Rosa Guevara me sale al paso por mis anotaciones
críticas sobre el pensamiento económico de Michael Heinrich. Su trabajo puede
leerse en Rebelión: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=251394 Y el trabajo que ella critica puede leerse
igualmente en Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251256. Agradezco a Rosa Guevara su crítica. Me permite
ahondar en algunos problemas ontológicos y epistemológicos que no solo son de
interés para los marxistas, sino también para todos aquellos interesados en la
filosofía. Aprovecharé igualmente para hacer alguna pequeña reflexión sobre el uso
del lenguaje. La ontología trata sobre el ser de las cosas, en este caso, por
iniciativa de Rosa Guevara, tendremos
que preguntarnos si el ser de los bienes públicos tiene naturaleza mercantil.
Mientras que la epistemología trata de cómo conocemos las cosas o qué hacemos
para conocerlas, en este caso se trata de saber para qué se usa el verbo
“aparecer” en la formulación de los juicios.
¡Aviso importante! Hasta ahora cuando se pinchaba en las etiquetas no aparecían todos los trabajos publicados bajo dicha etiqueta. Ahora hay paginación y se puede acceder a todos los trabajos publicados. Otra cuestión: Soy Ingeniero Técnico y Licenciado en Filosofía, pero de forma general me considero un Investigador Independiente.
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domingo, 20 de enero de 2019
jueves, 10 de enero de 2019
Anotaciones críticas sobre ¿Cómo leer El Capital de Marx? de Michael Heinrich.
Pido excusa a los lectores por lo siguiente. Michael
Heinrich no se expresa con la claridad debida. No habla de forma directa. No es
lo suficientemente preciso. Es un poco tortuoso cuando construye los
razonamientos. Y su falta de preparación filosófica es notable. Para evitar el
aburrimiento en los lectores, procuraré expresar de forma directa las ideas de
Heinrich indicando la página de donde las extraje. Y a continuación expondré mi
crítica. Como colofón expondré de forma resumida la esencia de la sección
primera de El Capital titulada Mercancía y dinero, que es en un 90 por
cien sobre la que versa el libro de Michael Heinrich.
jueves, 6 de diciembre de 2018
Dos ideas de Lenin y una de Hegel
Admiro el pensamiento de Hegel por la riqueza de
contenidos, abundancia de formas lógicas y profundidad. Y admiro a Lenin por su
capacidad para cambiar de ideas según cambia la realidad y por leer y entender
el pensamiento abstracto de Hegel de un modo materialista. No admiro, por el
contrario, a aquellos “marxistas” que critican tanto a Hegel como a Lenin con
un fondo de conocimiento más escaso de lo que ellos quieren aparentar, con una
más que notable falta de preparación filosófica y con una arrogancia propia de
personas pobres de espíritu.
domingo, 11 de noviembre de 2018
La arrogante superficialidad
Pensemos que el mundo de hoy es notablemente
complejo. La complejidad hace alusión a una totalidad compuesta de muchas
partes e interrelaciones en continuo cambio y movimiento. Nada permanece quieto
y nada permanece igual. Y cada parte e interrelación tienen distintos aspectos
y distintos momentos. Captar la unidad y
conservar la unidad en el análisis de lo complejo se torna muy difícil. Las
fuerzas productivas no cesan de desarrollarse, la ciencia no para en su desarrollo
y su aplicación tecnológica da la impresión de no tener fin. Y ello lleva
aparejado cambios continuos en las relaciones de producción. Hacen mal los
marxistas cuando quedan atados en su descripción del mundo a los conceptos
esenciales y no prestan atención a su rica y variada manifestación aparente.
domingo, 4 de noviembre de 2018
La visión de conjunto y los detalles
En un principio se puede creer que los más lógico
cuando se estudia un objeto o proceso es empezar por los detalles y luego
llegar a la visión de conjunto. (La visión de conjunto es una de las determinaciones
del concepto). Eso sería así si el objeto o proceso en cuestión fueran
totalmente nuevos en la historia del conocimiento. Pero en todos los objetos y
procesos que estudiamos siempre hay un conocimiento previo acumulado. Pensemos
en las ciencias de los materiales, en especial en el grafeno, un material que
pertenece a la nanotecnología y cuyas propiedades hacen de él una de las
grandes maravillas de los nuevos tiempos: alta conductividad térmica y
eléctrica, alta dureza, es más ligero que el aire y es 200 veces más resistente
que el acero. Tiene muchas más propiedades, pero con las dichas hasta aquí
basta para el objetivo que pretendemos. El grafeno es una forma alotrópica del
carbono y, como todo el mundo sabe, el carbono es uno de los elementos más
importante y abundante de la naturaleza.
(Por forma alotrópica se entiende que un mismo elemento se presenta con
estructuras moleculares diferentes). Aunque el grafeno es un material nuevo, no
es nuevo de donde proviene, del grafito, no es nuevo de los elementos de lo que
está constituido, de carbono, y no son nuevas las propiedades en las que
compite con otros materiales: conductividad, dureza y resistencia. Así que el
grafeno se investiga en una trama conceptual establecida previamente. Con lo
que confirmamos la tesis anterior: no hay objeto o proceso que se estudie que
sea totalmente nuevo en la historia del conocimiento.
jueves, 1 de noviembre de 2018
Algunas cuestiones sobre los debates filosóficos
Yo tengo la impresión de que los trabajos que
presento a este foro (Filosofía y Pensamiento) no se leen al completo o se hace
de manera muy superficial, sin entrar en detalles y matices. Así que enumeraré
mis objeciones al método de debatir.
domingo, 28 de octubre de 2018
El idealismo y subjetivismo de Francisco Mora
Someto a crítica un artículo de Francisco Mora
titulado La belleza es un prodigio del
cerebro. Empieza Francisco Mora diciendo que cuando escucha el último movimiento de la sinfonía de
Beethoven, experimenta algo que le transporta. Afirmando después que es algo
sublime, algo que le embarga, le sobrecoge y le hace pequeño. Y añade que las
pinturas de Van Gogh le subyugan. Y llegado aquí da un giro: “Sin duda, todos
saben que hablo de la belleza”. Yo le respondo a Francisco Mora que no es así,
que nadie sabe que habla de la belleza, pues en ningún momento ha hablado de la
belleza. Ha hablado, por una parte, de dos existencias objetivas, de dos obras
de arte, la novena sinfonía de Beethoven y las pinturas de Van Gogh, y por otra
parte, de determinados estados espirituales o subjetivos: sentirse embargado,
sobrecogerse, sentirse pequeño y sentirse subyugado. Dado su razonamiento, lo que Francisco Mora
cree que el lector supone o piensa es que esos estados subjetivos son signos de
la existencia de la belleza. Pero Francisco Mora no ha demostrado tal cosa. Es
un supuesto arbitrario. Además esos estados espirituales también se pueden
experimentar frente a hechos y cosas que no son obras de arte. Luego falta aquí
precisión.
domingo, 23 de septiembre de 2018
La alienación ontológica
La alienación, entendida como la pérdida de visión
de la importancia fundamental de las relaciones y diferencias esenciales a
favor de las relaciones aparentes, alcanza a todos los planos de la vida, a
todas las formas de la práctica social y a todas las clases sociales. Nada
escapa al comportamiento alienado. La globalización que ha hecho del mercado
capitalista el mecanismo económico que lo determina todo y ha convertido el
dinero en la potencia absoluta que lo media todo es la causa última de la
alienación. Ha creado una ideología donde los bienes públicos y colectivos se
han convertido en un simple medio para el acrecentamiento sin límites de los
intereses individuales. Cuando la psicología actual estudia al individuo y quiere
liberarlo de su ansiedad, tristeza y soledad, solo le proporciona remedios
centrados en el individuo, no le propone ninguna meta social, ninguna tarea
donde el beneficiario sea la sociedad. La concepción de que lo público no es de
nadie es una idea que se ha ido afianzando de manera perniciosa en la mente de
las nuevas generaciones. De manera que se genera la idea de que en los espacios
públicos todo el mundo puede hacer lo que quiera. No se genera la idea de que
los espacios públicos deben cuidarse del mismo modo que cuidamos los espacios
privados. También se hace necesario señalar que bajo el punto de vista global asistimos
a una degradación del ser humano como nunca había acontecido. Y la ideología,
entendida como una concepción profunda del mundo, ha dejado de tener un papel
destacado en la vida social.
lunes, 20 de agosto de 2018
Pensamiento, alienación e imagen
Primero las cosas cobran vida en el reino de la
existencia y después viene solícito el pensamiento a saber qué son. Los seres
humanos no se reúnen previamente para decidir entre todos qué tipo de
relaciones sociales quieren establecer, sino que primero se establecen esas
relaciones sociales y después los seres humanos se preguntan por qué pasa lo
que pasa. Esta circunstancia, que primero las cosas son y después se piensa qué
son, es la causa que impide controlar la generación de la enajenación. (Por
enajenación entenderemos que los seres humanos no controlan ni dominan las
relaciones sociales que crean). Y esto ocurre sobre todo en el mundo
capitalista, donde se invierte la relación racional y justa entre lo individual
y lo social y se sustituye por una relación perversa: en vez de que en la
actuaciones individuales prime el interés social, y tendríamos así una sociedad
socialista, ocurre lo contrario: los productos sociales se utilizan como un medio
para la realización del interés individual, teniendo así una sociedad
capitalista. Esta relación perversa entre lo individual y lo social, esta relación que convierte lo social en medio del interés individual y que es
engendrado por el mundo mercantil-capitalista, es la principal fuerza
económico-social que fortalece la enajenación de las grandes masas sociales.
sábado, 23 de junio de 2018
Significación y representación
En la percepción se nos presenta la situación
objetiva en toda su plenitud, con todos sus escorzos y todos sus detalles. Pero
la percepción donde todo se da de forma simultánea es una sucesión de
percepciones. Cuando Edmund Husserl en sus Investigaciones
Lógicas, dándole expresión a su percepción, dice “un mirlo echó a volar”,
es obvio que esto es posible solo concibiendo la percepción como una sucesión
de percepciones, concibiendo la percepción no como una fotografía sino como un
vídeo. Luego la percepción también está determinada temporalmente y refleja el
carácter sucesivo de los acontecimientos. Toda historia es una sucesión de
acontecimientos.
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