De Luria aprendí que el lenguaje duplica el mundo.
Pero también lo duplican los sueños, la fotografía y el cine. Tal vez la
fotografía tiene que ser muy fiel a la realidad y el mundo duplicado es casi
igual al original. No obstante, la fotografía no puede abarcar todo el mundo.
Es más, hay partes del mundo que la fotografía no puede mostrar, sobre todo el
mundo interior del hombre. Sin duda que el lenguaje lleva ventajas sobre el
resto de los medios reflectores. La literatura continuamente duplica el mundo y
muestra partes de él que la fotografía y el cine no pueden hacerlo. La
literatura científica, a través de los conceptos, refleja las partes más
profundas del mundo y nos proporciona una visión de conjunto sobre dicho mundo
y sus partes. También hay que señalar que todas las duplicaciones del mundo
forman parte del mundo: los sueños, la fotografía, el cine y el lenguaje. El
lenguaje no siempre nos proporciona todas las categorías que necesitamos para
dar cuenta de lo que establecemos mediante el análisis conceptual. Puesto que
habría que distinguir el mundo, el mundo duplicado, y el mundo que abarca el
mundo y el mundo duplicado. Talvez podríamos llamar mundo total al mundo que
abarca el mundo y el mundo duplicado. De esa manera tendríamos diferenciado a
nivel del lenguaje lo que está diferenciado en el mundo real: el mundo, el
mundo duplicado y el mundo total. No sé si en vez de mundo total deberíamos
hablar de mundo integral.
Balbo, uno de los tres personajes que dialogan en la
obra de Cicerón titulada Sobre la
naturaleza de los dioses, muy próximo al final de su intervención dice lo
siguiente: “Con nuestras manos, en fin, nos proponemos crear casi una segunda
naturaleza dentro del mundo de la naturaleza”. Esta segunda naturaleza son los
edificios, las embarcaciones, las esculturas, las armas, los utensilios y el
resto de los valores de usos fabricados para satisfacer las necesidades humanas.
Mientras que los sueños, la fotografía, el cine y la literatura duplican el
mundo en forma de imágenes y la duplicación se parece mucho al original, las
manos humanas duplican la naturaleza creando un mundo real distinto y
superpoderoso frente al mundo natural. Es
cierto que en la creación de ese mundo mediante las manos participan todos los
sentidos y lenguaje. Es obra en suma del ser humano en su conjunto. Y de ese
modo los sueños y el lenguaje quedan atados y al servicio del mundo real. Ese
mundo real creado por los seres humanos es tan superpoderoso que cuando griegos
y romanos se representaban el mundo de los dioses se lo imaginaban del todo
parecido a esa segunda naturaleza de la que hablaba Balbo.
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