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miércoles, 21 de diciembre de 2005

La economía socialista como economía mixta

Pablo González me formula la siguiente crítica: “Creo que es profundamente erróneo presentar al socialismo como una economía mixta, porque da la sensación que el socialismo es una cosa que se encuentra a mitad de camino  entre el Estado y el Mercado, acercándose peligrosamente  a concepciones socialdemócratas, dejando de lado la dialéctica de la historia”. La cuestión es saber si lo que afirmo es verdadero o falso, no si soy comunista o socialdemócrata. Y los socialdemócratas pueden decir verdades y los comunistas falsedades. La verdad no depende de la fuerza política a la que se pertenezca, sino de si lo que se afirma concuerda con los hechos o no.



No hay ningún país del mundo donde la economía sea enteramente de propiedad privada o de propiedad pública. En todos ellos coexisten la propiedad pública y la propiedad privada. Y como esto ocurre en China, su economía es mixta. Hay que concebir las cosas como unidades de contrario, en este caso como la unidad de la propiedad privada con la pública. Esa es la primera ley de la dialéctica. Y la segunda es saber qué lado de la contradicción es el dominante: en España predomina la propiedad privada sobre la pública y, en consecuencia, es un país capitalista; mientras  que en China la propiedad pública domina sobre la privada y, en consecuencia, es un país socialista.



A continuación de aquello Pablo dice esto otro: “El socialismo es un periodo de transición del capitalismo al comunismo, y como tal no tiene un programa definido, dependerá del momento histórico y de las condiciones económicas. La tendencia es dar poder al proletariado y garantizar su emancipación”.  Es cierto que el socialismo es una etapa que cabe situar entre el capitalismo y el comunismo. Podríamos formularlo así: Capitalismo -  socialismo -  comunismo. Pero aquí se contienen dos fases: la que va del capitalismo al socialismo y la que va del socialismo al comunismo. Es una evidencia histórica que el socialismo está todavía dando sus primeros pasos, que todavía necesita del capitalismo y de la producción mercantil. De manera que nos encontramos históricamente en la primera fase, la que nos lleva del capitalismo al socialismo, quedándonos todavía muy lejos la fase que nos lleva del socialismo al comunismo.



Valoro por último, otra crítica de Pablo: “No es tan mecánico eso de que si das libertades mercantiles, automáticamente subiría el bienestar material, además, si en un país tan pequeño, si abres la veda a una pequeña-mediana burguesía, se puede desestabilizar el poder revolucionario. Cuba está en un periodo de resistir manteniendo el poder, no puede andar con aventuras que puedan quebrar el sistema político”.  Decir del poder del Estado cubano que es revolucionario no es nada acertado. En Cuba no hay ninguna clase de revolución, ni en el terreno económico ni en el terreno político. Las palabras sonoras   no nos deben empañar la visión de la realidad. En Cuba el Partido Comunista quiere conservar el poder absoluto del Estado que adquirió en 1959. Hay conservación y no revolución. No puedes llamar aventuras a las medidas contenidas en la NEP: libertades mercantiles y pequeña libertades capitalistas. Este camino lo ha seguido la China actual y le ha dado magníficos resultados. El Partido Comunista Cubano, dominado por el idealismo del Che en materia económica, no acepta la clara distinción entre la forma mercantil de la riqueza y la forma de capital. Y arremete contra el mercado como si arremetiera contra el capital.



Piensa de forma práctica, apreciado Pablo. Imagínate que se le dan libertades mercantiles a los campesinos: aumentaría la producción de víveres, los campesinos se pondrían muy contentos y los mercados de la ciudad estarían mejor asistidos.  Y si esto se hace por iniciativa del Partido Comunista y en nombre del socialismo, esos campesinos estarían del lado del Partido Comunista y del socialismo. Lejos de desestabilizarse el socialismo se fortalecería.



21 de diciembre de 2005. 


1 comentario:

  1. Me permito discrepar:
    A menudo pensamos (nos hacen pensar) que lo que hace económicamente pujantes a los sistemas capitalistas, respecto de los "socialistas" (digamos URSS, China, Cuba) es que el los primeros existe "iniciativa privada".
    Dejaré al margen la cuestión (crucial!) de que, contrariamente a la previsión del socialismo científico, han sido naciones agrícolas atrasadas y no industriales punteras las que han conocido la toma del poder por los obreros (y los campesinos, no se olvide).
    Pero es que ese es el discurso de la apología liberal del capitalismo. Y a menudo nos lo zampamos acríticamente.
    Y es que China no ha dado el salto que ha dado debido a "la iniciativa privada", sino a la acumulación de capital, de capital en sentido marxista, de valor autovalorizante, y también en sentido convencional, de mercancías para consumo improductivo y, sobre todo, productivo, desde infraestructuras hasta materias primas, pasando por instalaciones, maquinaria, sistemas de organización, control, diseño y distribución, etc.etc.
    En China, siguiendo el ejemplo, esto se ha producido no solo por la acumulación forzada por la mano de hierro del Partido Comunista, sino también por la enorme inversión extranjera. Y no conozco los datos sobre cual de esas dos fuerzas ha sido más importante, pero sin duda ambos han sido y son muy significativos.
    Donde quiero llegar es a que Cuba puede favorecer una NEP y mayor o menor "iniciativa privada", pero sin comercio exterior, sin suministros y sin inversión extranjera lo tendrá muy fastidiado para aumentar la productividad y para poder acumular.
    En cuanto a lo contentos que se pondrían los campesinos, bueno, la historia nos enseña que en la Unión Soviética del comunismo de guerra y en la de la NEP los campesinos y los NEP-men estaban muy contentos en la medida en que podían forrarse y especular en contra del pueblo y de las políticas del Partido, y no porque estuvieran entusiasmados en la construcción del socialismo. Con eso no quiero decir que sea "el enemigo" ni quiero indicar ninguna receta de tratamiento político de estas clases intermedias aliadas del proletariado. Solo quiero indicar que tampoco es cierto ese idilio de la pequeña burguesía y el campesinado con un partido revolucionario en el poder que les concede "iniciativa".

    Magnífico blog, Francisco! Enhorabuena y gracias

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