Es el caso de una profesora que acostumbraba a darle
clases a una niña de 2 años y 10 meses en una habitación que quedaba debajo –había
que bajar unas escaleras –de la guardería. En cierta ocasión esta habitación no
estaba disponible y la profesora le dijo “hoy iremos arriba”, y la niña, que se
llamaba Laura, contestó: “No vamos abajo”. Margaret Donaldson, que era la
profesora, conjeturó: “La conversación en el exterior de la guardería tuvo
lugar mientras estábamos parados, antes de que empezáramos a caminar hacia la
escalera. Por lo tanto, la niña medita sobre lo que aún no es real, sino tan
sólo proyectado. Esto refuerza claramente las razones por las cuales suponemos
que la niña es genuinamente consciente de que si A, entonces no B, o en otras
palabras: Vamos hacia arriba, por lo tanto no vamos hacia abajo”. Margaret
Donaldson. Las raíces de la referencia. Paidos.
1980.
Haré una pequeña reflexión sobre la siguiente
conjetura de Donaldson: cuando la niña dice “no vamos abajo”, está meditando
sobre lo que aún no es real.
Si tenemos en cuenta la experiencia y por lo tanto
la figura temporal de este fenómeno –la niña lleva meses bajando con la profesora a la
habitación –, la niña no está meditando sobre algo que aún no es real, todo lo
contrario: está meditando sobre algo que ha sucedido todos los días durante
varios meses, está meditando sobre algo que ha sido real hasta el día anterior.
La realidad de un hecho no es la realidad de un solo día o de un solo momento,
sino la realidad de la vida de ese hecho.
Otro aspecto que me hace dudar de la licitud de
sentido de la afirmación de que la niña medita sobre lo que aún no es real es
el siguiente. Los actos, bajar la escalera, no son actos que se den en el aíre
ni de forma aislada. Un acto para que sea posible necesita de entes, seres y
cualidades que no son el acto. Para bajar la escalera, es necesario que exista
la escalera. Para llegar a la escalera es necesario que exista el pasillo que
nos lleva a la escalera. Para bajar la
escalera es necesario que exista el sujeto que realiza la acción de bajar la
escalera. Luego el carácter real de bajar la escalera pertenece a un conjunto
real que incluye como mínimo dos entes más: la escalera y el agente que baja la
escalera. Por eso, cuando Donaldson dice que la niña está meditando sobre algo
que no es aún real, no es del todo cierto. La propia niña, la profesora, el
pasillo y la escalera siguen conservando su realidad aunque la acción de bajar
la escalera no se ejecute. Insisto: predicar de una acción su no realidad es
erróneo porque la acción no incluye toda la realidad que es necesario para que
se ejecute. De ahí que en términos ontológicos considere más acertado decir que
la niña está meditando sobre un acto que todavía no se ha realizado o no se ha
ejecutado, que decir que la niña está meditando sobre algo que aún no es real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario