Hablamos del mundial de fútbol Qatar 2022. Empezaremos facilitando algunos datos que hablan de la estructura económica de este evento deportivo. El presupuesto de este mundial ascendió a 220.000 millones de euros, frente al mundial de Rusia de 2018 que costó 11.600 millones de euros. El campeón se llevó 44 millones de euros y el finalista se llevó 30 millones de euros. Solo por participar cada selección ganó 9 millones de euros. ¿De dónde proviene estas enormes sumas de dinero? En primer lugar, de los derechos televisivos, que aportan el 56 % total de los ingresos, y los derechos de marketing que aportan el 29 %. Los organizadores del mundial recaudaron 17.000 millones de euros. Y la audiencia digital se estima en cinco mil millones de personas. En suma, nos encontramos ante un suculento negocio capitalista.
Ahora aportemos algún
elemento superestructural, lo que podríamos llamar la ideología futbolística, tan
llena de idealismo y exageraciones. Y lo haremos de la mano de Valdano, tan proclive
a su apología: “Argentina se sintió país en Qatar gracias al fútbol. País
unido, feliz e ilusionado. Por supuesto que abrazados al héroe providencial que
siempre hemos necesitado, un Messi(as) al que hemos terminando adorando solo
después de comprobar que era adorado por el mundo. Somos raros”. En estas
palabras se concentran todas las falsedades y exageraciones del idealismo
futbolístico.
Ahora paso a la crítica
de este mundo. Los marxistas debemos ser fieles al marxismo. Hay dos conceptos
decisivos en la ideología económica de los marxistas: valor de uso y valor. El
valor tiene dos formas fundamentales: la forma mercantil y la forma de capital.
La forma mercantil evolucionada o acabada del valor es el dinero en dos de sus
funciones: como medida de los valores y como medio de circulación. Este es el
mundo donde desarrollan su vida las grandes masas sociales. Necesitan del
dinero, en parte, para saber cuánto cuestan las cosas, y, en parte, para
comprarlas, siempre que puedan. Y la forma de capital evolucionada o acabada
del valor es dinero como capital productor de interés. De esta forma del valor
participan todos los grandes futbolistas, esos que son aclamados como héroes y
que son idolatrados hasta unos extremos enajenantes. Y la esencia del capital
productor de interés no es otra que la multiplicación del dinero.
Mi tesis fundamental es
que en el mundo del fútbol el valor de uso oculta casi por completo al valor.
¿Por qué se produce este fenómeno de ocultación? Porque es un producto comprado
de forma simultánea por millones de personas que no tienen relación entre sí. Si
a nivel individual el costo de ver un partido de fútbol es pequeño, a nivel
social es altísimo. Y el resultado es el enriquecimiento desproporcionado e
irracional de todas las figuras estelares del fútbol. Como a mí, como
aficionado individual, el costo de disfrutar del fútbol es relativamente
pequeño, no me preocupa, ni me inquieta, ni me indigna las astronómicas cifras
que perciben las grandes estrellas del fútbol. Si, por el contrario, los
aficionados del fútbol estuvieran unidos en una asociación, disponiendo de todo
el dinero que invierten en el fútbol y poniendo límites y condiciones como
consumidores de publicidad, lógicamente las grandes estrellas del fútbol verían
disminuir sus ingresos de manera muy importante. Perderían la oportunidad de ser
ricos.
Sigo sin entender por qué
tantos marxistas siguen sin criticar con dureza al fútbol; y por dos razones:
una, porque es una de las manifestaciones más palpables del capitalismo
globalizado, y dos, porque es un poderoso medio de enajenación de masas. Cuando
hablamos de Messi, de Cristiano Ronaldo, de Mbappé y de tantos otros jugadores
de la misma categoría, ¿de qué hablamos? Los periodistas deportivos solo hablan
de los buenos jugadores de fútbol que son, esto es, solo hablan del valor de
uso que proporcionan: entretenimiento. Pero no hablan de que son unos
capitalistas que se han apropiado de enormes cantidades de trabajo ajeno
gracias a la globalización de la economía. Esas personas son piezas claves del
sistema capitalista actual, vinculados por miles de hilos con las grandes
tecnológicas y con una de las fuentes fundamentales de enriquecimiento
irracional: la publicidad.
¿En verdad la victoria de
Argentina sobre Francia proporcionó alegría y felicidad al pueblo argentino? Yo
creo que estas afirmaciones éticas no son del todo ciertas, o no se dice todo
lo que se debería decir sobre lo que se entiende por alegría y felicidad. Las
grandes aglomeraciones de las masas amantes del fútbol que se agolpan y
vitorean a sus “héroes” en las calles de Argentina es, en primer lugar, una de
las más importantes manifestaciones de la enajenación social capitalista, esto
es, la pérdida total de control consciente de las relaciones económico sociales
que se establecen entre las personas. En segundo lugar, es una de las
manifestaciones más excelsas del individualismo, encarnado en la persona de
Messi. Y el individualismo es la quintaesencia del credo del liberalismo. Y, en
tercer lugar, es una de las grandes manifestaciones de la idolatría, esto es,
de tratar a las simples personas como si fueran dioses, como si nos
proporcionaran una verdadera alegría y felicidad, cuando en realidad es una
alegría y felicidad que solo se basa en el entusiasmo y no en grandes
conquistas sociales que mejoren de forma real la vida humana. Así que, amigos
míos, el fútbol es una demencia, una pérdida total de control sobre nuestro
devenir histórico y un poderoso narcótico sobre nuestro propio ser social, una
fuente inagotable de idealismo. Fútbol y
religión ahí andan hermanadas, haciéndonos creer que existe un mundo
suprahumano, encarnados en los jugadores más destacados y que nos hace más
felices, cuando en realidad solo nos proporciona una felicidad efímera y
engañosa.
Antes de comentar otra cosa me gustaría que revisaras dos cifras: la de 220.000 millone me parece que tiene un cero de más, y la de 12 millones de personas viendo la final es menos de la cantidad de gente que la vio solamente en Argentina. Saludos.
ResponderEliminarCon respecto a la primera cifra, 220.000 euros, creo que es cierta, puesto que ahí está incluido los estadios de fútbol y algunas inversiones más. Yo extraje ese dato de 20 minuto.es. Y con respecto al segundo dato, debe ser que se refiere a un solo país y no a la audiencia global. Así que eliminaré ese párrafo. Gracias.
EliminarSí, veo que tenés razón con la cifra del mundial. Me pareció una barbaridad.
EliminarCuando millones se reúnen a celebrar un triunfo futbolero, automáticamente se devalúa cualquier manifestación reivindicativa.
ResponderEliminarHola Francisco,
ResponderEliminarsi tiene tiempo, ¿podría responder a algunas de las publicaciones de Lord Keynes contra la teoría del valor trabajo de Marx, etc.?
¡Gracias!
http://socialdemocracy21stcentury.blogspot.com/p/eventually-i-will-write-full-series-of.html
Hola Tomislav:
EliminarNo conozco ningún texto de Keynes donde critique la teoría del valor trabajo de Marx.
Este es un blogger que escribe bajo su nombre
ResponderEliminarsocialdemocraciasiglo21st.blogspot
Pero en ese blog lo único que se dice es que Keynes afirmó que las teorías de Marx se basaban "en un error del viejo señor Ricardo". Y esto no se puede considerar un crítica sino una simple opinión. Y el autor del blog no nos dice en qué obra Keynes realizó tal afirmación. Las críticas que pueden realizarse al pensamiento de Keynes serían las mismas que a todos los economistas convencionales:no analiza las formas económicas mercantiles, sencillamente las consideran como dadas.
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