A mi juicio muchos marxistas siguen usando un
lenguaje antiguo que no se corresponde con el mundo de hoy. Aunque reconocen
que todas las economías del mundo son mixtas y, por consiguiente, nos
encontramos bajo el punto de vista económico en la época de transición del
capitalismo al socialismo, siguen planteando la contradicción entre capitalismo
y socialismo como una contradicción externa entre países y solo entre clases
sociales diferentes. Solo el hecho, por ejemplo, de que los propietarios de
acciones de las entidades bancarias sean
mucho más numerosos que sus empleados, pone de manifiesto que la contradicción entre
capital y trabajado no se pueda plantear como si estuviéramos en el siglo XIX. Si bien Lenin insistía en su tiempo sobre el
hecho de que en el pensamiento
dialéctico la transición era un concepto clave, hoy día, donde la transición
entre capitalismo y socialismo es más
acentuada que nunca, muchos marxistas siguen planteando la lucha de los
contrarios como la cuestión clave del pensamiento dialéctico.