Laia, amiga de mi hija Patricia, se ha vuelto lectora de mi blog. Me veo en la necesidad de aclarar algunos conceptos básicos. Mi sobrino Mani dice que mis trabajos son muy densos. La razón: haga uso de muchos conceptos. Las ilustraciones de los conceptos que pongo en juego son pocas. La explicación: Soy heredero del pensamiento de Hegel, Marx y Husserl, pensadores altamente conceptuales. En la filosofía hay distintas escuelas y líneas de pensamientos. Yo pertenezco a la escuela y línea de pensamiento de los autores mencionados. Por el contrario, hay pensadores como Hofstadter y Sander que son muy pocos conceptuales. De hecho, de las 160 páginas que he leído de su libro La analogía todavía no he visto elaborado un solo concepto. Y es un requisito del pensamiento filosófico, también debería serlo de cualquier científico o pensador, definir previamente los conceptos que se van a emplear. Con los conceptos logramos darle unidad a la multiplicidad del mundo. Proporcionamos también por medio de los conceptos orden, claridad y mesura.
Pero vayamos al tema que nos ocupa. Todo el mundo
conoce la palabra “mesa”. Con ella se pueden nombrar multitud de objetos que
existen en viviendas distintas, en países distintos y en épocas históricas
distintas. El número de objetos que puedo nombrar con la palabra “mesa”, lo
denominaremos extensión del concepto ´mesa´. A la mesa también puedo
denominarla con la palabra “mueble”. De
este modo aumentamos la extensión del concepto del objeto que antes
denominábamos con la palabra “mesa”. Pero a lo que antes denominábamos “mesa” y
después “mueble”, podemos denominarlo con las palabras “valor de uso”, “bien” o
“mercancía”. Volvemos a extender aún más el concepto donde originariamente
habíamos incluido el objeto que denominábamos “mesa”. Y si ya
denominamos a lo que originariamente llamábamos “mesa” con las palabras
“objeto” y “ser”, la extensión del concepto ya se hace casi infinita. ¿Qué
entidades hay en el mundo -personas, cosas y animales-, a las que no podríamos
denominarlas con las palabras “objeto” y “ser”? Respuesta: ninguna.
¿Qué es la filosofía? Aquella forma del pensamiento
que hace uso de los conceptos con mayor extensión: ser, objeto, esencia,
sustancia, apariencia y muchos otros más. Cuanto más extenso es un concepto,
más difícil es adivinar a qué nos estamos refiriendo y de qué contenido estamos
hablando. Cuanto más extenso es un concepto, más abstracto se vuelve el
pensamiento y más difícil es hablar con claridad. Quien lea los textos de
Hegel, pensador abstracto por excelencia, notará como si hubiera perdido todos
los sentidos y no pudiera ver nada de lo que habla este pensador. Un buen
filósofo es aquel que maneja con pulcritud y rigor los conceptos abstractos y
no se pierde.
El libro que citas, y que estoy leyendo actualmente, no se propone definir conceptos, cosa esencial para el filósofo, sino mostrar la elasticidad y carácter borroso de sus límites en el uso corriente, así como su dependencia de la lengua en que se vierten o a la que se con-vierten. Es claro que no es un libro de filosofía en sentido estricto, pero sí tal vez de filosofía del lenguaje.
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