Aconsejo al lector que lea previamente la aportación
de Ramón Galán al número dos de esta serie. Si no lo leyera, no entendería el
sentido de este trabajo. El aporte de hoy afecta al método. Si bien en el
primer trabajo de esta serie se abordó los tres aspectos que figuran en el
título, en el segundo trabajo me centré solo en el problema teórico del todo y
las partes. Y el problema específico era el siguiente: Según Ramón Galán, en su
primera aportación, cuando nos encontrábamos con el caso de que un todo solo
tuviera una parte, entonces el todo sería igual a la parte. La objeción teórica que
observé desde el principio era la siguiente: en tal caso no habría modo de
diferenciar el todo de la parte y no tendríamos una definición del todo que no
fuera la suma de las partes. Como no quería seguir en el ámbito de la lógica
pura, puse un ejemplo: el de la caja de cartón con una sola ventana sin hojas.
Ramón Galán no abordó este asunto. Así que advierto que es decisivo, bajo el
punto de vista metódico, tener claro dónde nos encontrábamos en nuestras
pesquisas conceptuales y no perder de vista el objetivo teórico planteado y que
debemos resolver.
Hay otro aspecto a tener en cuenta sobre todo en el
ámbito de los conceptos abstractos: la necesidad de poner ejemplos particulares
que nos sirvan de ilustración. En estos casos el criterio metódico consiste en
no poner muchos ejemplos, lo más conveniente es poner uno solo, y no
multiplicar el número de aspectos a tener en cuenta en dicho ejemplo. Por esa
razón yo simplifiqué el ejemplo: una sola materia, el cartón, dos estados del
cartón, sin armar y armado como caja, y una sola parte: una venta sin hojas. La
aportación de Ramón versó sobre ejemplos ilustrativos de las relaciones entre
las partes y el todo, de lo simple y lo complejo, y la armonía, situándose
teóricamente en el primer trabajo de esta serie y no en segundo. Habló del
valor económico y de la caja de cartón bajo el punto de vista geométrico. Este
aporte tiene validez, repito, bajo el punto de vista de la ilustración de los
conceptos, pero no bajo el punto de vista de la comprensión abstracta del
concepto.
Así que bajo el punto de vista conceptual estamos
como nos quedamos con la cuestión planteada en el segundo trabajo de esta
serie: ¿Cuándo el todo tiene una sola parte, el todo es igual a la parte o el
todo sigue conservando su identidad, y por tanto, su diferencia con respecto a
la parte? Hemos de buscar una salida a este atolladero. Podemos emplear si se
quiere la intuición, esto es, la aproximación a la solución con poca claridad,
pero evitando cambiar el objetivo teórico. Sería un error de método.
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