Estudié los textos de Lenin de manera intensiva en
el periodo 1975-1980. En los tres últimos años de ese periodo estudié sus obras
completas, que me proporcionaron una visión más compleja y rica del pensamiento
leninista respecto a la que me proporcionaron los tres tomos de sus obras
escogidas de la Editorial Progreso, textos fundamentalmente centrados en la
lucha de clases. (Por supuesto que no estudié todos los artículos de los 42
tomos que constituyen las obras completas de Lenin). Desde aquel entonces
estudio de manera periódica algunos textos que en mi educación teórica han sido
decisivos: Los textos dedicados al análisis de las formas mercantiles y de la
creación del mercado interior capitalista así como los textos dedicados al contenido
económico de la ideología de las distintas clases de Rusia de aquel entonces,
donde Lenin demuestra tener un gran dominio de El Capital de Karl Marx; los textos dedicados a la Nueva Economía
Política (NEP), claves para entender la transición económica entre capitalismo
y socialismo; los textos dedicados al análisis del socialismo utópico y
reaccionario, en especial su texto Dos
utopías y todos los artículos dedicados a la crítica de los eseristas; los
textos dedicados al análisis de los partidos políticos rusos en la etapa
parlamentaria; los textos dedicados al pensamiento dialéctico, en especial Escuela y Aparato; y los textos
dedicados a la filosofía, en especial sus Cuadernos Filosóficos, donde Lenin
demuestra un sentido práctico en la lectura de los textos de Hegel prodigioso.
¿Cuál fue la primera gran aportación de Lenin a la
historia universal? Haber creado al frente del PCUS el primer estado socialista
del mundo. No se trata de que Lenin hiciera realidad el pensamiento socialista
de Marx, puesto que el 95 por ciento del pensamiento de Marx está dedicado a la
crítica de la Economía Política, sino que bajo su dirección e iniciativa se dio
un enorme salto en la historia universal: por primera vez la realidad del
socialismo se convirtió en un problema práctico y un problema teórico. Sin este
salto histórico hubiera sido impensable la otra gran revolución socialista del
siglo XX: la revolución popular de China dirigida por Mao Zedong. Al margen de
que el socialismo soviético no fuera democrático o que China tuviera que dar
pasos atrás en su camino hacia el socialismo, lo cierto es que tanto una
experiencia como la otra son los dos
grandes hitos de la historia universal del siglo XX. Y la Rusia actual, su
poderío económico, no es posible explicarla sin las conquistas en el desarrollo
de las fuerzas productivas y en el desarrollo de las ciencias debidas al
régimen soviético.
¿Cuál fue la segunda gran aportación de Lenin a la
historia universal? La creación de los partidos comunistas. Nunca como hasta
ese entonces la subjetividad, condición básica para que haya una revolución
socialista, había logrado el nivel de organización y nivel teórico que se
obtuvo gracias a la iniciativa e inteligencia de Lenin. Los poderosos partidos
comunistas, después de la revolución bolchevique, se extendieron por toda la
faz de la tierra. Y los antiguos partidos comunistas como los actuales partidos
de la izquierda radical deben a Lenin su ser político y su núcleo ideológico. El
nivel teórico alcanzado por el partido bolchevique no fue solo obra de Lenin,
sino de todos los cuadros dirigentes de ese partido. También del alto nivel teórico
de los ideólogos de las clases dirigentes y de las clase de los
campesinos de la Rusia de aquel entonces. Lenin creció teóricamente en lucha
con los ideólogos de las otras clases y partidos rusos de su época e hizo suyas
muchas de sus categorías. Un problema práctico puede ser teóricamente mal
planteado y en consecuencia las soluciones no son las acertadas. Pero debemos
al otro, al opositor ideológico, el
planteamiento del problema y la solución errónea. Y, por lo tanto, debemos
reconocer en el otro su contribución en el desarrollo de la ciencia en
cuestión, sea psicología, sociología o economía.
¿Cuál fue la tercera gran aportación de Lenin a la
historia universal? La estrategia y táctica para la revolución socialista.
Lenin fue el que planteó que para los países con escaso desarrollo capitalista
la revolución socialista se debía dividir en dos etapas: la etapa democrática
revolucionaria y la etapa propiamente socialista. Por la forma hablamos de
etapa democrática revolucionaria, mientras que por el contenido hablamos de
etapa democrática burguesa. Mao Zedong
aprendió esa lección y pudo dirigir a los campesinos chinos bajo la dirección
del Partido Comunista de China hacia el éxito de una de las revoluciones sociales más grandes de la
historia universal en términos de masa social y extensión geográfica. La Nueva
Economía Política ideada por Lenin en 1921
es un ejemplo de cómo la revolución socialista todavía tenía que realizar tareas que históricamente
correspondía a la burguesía y que la contradicción entre la etapa democrática
revolucionaria y la etapa propiamente socialista seguía viva y seguía siendo
necesaria. Las reformas económicas chinas iniciada por Deng Xiaoping en 1978
demostró y confirmó igualmente que esa contradicción seguía siendo el motor del
progreso social. Y en todos los países de economías mixtas la contradicción
sigue siendo la misma: la existente entre las necesarias conquistas
democráticas revolucionarias burguesas y las necesarias conquistas socialistas.
En el plano teórico Lenin tenía un nivel que no ha
tenido ni tiene ningún dirigente político mundial. Su formación teórica era
extremadamente rica y compleja, su sentido práctico era inigualable, y su
capacidad para analizar los mínimos cambios en la realidad y en consecuencia
cambiar la táctica a seguir no tiene parangón. Lenin escribía con una fluidez y
una claridad que ya quisiera para sí cualquier teórico en ciencias sociales y
políticas. Lenin además analizaba al detalle las ideas de sus contrincantes
ideológicos, era muy conceptual, y todo lo razonaba y lo argumentaba. Era profundamente dialéctico, su pensamiento
no cesaba de cambiar y no dejaba de aportar nuevas idas. No era dogmático.
Jamás quedaba atado a ideas fijas.
Desgraciadamente la caída de la URSS oscureció y
manchó su nombre como nunca ha pasado con un líder histórico de su talla.
(He intentado ser muy sintético para evitar que el
lector se pierda en los detalles. Creo
que los historiadores, ideólogos, teóricos marxistas y especialistas en
ciencias políticas tienen mucho trabajo que hacer para definir el sobresaliente papel de Vladimir
Ilích Ulianov en la historia universal).
–El trabajo que hoy he entregado a los lectores lo
he hecho sin tener frescas las ideas de Lenin, su modo de analizar y su modo de
contrarrestar los argumentos ajenos con los suyos propios. Por eso carece del
vigor y detalles que merece una personalidad tan grandiosa como Lenin. No
obstante, he tomado entre mis manos el tomo I de sus obras completas. A
continuación les detallo las ideas motoras que en su momento encontré en ese
tomo y que suelo anotar en la primera hoja en blanco de dicho tomo: Método
subjetivo en sociología, Psicología científica, La contradicción básica del
capitalista, Lenguaje y Pensamiento, Necesidad histórica e individuo, La gran
pregunta bajo el punto de vista práctico, Dialéctica y realidad, Objetivismo y
materialismo, Concepto de pequeño burgués, Papel progresista de la burguesía,
Individuo y grupo social, Mercado y cálculo social, y Método subjetivista en
sociología. El lector podrá observar la riqueza y variedad de contenido de los
textos de Lenin. Y solo les hablo de un tomo de sus obras completas y solo de
las categorías que yo he cosechado. Sin duda que hay muchas más categorías
motoras más que cosechar en ese tomo. Las llamo categorías motoras porque suelo
utilizarlas como puntos de partidas para desarrollar constructos teóricos–.
–No quiero despedirme sin transcribirles una cita
contenida en uno de los textos de ese tomo I titulado El contenido económico del populismo, donde Lenin demuestra su gran
capacidad analítica y su gran capacidad para detectar errores teóricos que para
el lector medio pasan desapercibidos: “Naturalmente –continúa el ideólogo de
este pequeño burgués–, los hombres siempre trataron de influir de un modo u
otro en el curso de los acontecimientos”. Y ante esta idea Lenin responde de
este modo: “El “curso de los acontecimientos” consiste precisamente en las
acciones e influencias de los hombres, y en nada más, de modo que nuevamente
vemos aquí una frase huera”.
¿En qué consiste el error de Mijailovski, autor de
la idea que critica Lenin? En que pone en un lado a los hombres separados del
curso de los acontecimientos, y en el otro lado, el curso de los
acontecimientos separados de los hombres. Pura metafísica. De ahí la réplica de
Lenin: el curso de los acontecimientos consiste en las acciones e influencias
de los hombres. Esto es solo un ejemplo de las habilidades teóricas de Lenin y
de las cuales sus 42 tomos de sus obras completas están repletos. De ahí que
piense que solo en el plano teórico a Lenin no se la ha hecho la debida
justicia. Aunque sé que hay muchos leninistas de corazón y de voluntad que no
dejan de gritar a los cuatro vientos que son más leninistas que nadie, también
sé igualmente que hay pocos leninistas que conozcan de forma relativamente
completa su rico y variado pensamiento. Así que en este ámbito todavía queda
mucho por hacer. Sé igualmente que hay muchos leninistas que me catalogan de
reformista y socialdemócrata. Pero lo cierto es que yo me considero en el plano
teórico un leninista de pura cepa. Tal vez yo tampoco le he dado el
reconocimiento que merece y no he sido lo agradecido que debiera por su
influencia en la conformación de mi conciencia teórica–.
Desde luego, sintético y correcto. Después de los dos pasos atrás que fueron el abandono del marxismo por los socialdemócratas y del leninismo por nosotros los eurocomunistas, habrá que dar otra vez el paso aselante...
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