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miércoles, 21 de diciembre de 2022

¡Qué demencia lo del fútbol!

 

 

 

Hablamos del mundial de fútbol Qatar 2022. Empezaremos facilitando algunos datos que hablan de la estructura económica de este evento deportivo. El presupuesto de este mundial ascendió a 220.000 millones de euros, frente al mundial de Rusia de 2018 que costó 11.600 millones de euros.  El campeón se llevó 44 millones de euros y el finalista se llevó 30 millones de euros. Solo por participar cada selección ganó 9 millones de euros. ¿De dónde proviene estas enormes sumas de dinero? En primer lugar, de los derechos televisivos, que aportan el 56 % total de los ingresos, y los derechos de marketing que aportan el 29 %. Los organizadores del mundial recaudaron 17.000 millones de euros. Y la audiencia digital se estima en cinco mil millones de personas. En suma, nos encontramos ante un suculento negocio capitalista.

Ahora aportemos algún elemento superestructural, lo que podríamos llamar la ideología futbolística, tan llena de idealismo y exageraciones. Y lo haremos de la mano de Valdano, tan proclive a su apología: “Argentina se sintió país en Qatar gracias al fútbol. País unido, feliz e ilusionado. Por supuesto que abrazados al héroe providencial que siempre hemos necesitado, un Messi(as) al que hemos terminando adorando solo después de comprobar que era adorado por el mundo. Somos raros”. En estas palabras se concentran todas las falsedades y exageraciones del idealismo futbolístico.

Ahora paso a la crítica de este mundo. Los marxistas debemos ser fieles al marxismo. Hay dos conceptos decisivos en la ideología económica de los marxistas: valor de uso y valor. El valor tiene dos formas fundamentales: la forma mercantil y la forma de capital. La forma mercantil evolucionada o acabada del valor es el dinero en dos de sus funciones: como medida de los valores y como medio de circulación. Este es el mundo donde desarrollan su vida las grandes masas sociales. Necesitan del dinero, en parte, para saber cuánto cuestan las cosas, y, en parte, para comprarlas, siempre que puedan. Y la forma de capital evolucionada o acabada del valor es dinero como capital productor de interés. De esta forma del valor participan todos los grandes futbolistas, esos que son aclamados como héroes y que son idolatrados hasta unos extremos enajenantes. Y la esencia del capital productor de interés no es otra que la multiplicación del dinero.

Mi tesis fundamental es que en el mundo del fútbol el valor de uso oculta casi por completo al valor. ¿Por qué se produce este fenómeno de ocultación? Porque es un producto comprado de forma simultánea por millones de personas que no tienen relación entre sí. Si a nivel individual el costo de ver un partido de fútbol es pequeño, a nivel social es altísimo. Y el resultado es el enriquecimiento desproporcionado e irracional de todas las figuras estelares del fútbol. Como a mí, como aficionado individual, el costo de disfrutar del fútbol es relativamente pequeño, no me preocupa, ni me inquieta, ni me indigna las astronómicas cifras que perciben las grandes estrellas del fútbol. Si, por el contrario, los aficionados del fútbol estuvieran unidos en una asociación, disponiendo de todo el dinero que invierten en el fútbol y poniendo límites y condiciones como consumidores de publicidad, lógicamente las grandes estrellas del fútbol verían disminuir sus ingresos de manera muy importante. Perderían la oportunidad de ser ricos.

Sigo sin entender por qué tantos marxistas siguen sin criticar con dureza al fútbol; y por dos razones: una, porque es una de las manifestaciones más palpables del capitalismo globalizado, y dos, porque es un poderoso medio de enajenación de masas. Cuando hablamos de Messi, de Cristiano Ronaldo, de Mbappé y de tantos otros jugadores de la misma categoría, ¿de qué hablamos? Los periodistas deportivos solo hablan de los buenos jugadores de fútbol que son, esto es, solo hablan del valor de uso que proporcionan: entretenimiento. Pero no hablan de que son unos capitalistas que se han apropiado de enormes cantidades de trabajo ajeno gracias a la globalización de la economía. Esas personas son piezas claves del sistema capitalista actual, vinculados por miles de hilos con las grandes tecnológicas y con una de las fuentes fundamentales de enriquecimiento irracional: la publicidad.

¿En verdad la victoria de Argentina sobre Francia proporcionó alegría y felicidad al pueblo argentino? Yo creo que estas afirmaciones éticas no son del todo ciertas, o no se dice todo lo que se debería decir sobre lo que se entiende por alegría y felicidad. Las grandes aglomeraciones de las masas amantes del fútbol que se agolpan y vitorean a sus “héroes” en las calles de Argentina es, en primer lugar, una de las más importantes manifestaciones de la enajenación social capitalista, esto es, la pérdida total de control consciente de las relaciones económico sociales que se establecen entre las personas. En segundo lugar, es una de las manifestaciones más excelsas del individualismo, encarnado en la persona de Messi. Y el individualismo es la quintaesencia del credo del liberalismo. Y, en tercer lugar, es una de las grandes manifestaciones de la idolatría, esto es, de tratar a las simples personas como si fueran dioses, como si nos proporcionaran una verdadera alegría y felicidad, cuando en realidad es una alegría y felicidad que solo se basa en el entusiasmo y no en grandes conquistas sociales que mejoren de forma real la vida humana. Así que, amigos míos, el fútbol es una demencia, una pérdida total de control sobre nuestro devenir histórico y un poderoso narcótico sobre nuestro propio ser social, una fuente inagotable de idealismo.  Fútbol y religión ahí andan hermanadas, haciéndonos creer que existe un mundo suprahumano, encarnados en los jugadores más destacados y que nos hace más felices, cuando en realidad solo nos proporciona una felicidad efímera y engañosa.

8 comentarios:

  1. Antes de comentar otra cosa me gustaría que revisaras dos cifras: la de 220.000 millone me parece que tiene un cero de más, y la de 12 millones de personas viendo la final es menos de la cantidad de gente que la vio solamente en Argentina. Saludos.

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    1. Con respecto a la primera cifra, 220.000 euros, creo que es cierta, puesto que ahí está incluido los estadios de fútbol y algunas inversiones más. Yo extraje ese dato de 20 minuto.es. Y con respecto al segundo dato, debe ser que se refiere a un solo país y no a la audiencia global. Así que eliminaré ese párrafo. Gracias.

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    2. Sí, veo que tenés razón con la cifra del mundial. Me pareció una barbaridad.

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  2. Cuando millones se reúnen a celebrar un triunfo futbolero, automáticamente se devalúa cualquier manifestación reivindicativa.

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  3. Hola Francisco,

    si tiene tiempo, ¿podría responder a algunas de las publicaciones de Lord Keynes contra la teoría del valor trabajo de Marx, etc.?

    ¡Gracias!

    http://socialdemocracy21stcentury.blogspot.com/p/eventually-i-will-write-full-series-of.html

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    1. Hola Tomislav:
      No conozco ningún texto de Keynes donde critique la teoría del valor trabajo de Marx.

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  4. Este es un blogger que escribe bajo su nombre
    socialdemocraciasiglo21st.blogspot

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    1. Pero en ese blog lo único que se dice es que Keynes afirmó que las teorías de Marx se basaban "en un error del viejo señor Ricardo". Y esto no se puede considerar un crítica sino una simple opinión. Y el autor del blog no nos dice en qué obra Keynes realizó tal afirmación. Las críticas que pueden realizarse al pensamiento de Keynes serían las mismas que a todos los economistas convencionales:no analiza las formas económicas mercantiles, sencillamente las consideran como dadas.

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