Pensar en sentido estricto solo puede hacerse cuando
se emplean conceptos. Quien no da definiciones previas sobre la materia de la
que habla, no estará pensando, sencillamente estará opinando. Si estamos
evaluando, por ejemplo, el papel que desempeñan ciertos repartidores de
productos de elaboración industrial, hay que saber qué es y cómo es el mercado
del que se está hablando, hay que distinguir con claridad la producción con sus
costos, la organización de la distribución con sus costes, la comercialización
con sus costes, así como la calidad y precios de los productos propios y ajenos
en el mercado. Quien hable de esta materia sin esos conceptos y distinciones
claros, no estará pensando, su discurso no será ordenado ni fundamentado,
sencillamente estará opinando. Lo peor es que hay dirigentes que cuando hablan,
afirman: esta es mi opinión. Pero si es su opinión, carece de valor para la
dirección y organización de cualquier clase de actividad. Lo que se exige es
pensar. Así que no es lo mismo pensar que opinar. Pero lo que necesitamos es
pensar.
¡Aviso importante! Hasta ahora cuando se pinchaba en las etiquetas no aparecían todos los trabajos publicados bajo dicha etiqueta. Ahora hay paginación y se puede acceder a todos los trabajos publicados. Otra cuestión: Soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, pero de forma general me considero un Investigador Independiente.
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domingo, 28 de julio de 2019
sábado, 27 de julio de 2019
Husserl: su concepción sobre el significado
Según John Lyons la solución del problema del
significado no es un asunto que competa solamente a los lingüistas, sino
igualmente a los filósofos, a los psicólogos, a los sociólogos, a los
antropólogos, etc. En lo que sigue expondré brevemente la concepción de Husserl
sobre el significado.
viernes, 26 de julio de 2019
Unidad y multiplicidad
¡Ay!, amigo desconocido, cuánto avanzaríamos si te
acostumbraras a hablar de una cosa sola, deteniéndote en ella todo el tiempo
del mundo, y frenando con firmeza tus fieros impulsos hacia la contingencia
categorial.
Usar las palabras como corresponden
¿Qué significa usar las palabras como
corresponden? Usarlas como las usan las
personas corrientes. Decía Borges que
cuando se encontraba ante la alternativa de elegir entre varias palabras de
significado equivalente, usaba la más corriente, la más común. Los filósofos,
por el contrario, eligen la menos conocida, la menos usada, para así dejar
constancia de que son distintos, especiales. La gente corriente se entiende por
medio del lenguaje. Son los filósofos los que no se entienden entre sí. Parece que
filosofar consiste en apartarse del sentido común y usar un lenguaje que nadie
entiende o que puede entenderse en mil sentidos. En vez de entender el lenguaje
filosófico como un lenguaje para comprender el mundo en profundidad, lo
entienden como un lenguaje para crear jeroglíficos, incertidumbres y dudas.
Quieren poner el mundo patas arriba, cambiar todas las cosas de sitio –crear desorden
y enredo conceptual–, y así jugar con expresiones como “el sinsentido del
sentido” o “el sentido del sinsentido”, y especular sin medida ni meta. Mucho
menos entenderían los filósofos que la filosofía sirve para movilizar a las
masas y para transformar el mundo, esto ya les sonaría demasiado práctico,
profano, corriente.
jueves, 25 de julio de 2019
El lenguaje: su omnipresencia y su mediación
Con respecto al papel desempeñado por el lenguaje en
las sociedades humanas, cabe destacar dos determinaciones. Primera: el lenguaje
está presente en todas las actividades humanas. Es omnipresente. Y segunda: la
actividad de los órganos de los sentidos está mediada por el lenguaje. Con
respecto a la primera determinación hemos de decir que la omnipresencia no es
solo una cualidad del lenguaje. Los alimentos podemos considerarlos también
omnipresentes. La vida humana no es posible sin ellos. También las manos y los
órganos de los sentidos podemos considerarlos que son omnipresentes en toda
actividad humana. Que el lenguaje es omnipresente implica que está vinculado a
todos los ingredientes de la vida humana. Solo en su función nominativa -todos
los objetos, procesos y acciones tienen un nombre- es evidente esta
interconexión del lenguaje con el resto de los ingredientes que constituyen la
vida. Pero el hecho de que un proceso u objeto tengan un nombre y hayan sido
conceptualizados, no implica que ese proceso y objeto solo lo sean por medio
del lenguaje. El lenguaje no le da el
ser a los procesos y objetos, como tampoco les da su esencia. No es lo mismo
decir que con el lenguaje expreso el ser y la esencia de los objetos, que sería
la posición materialista, que afirmar que el lenguaje les proporciona el ser y
la esencia a los objetos, que sería la posición idealista.
miércoles, 24 de julio de 2019
El sentido de la realidad y el papel del lenguaje
Los filósofos, lingüistas y semiólogos son dados a
reflexionar sobre las relaciones entre la realidad y el lenguaje, pero cuando
lo hacen no dejan claro previamente bajo qué condiciones van a reflexionar
sobre esos dos aspectos. De manera que al no hacerlo se cuelan en sus
reflexiones concepciones metafísicas e idealistas sobre las mismas. Mi
exposición previa trata sobre estas concepciones metafísicas e idealistas. Se
presentan las cosas como si pudiéramos concebir, por una parte, la realidad sin
lenguaje, y por la otra, el lenguaje desvinculado de la realidad a la que
pertenece. Una vez establecida esta separación metafísica entre lenguaje y
realidad, se da un paso más y se alcanza el mundo del idealismo. Se afirma
ahora que el sentido reside en el lenguaje, a la que previamente se ha separado
de la realidad a la que pertenece, y se presenta la realidad, a la que se le ha
restado el lenguaje, como carente de sentido. Se llega así a la concepción
religiosa del mundo y se afirma con el apóstol Juan en el primer versículo de
su Evangelio: “En el principio era el Verbo (esto es, el Logos, el
Pensamiento), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
domingo, 14 de julio de 2019
El significante
En su Curso de
Lingüística General, Ferdinand de Saussure hace la siguiente afirmación:
“Podemos, pues, representar el hecho lingüístico en su conjunto, es decir, la
lengua, como una serie de subdivisiones contiguas a un tiempo en el plano
indefinido de las ideas confusas (A) y en el no menos indeterminado de los
sonidos (B)”. Saussure parte de la idea de que los dos elementos que entran en
juego en el funcionamiento de la lengua son las ideas y los sonidos. A las
ideas también las denomina conceptos y
pensamiento. Considera al
pensamiento como una masa amorfa e indefinida y a los sonidos como una masa
plástica indeterminada. Solo la unión de ambos por medio de la lengua los dota
de determinación y forma. No estoy de acuerdo con este punto de partida. No
creo que sea acertado afirmar que antes que los seres humanos hablaran, reinara
en el mundo de los sonidos y del
pensamiento el caos, la indistinción y la indeterminación.
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