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martes, 15 de octubre de 2024

La imagen como parte de la realidad

 

Tuve una conversación con mi hija sobre un curso al que estaba asistiendo. Ella es directiva de la empresa en la que trabaja. Sus compañeros y compañeras la halagaban mucho, decían que era un crack. Ella pensaba que lo que decían de ella era muy exagerado y que su puesto de trabajo le quedaba grande. Yo le puse el siguiente ejemplo. Supongamos una mujer vestida de por ir por casa, con chancletas, sin maquillar y sin peinar. Supongamos ahora a esa misma mujer con un vestido maravilloso, con tacones, maquillada, peinada y hermosos complementos. Pregunta: ¿Cuál es la mujer real? Respuesta: ambas. Tanto la mujer no especialmente vestida y sin maquillar como la mujer con un bonito vestido y maquillada. La realidad global se compone de la realidad y de la imagen.

¿A cada cual según su necesidad o a cada cual según su trabajo?

 

Estaba viendo un debate en La Sexta sobre la financiación singular de Cataluña. Antonio Maestre, periodista marxista, afirmó que en el Manifiesto Comunista había una frase que debería valer como seña de identidad de las personas de izquierda. La frase en cuestión es la siguiente: “a cada cual según su necesidad”. ¿Cuál es el error cometido por Maestre? Separar esa frase del concreto teórico al que pertenece. En verdad esa frase pertenece a un principio que reza así: “De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”. Pero este principio, a juicio de Marx y Engels, es el que debe regir las relaciones socioeconómicas en una sociedad comunista. Pero la sociedad comunista no existe. Luego carece de sentido afirmar que ese principio debe ser considerado señal de identidad de la izquierda. La defensa de ese principio lo único que logra es desconectarte de la realidad y andar por la senda del idealismo y del utopismo.