Me desorientan algunos ideólogos de la izquierda
radical. Pecan, en parte, de eclecticismo, y en parte, de intelectualismo.
Después de lo sucedido quedé pendiente de la respuesta de Podemos: condenó los asesinatos y se solidarizó con las víctimas. Fue
escueto. No ideologizó el problema. Tampoco lo relativizó. Ni cayó en el
eclecticismo ni en el intelectualismo. Su futuro político, la posibilidad de
convertirse en el partido gobernante de un Estado capitalista occidental, lo
obliga a actuar así. No puede separar lo que piensa de lo que llegado el caso
tendrá que hacer.
Lenin elaboró una magistral lección para diferenciar
la dialéctica del eclecticismo. Si necesito un vaso para beber agua, lo
fundamental es que no esté resquebrajado. Si lo necesito de pisapapeles, por el
contrario, puede estar resquebrajado. Se trata de que cuando nos enfrentamos a
un problema hay que señalar y atender lo pertinente. Y lo pertinente en el caso
del ataque terrorista a la revista Charlie Hebdo es justamente eso: un ataque
terrorista. La forma religiosa con la que se cubre esa acción hay que verla
justamente como eso: como pura forma, como máscara. La inmensa mayoría de los
islamistas no son terroristas. Las principales víctimas del terrorismo yihadista
son islamistas. Y lo que no es pertinente en este caso es hablar de
islamofobia.
Entiendo por intelectualista a aquel ideólogo que
cuando reflexiona sobre los hechos lo hace como si no perteneciera a ninguna
nación, clase y época histórica. Por eso hablé al principio de la posición de Podemos. Una de sus portavoces habló en
el debate de la Sexta que el atentado contra Charlie Hebdo era un atentado
contra la libertad de expresión. También precisó Pablo Iglesias que la lucha
contra el terrorismo yihadista no debía implicar limitar las libertades y
derechos de los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea. Sus afirmaciones
no se diferencian esencialmente de las declaraciones del PP y del PSOE, o para
ser más preciso, de las declaraciones dominantes. Los dirigentes de Podemos se
sienten parte de un sistema, de una nación y de una época.
La crítica al islam no puede ser presentada como
islamofobia ni tampoco como intolerancia.
No podemos permitir que en suelo europeo crezcan de nuevo determinaciones
históricas feudales. Los islamistas que viven en la Unión Europea o una buena
parte de ellos hacen de su religión un aspecto fundamental de su identidad
nacional. También lo hacen los judíos. Puede ser un aspecto de su identidad
cultural. Pero haríamos mal en considerar que la religión pueda ser la base de
la identidad cultural. La revolución burguesa en Europa logró que el Estado se
liberara de la religión. Este logro todavía no se ha conquistado en buena parte
de los países de religión musulmana. Y los inmigrantes que llegan a la Unión
Europea provenientes de esos países están acostumbrados a que la religión sea
fundamental en su vida como ciudadanos. Aquí hay que librar una dura batalla
ideológica. La religión no puede ser un factor determinante en la vida de los
ciudadanos europeos. Esa lucha ya se le ganó a la religión católica. Así que no
podemos permitir que en el suelo de la Unión Europea la religión islámica se
vuelva determinante en la vida ciudadana.
La otra conquista importante de la Unión Europea es
el peso que tiene en la cultura el agnosticismo y el ateísmo. Al leer a tantos
ideólogos de la izquierda radical que nos advierten de la islamofobia que se
puede desarrollar en la Unión Europea, compruebo que no hacen lo que deben
hacer los verdaderos radicales: criticar a la religión como un opio. No comparto el estilo satírico que practica
Charlie Hebdo con la religión musulmana, o con cualquier otra religión. Yo creo
más en una lucha ideológica basada en el respeto mutuo. También debo decir que todo
en la religión no es malo ni nocivo para el ser humano. En toda religión hay
cultura y hay valores. Hay también riqueza espiritual. Pero del mismo modo debe
haberle en al agnóstico y en el ateo. Creo, para terminar, que los valores que
deben primar en la convivencia entre los ciudadanos europeos son los valores
del Estado de derecho y del Estado laico. Y la identidad nacional o local de
los ciudadanos europeos no debe tener la marca de religión alguna.
Históricamente quienes escriben se han vanagloriado de la fuerza de las ideas y más cuando con una pluma se exponen a la crítica y reacción general, noble proceder que muchas vidas ha costado, que ha puesto y depuesto presidentes y que ha moldeado el mundo con información y desinformación.
ResponderEliminarEl eclepticismo, idealismo, catolicismo, islamismo, periodismo y todo "ismo" de cualquier naturaleza, no pueden servir de escudo a las ideas más profundas de unos y otros. Unos se hacen escuchar con una pluma, otros màs beligerantes lo hacen a tiros, y es la forma como cada uno da rienda suelta a su profundo deseo de moldear el mundo a su idea y semejanza,
Pienso no podemos quedarnos en la simpleza de una sátira espontánea y quizá sea más productivo verlo como lo que es; un ataque continuo a otros, quienes al fin y al cabo optan por replicar desgraciadamente de una manera atroz, popularmente decimos, "siembra vientos y recogerás tempestades".
Hola Francisco. Cómo estás. Soy del foro de FyP. Leí tu comentario al respecto. Es muy interesante. Me parece que hay que tener en cuenta que en el mundo árabe desde el inicio del Islam, no digo que todos los musulmanes sean fundamentalistas, la religión fue algo muy, pero muy fuerte. Luego de la muerte de Mahoma y de un período de luchas internas, el mundo islámico y los califas introdujeron en sus dominios la filosofía griega (por entonces perseguida por el imperio bizantino a partir de Justiniano) con el nombre de "falsafá". Durante algunos siglos hubo una filosofía en el Islam que estudió a Aristóteles, a Porfirio, Proclo...y otros neoplatónicos. Como también empezaron a crear/modificar ciertos textos antiguos griegos con ciertos agregados propios del islam como por ejemplo "El Libro de las Causas" (árabe) que fue una reelaboración de los "Elementos de Teología" de Proclo con agregados islámicos. Hubo un período filósofico notable en el Islam y un exponente muy conocido tenemos a Ibn Sina (Avicena) que luego tuvo gran influencia en el mundo medieval europeo cristiano. Pero la "falsafá" tuvo que lidiar continuamente y cada vez con menor fuerza, de manera muy dura contra el "Kalam" (la teología islámica). La teología islámica fue mucho más cerrada, más rigurosa que en las épocas "doradas" de la teología cristiana, haciendo una comparación.
ResponderEliminarCreo, si no me falla la memoria, que ya en el siglo XI o XII (de la era cristiana) la filosofía islámica desaparece casi por completo, dejando paso libre al "Kalam" hasta el presente. Con esto digo, Francisco, que la batalla ideológica la cual nombrás es muy, pero muy difícil. La historia religiosa islámica fue mucho más "dura", más marcada de una teología mucho más cerrada que la de la historia religiosa cristiana. Repito, no digo que todos los musulmanes sean fundamentalistas pero su contenido religioso es muy fuerte.
De todas maneras al igual que vos creo que el problema no es su religión sino el terrorismo islámico pero que contiene una gran y enorme carga religiosa. El fundamentalismo islámico quizás sea comparable con los kamikases o los antiguos samurai japoneses los cuales no les importaba morir por sus creencias. El sentido de la muerte, en este sentido y valga la redundancia, quizás haya estado presente en las antiguas cruzadas medievales. Los antiguos caballeros cristianos dando su vida para recuperar el santo sepulcro.
La cuestión, Francisco, sigo creyendo que consiste en no tener las condiciones adecuadas para que las huestes terroristas encuentren elementos propicios en el mundo no-árabe o no-islámico para adoctrinar posibles aspirantes a formar parte de tal terrorismo.
No sé como será la vida en Europa, pero creo que la discriminación seguro que existe en todas partes del mundo. Aquí en Argentina también existe y como ciertos fundamentalismos políticos pueden "sacar partido" de tales condiciones sociales para beneficio propio, también pueden hacerlo los de índole religioso. En fin.
Francisco. Es un lugar muy hermoso este sitio. Te felicito. Me gustó mucho.
Un abrazo enorme y nos seguimos encontrando.
Luis Lenes
La filosofia islàmica recuperò su vitalidad en Persia, cob Sohravardì y culminò, en el siglo XVI con Mollà Sadrà. eN EL iRAN ACTUAL LA PRODUCCION FILOSOFICA ES MUY IMPORTANTE. PARA MAYOR INFORMACIòN, LEER LOS MAGITRALES LIBROS DE HENRY CORBIN.
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