Jesús, seguidor de mi blog, en referencia con los
acontecimientos acaecidos en París y con todo con lo que está interrelacionado,
formula la siguiente cuestión: ¿No es cierto que los conceptos occidentales
determinan el ser universal? Hago una
primera precisión: más que hablar de conceptos occidentales, sería más correcto
hablar de los conceptos de la sociedad burguesa clásica: la libertad, la
igualdad y la fraternidad. Estos conceptos son la expresión ideológica de las
relaciones de producción capitalista. No en vano en la sección IV de El Capital titulada Transformación
del dinero en capital, Marx se expresa en los siguientes términos: “La
esfera de la circulación o del intercambio de mercancías, dentro de cuyos
límites se mueve la compra y la venta de la fuerza de trabajo, era en realidad
un verdadero edén de los derechos innatos del hombre. Lo único que impera aquí
es la libertad, la igualdad, la propiedad y Bentham (el egoísmo)”. El mercado
libre capitalista, tan laureado entre los burgueses, es la base económica de
los llamados derechos humanos; que en vez de presentarse como conceptos que
corresponden a una determinada época histórica, se presentan como conceptos que
corresponden al ser humano en general. Los conceptos ideológicos tienen esa
peculiaridad: se borran las raíces histórico-económicas de las que brotan y se
presentan como conceptos propios del ser
humano en tanto ser humano. Esto es el modo en que concibe la religión al
hombre, no como el resultado de un largo y doloroso proceso de desarrollo, sino
como un ente creado con todas sus determinaciones desde un principio. La
religión representa la más clara manifestación del idealismo: el concepto es
anterior al ser y es obra suya.
Para profundizar más en el tema que nos ocupa y
situarlo en un concreto teórico determinado, para que así los conceptos queden
atados a una estructura y no anden sueltos y dislocados, expondré algunas ideas
de Engels contenidas en su obra Ludwig
Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. Hegel concibe la
realidad como aquello que además de existir es necesario. En este sentido
Engels formula la siguiente afirmación: “En 1789 la monarquía francesa se había
hecho tan irreal, es decir, tan despojada de toda necesidad, tan irracional, que
hubo de ser barrida por la gran Revolución,…”. Los conceptos de libertad, igualdad
y fraternidad no se hicieron realidad por sí mismo, sino mediante la práctica
revolucionaria. Así que los conceptos no determinan la realidad, sino que son
la expresión idealizada de la necesidad de cambiar la realidad. Pero el cambio
de la realidad solo es posible mediante la práctica. En suma: entre el concepto
y la realidad media la práctica.
Aunque desde Occidente se esperaba que la primavera
árabe trajera a los países del norte de África la democracia occidental y sus
valores, no fue posible. ¿Por qué? Porque en esos países las relaciones de
producción capitalista están poco desarrolladas y las determinaciones feudales
siguen estando muy presentes. El mayor atraso político de buena parte de las
naciones musulmanas está en que en ellas la religión no está separada del
Estado, o lo que es lo mismo, el Estado no se ha liberado de la religión. Y la
falta de unidad económica interna que existe entre las distintas zonas
territoriales de esas naciones ha hecho que la religión se convierta en uno de
los más poderosos medios para lograr esa unidad. Lo que observamos en esas
naciones, por mucho que las potencias occidentales pretendan lo contrario, es
una exacerbación de la religiosidad. Y como el imperialismo practicado por
Occidente ha sido durante muchos años oprobioso, los pueblos árabes han
convertido a la religión en la principal seña de identidad cultural.
He afirmado en varias ocasiones que la izquierda
radical sigue atada a los viejos conceptos y entre sus filas predomina la
representación del mundo extraída de los libros sobre la percepción de la
realidad. Todos los que hemos militado en partidos leninistas reconocemos la
validez de los conceptos elaborados por Lenin en su magna obra El Imperialismo fase superior del
capitalismo. Esos conceptos eran válidos para las primeras décadas del
siglo veinte, pero carecen de validez en
la actualidad. En ese entonces de acuerdo con las apreciaciones de Ilích
Ulianov nos encontrábamos en la época de las revoluciones proletarias, de
manera que todos los movimientos de liberación nacional formaban parte de la
revolución socialista mundial. Pero desde la extinción de la URSS y la
transición de China hacia una economía mixta donde el capitalismo ha ganado la
posición predominante, no nos encontramos en la época de las revoluciones
socialistas, sino todo lo contrario: en la época de la globalización de las
relaciones capitalistas. De ahí que todos los movimientos de liberación
nacional que acaecen en los pueblos árabes formen parte de esa globalización
capitalista y no de la revolución socialista. Por lo tanto, es un grave error de percepción
el que comete la izquierda radical cuando examina los actuales movimientos
nacionales a la luz de los conceptos que tenían validez hace ahora mismo un
siglo.
Así que no es cierto que los conceptos occidentales
capitalista determinen el ser universal de Asia central por las siguientes razones: una, porque entre
los conceptos y la realidad media la práctica, dos, porque las relaciones
capitalistas en los países musulmanes están poco desarrolladas, tres, porque
esos pueblos no se han liberado políticamente de la religión, cuatro, porque en lucha contra el imperialismo
occidental los pueblos árabes han hecho de la religión un factor clave de su
identidad cultural, y quinto, porque el poder hegemónico en la mayoría de las
naciones árabes está en manos de los jeques y no de partidos burgueses de
izquierda.
"Aunque desde Occidente se esperaba que la primavera árabe trajera a los países del norte de África la democracia occidental y sus valores, no fue posible."
ResponderEliminarSupongo que el autor escribe esto con cierta ironía. Todos los golpes de estado apoyados por Occidente en Africa, América del Sur y ex repúblicas del Pacto de Varsovia fueron hechos en nombre de la "democracia" o la "primavera".
Muy bueno el blog, muy instructivo.