa se ha aplicado un ERTE. Muchas trabajadoras y trabajadores querían entrar en el ERTE por miedo al virus y por estar cerca de su familia. Todos los que han entrado en el ERTE han perdido el 25 por ciento de sus ingresos mensuales. Y todos ellos, los que están trabajando y los que no, están atenazados por el miedo al futuro: sobre sus conciencias pesa la posibilidad de perder el trabajo.

jueves, 2 de abril de 2020

Tendencias y realidad


La crisis del coronavirus es presentada por algunos líderes teóricos de la izquierda radical como una crisis del capitalismo y como una crisis del neoliberalismo. Es cierto que la crisis de coronavirus pone de manifiesto los límites del capitalismo,  pero no por ello se demuestra que en una sociedad socialista ese problema sanitario no se presentaría. ¿Por qué? Porque en la actualidad no existe ninguna sociedad socialista. De manera que ahí solo se está contraponiendo los hechos realmente existentes, la realidad de las economías mixtas bajo el predominio del capitalismo, con el pensamiento sobre el socialismo, donde supuestamente las cosas ocurrirían de un modo distinto a como están ocurriendo. Pero no es nada científico contraponer lo realmente existente con ideas que carecen de realidad.