Apreciado
Ramón:
La forma en que tú planteas el trabajo no coincide
con la forma en que yo lo planteo. Tú hablas de la cantidad, y la cantidad
firmemente determinada es el número. Era obligatorio, por lo tanto, hablar de los números. Y era obligatorio
hablar por medio de uno de sus más excelsos representantes teóricos. Había que darle a la
discusión una base teórica fundamentada. Y había que manejar tres o cuatro
ideas fundamentales acerca de la cantidad o de los números. De momento y
mientras no se demuestre lo contrario cuando hablamos de la cantidad de una
cosa hablamos del número de esa cosa. La crítica básica que yo te formulo es
que tú has puesto en circulación el concepto de cantidad sin que previamente lo
hayas elaborado. Y has querido entenderlo en un sentido distinto al de número.
Pero esa distinción tú no la has establecido.
Yo no empleo “cantidad determinada” como equivalente
de “número”. Lo que indico es que cuando Marx emplea el concepto de cantidad lo
emplea en el sentido de número. Así que en el marco teórico de Marx, cuando
afirma que las cosas útiles pueden ser examinadas bajo el punto de vista de la
cantidad, que en la consideración de los valores de uso se presupone su
determinación cuantitativa, y que el valor de cambio es una relación
cuantitativa, en todos esos casos el concepto de cantidad presupone el concepto
de número. Así que cuando tú afirmas que
no es correcto que yo dijera que Jerónimo y Francisco no perciben la cantidad
de monedas y que debí decir que Jerónimo y Francisco no perciben el número de
monedas, te equivocas. Puesto que tú hablas como si cantidad y número fueran dos conceptos
distintos en la exposición de Marx, en Frege o en la vida corriente, y no lo
son. Si a alguien le preguntas qué cantidad de monedas lleva en el bolsillo, te
dirá el número de monedas que lleva en el bolsillo. Así que de momento, vuelvo
y te repito, cantidad y número son lo mismo. En tu exposición no aparece
diferenciado el concepto de cantidad del concepto de número. En mi exposición,
por el contrario, si aparece esa diferenciación. Y lo hice para responder a tu
intuición.
Casi al final
de tu exposición mezcla aspectos de la argumentación que quiero precisar. Este
es tu argumento: -En tu respuesta –te refieres a la respuesta de Francisco– has
empleado tres conceptos: cantidad, cantidad firmemente determinada y cantidad
indeterminada. Los tres conceptos no tienen la misma extensión. La extensión de
los conceptos de cantidad firmemente determinada y cantidad indeterminada
constituye una parte de la extensión del concepto de cantidad. En este sentido,
y por lo tanto, el concepto de cantidad firmemente determinada como el de
cantidad indeterminada constituye una parte de la extensión del concepto de cantidad.
En este sentido, y por lo tanto, el concepto de cantidad firmemente determinada
como el concepto de cantidad indeterminada son especies del concepto cantidad.
Sin embargo, tú equiparas el concepto de cantidad firmemente determinada con el
concepto de cantidad cuando afirmas: “Y como la cantidad firmemente
determinada, esto es, el número no es el objeto de la percepción, entonces la
cantidad no puede ser una valor referencial”-.
Te respondo: En
Marx cantidad y número son lo mismo. Yo para precisar he afirmado que la
cantidad firmemente determinada es el número. Luego en el contexto teórico de
Marx cantidad, cantidad firmemente determinada y número son lo mismo. Cuando
afirmas que cantidad indeterminada y cantidad firmemente indeterminada son
especies del concepto cantidad, tampoco es cierto. No han sido elaborados esos
conceptos de ese modo y he sido yo el que los ha elaborado. Tampoco se resuelve
nada haciendo una llamada a la extensión del concepto. El argumento consistió
en que yo declaré que a la cantidad indeterminada la podemos llamar monto. Una
cantidad indeterminada de impalas es sencillamente una cantidad de impalas de
la que no sabemos su número exacto. Veríamos ahora que no sería del todo
correcto hablar de un monto de impalas, mejor sería hablar de un grupo de
impalas. De manera que podríamos concluir que a la cantidad indeterminada de
entes la podríamos denominar monto o grupo. Como observarás, yo no elaboré el
concepto de cantidad indeterminada, sencillamente nominé el objeto de ese concepto.
Cuando
tú afirmas “Yo no equiparo cantidad y
número. La cantidad, o multiplicidad de objetos independientes unos de otros y
exponentes cada uno de ellos de uno y el mismo valor referencial, reside en el
mundo exterior sensible y es objeto de la percepción”, hay ahí cosas
presupuestas que habría que explicar. Tú no has elaborado el concepto de número
y tampoco el concepto de cantidad. No has establecido sus diferencias. Yo sí lo
hice. Cuando dices que las manzanas, por ejemplo, son objetos independientes
unos de otros, no es necesario establecer esa determinación. Si vas a hablar de
número o de cantidad lo correcto sería hablar de individuos y no de objetos
independientes. Hablas de que la cantidad y de la multiplicidad como si fueran
conceptualmente lo mismo y no lo son. Y después hablas de que la multiplicidad
y la cantidad residen en el mundo exterior y son objeto de la percepción
sensible, y eso no es cierto. Puesto que no has demostrado cómo existe la
multiplicidad y la cantidad al lado de los objetos del mundo exterior.
Mi conclusión,
que era el meollo de la cuestión, es que solo las cantidades indeterminadas son
objetos de la percepción. De todos modos está por precisar el modo de ser de su
valor referencial.
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