1. Hablar al margen de la experiencia del socialismo
real. No tener en cuentas las lecciones del socialismo soviético. Hablar como
si no hubiera historia, como si las cosas de hoy fueran como las de ayer, y
apoyarse para ello en las nuevas generaciones que no vivieron esa época. No
aceptar que se puede ser de izquierda pero reaccionario y fascista. No aceptar
que Podemos representa el socialismo
reaccionario. No ver que Podemos juega
con la ambigüedad y cambia de color según le cuadre: hoy me declaro populista y
mañana socialdemócrata. Legitimar la mentira y la falsedad si tiene el cuño de
izquierda. Obnubilarse con el concepto
de izquierda. No reconocer abiertamente que Stalin y la banda de los cuatros,
por ejemplo, eran de izquierda pero fascistas.
2. Presentar a Mariano Rajoy como la encarnación del
mal, el mal por antonomasia, el mal absoluto. Y le voto a Podemos con tal de que Rajoy desaparezca del mapa político. Creer
que es la política económica la esencia de nuestros males y no el sistema
económico. De ahí que se acepte como natural los grandes sueldos de los grandes
capitalistas, entre los que deben incluirse, por ejemplo, a Messi y
Ronaldo, y cuestionar los sueldos de los
políticos.
3. Creer que cuando se produce un movimiento social
como el que representa Unidos-Podemos hay que perder la libertad de
pensamiento. Dejar de ser autocrítico y dejarnos llevar por el movimiento
político populista como si fuera a una avalancha a la que nadie de izquierda
puede oponerse; porque si no, sería visto con malos ojos y aparecería alineado
con la derecha. No ser valientes e independientes como pensadores. No criticar
a los oportunistas y arribistas que se han subido al carro “exitoso” de Podemos.
4. Dejar de lado los más mínimos principios y dentro
del mismo movimiento que cada cual tire por su lado: que unos digan que el
movimiento es de izquierda, que otros digan que es un movimiento social de
carácter transversal, que otros hablen de un sujeto abstracto llamado pueblo,
que su líder diga que en el 2013 se declaraba comunista porque quería ser un
provocador y que ahora se llama socialdemócrata porque aspira a gobernar, que
otros hagan del derecho a decidir un asunto clave,…
5. Confundir la legitimidad de las causas sociales,
la lucha contra la pobreza, el paro y la desigualdad, con la legitimidad de la
fuerza que quiere representarla. Adherirse a la esperanza y no a la teoría.
Sobrevalorar el sentimiento y la emoción frente a la conciencia.
6. No criticar lo sustancial del sistema económico
capitalista, la explotación del trabajo por el capital y la apropiación de trabajo
ajeno por miles de resortes, y centrarse en lo accidental: la corrupción.
7. Transformar la política en la primera realidad y
abandonar la concepción marxista que hace de la economía la primera realidad.
Enajenar la sociedad civil por medio del Estado.
8. Simplificar la visión del mundo y sustituir, por
ejemplo, la concepción marxista de las clases sociales, llena de complejidad y
profundidad, por la concepción superficial del populismo: los de arriba y los
de abajo.
9. Negarse a reflexionar y a buscar la verdad en los
hechos. En Alemania gobierna el CDU desde el año 2005: un partido de derecha
liderado por Angela Merkel que aplica la política económica del
“neoliberalismo”. Sin embargo, el paro no llega al 5 por cien y su Estado del
bienestar es de los mejores de Europa. Puse entre comillas la expresión
“neoliberalismo” para indicar que las políticas económicas neoliberales no son
iguales en todas las naciones. Igual sucede con el capitalismo. No se puede
hablar de las políticas económicas haciendo abstracción de la determinación
histórico-nacional. Lo que intento demostrar con el ejemplo de Alemania es que
la política económica no representa la quintaesencia de lo que sucede en
términos económicos y sociales en un país.
10. Toda crítica que viene de la derecha debe ser
negada. La verdad es una cuestión partidista y no una cuestión científica.
Desde siempre la derecha afirmó que en la URSS había capitalismo de Estado y la
izquierda comunista y marxista lo negó. Sin embargo, lo cierto era que en la
URSS había capitalismo de Estado, capitalismo burocrático y socialismo feudal.
Era un mundo reaccionario. Del mismo modo toda crítica que hace la derecha a Podemos debe ser negada porque proviene
de la derecha.
11. No asumir que además de la política económica
son necesarios cambios profundos en la estructura económica para reducir el
paro y mejorar el Estado del bienestar, como por ejemplo un potente desarrollo
industrial y un aumento de la cuota de participación del país en cuestión en el mercado mundial, como bien pone de manifiesto
el caso alemán.
12. No ver que la conciencia socialista es una
manifestación particular de la conciencia social y que esta conciencia social
viene desarrollándose desde las sociedades esclavistas, y que no siempre el
predominio de los partidos de izquierda asegura el predominio de la conciencia
social. Entiendo por conciencia social aquella conciencia que desarrolla,
fortalece y preserva los bienes públicos. De manera que en una país como
Austria donde ha predominado en la política los partidos de derecha la
conciencia social es mucho más poderosa y profunda que en España, donde desde
la transición la izquierda ha tenido un peso decisivo en la política.
13. No entender ni asumir que la irrupción de China
en el mercado mundial con su potente y acelerado desarrollo económico y sus
costes laborales bajos ha sido uno de los causantes de la bajada de los
salarios y la merma de las prestaciones sociales en los países de la Unión
Europea.
14. No ver que en el programa de Podemos no hay ningún medida que nos
haga imaginar que el poder financiero, en especial los poderosos fondos de
inversión, vaya a perder su hegemonía en la economía y vaya a dejar de determinar
de manera decisiva la política
económica.
15. No querer ver que el aumento del gasto del
Estado provocará inevitablemente un aumento de la deuda pública y que, por
tanto, el Estado estará aún más bajo el dominio del poder financiero.
16. En tiempos de la transición democrática, en los
años setenta y ochenta, el nivel ideológico teórico de la política española era
alto. Hoy día, en especial con la irrupción de Podemos, el nivel teórico ideológico ha decaído de manera
estrepitosa y la bancarrota ideológica de los marxistas ha sido plena.
17. No ver que la irrupción de Podemos impidió que IU rentabilizara el descontento social y se
convirtiera en una fuerza política poderosa. No ver que la alianza de IU con Podemos significa la muerte política de
IU y la sepultura del marxismo por el
populismo.
18. No
recordar que forma parte de la historia de los partidos comunistas, al
principio partidos socialdemócratas, la crítica no solo a la derecha sino
también a la izquierda extremista y reaccionaria. Y en este sentido IU nos
defraudó por no criticar y desenmascarar a Podemos
como un partido de la pequeña burguesía con una concepción reaccionaria
del socialismo.
Cuando escuché por primera vez a Pablo Iglesias quedé fascinado. Su discurso era convincente e impactante. Así que decidí leer sus trabajos académicos y su recuperación del discurso de izquierda latinoamericano. Y ahí vi que, como otros discursos entre posmodernos, neomarxistas humanistas centrados en la inmediatez; Podemos era una venta de ilusiones. Lo mismo hasta incorporada hasta doctrinas y prácticas New Age. Por eso, este revelador resumen me parece el mejor análisis hasta el momento de Podemos.
ResponderEliminarUn buen repaso. Cada vez veo más clara la ley de la conservación de la energía... política: lo que se gana en extensión se pierde en profundidad. Con la irrupción de Vox casi todos corren a ocupar el espacio que va quedando vacío... más a la derecha.
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