Me veo en la obligación de hacer otra entrega por el
último aporte de Ramón Galán. Le aclaro en primer lugar que cuando mantengo un
debate con otra persona hablo para los terceros, y es el propio tema, enunciado por el título
de esta serie, quien debe determinar de qué debe hablarse.
Afirma Ramón Galán que un todo formado por una sola
parte no puede existir. Estamos en el ámbito de la Lógica pura, donde predominan
las abstracciones absolutas, y no en el ámbito de la existencia sensible. Las
matemáticas opera con nociones como el conjunto vacío, los números negativos,
la raíz de menos uno o las series de Taylor, y nada de eso tiene existencia
sensible. Algo puede ser pensado y darse en forma de objeto sin que tenga
existencia sensible. Hasta los propios números son definidos por Gottlob Frege
como conceptos y no como existencias sensibles. Y así es: los números carecen
de existencia sensible.
Afirma Ramón Galán que él nunca ha hablado del todo
como la suma de las partes. Pero no se trata de lo que Ramón ha hablado sino si
en los debates de la Lógica pura se plantea el problema de la concepción del
todo como suma de las partes. Y así ha sido planteado por algunos pensadores o
cabe la posibilidad de partir de la definición del todo como suma de las
partes.
En el curso de esta serie formulé lo siguiente: “Supongamos
que una caja de cartón sea el todo. Pensemos primero en la caja de cartón sin
montar. Después la montamos. No se ha añadido parte alguna”. Ante
esta formulación Ramón presenta la siguiente objeción: “Esa afirmación no es
cierta porque desde el punto vista del valor se ha añadido una parte nueva”. Le
digo a Ramón que no estamos hablando de proceso de valorización sino de Lógica
pura; y el ejemplo ilustrativo debe adaptarse al concepto. Si habláramos del
proceso de valorización, deberíamos hablar de muchas más determinaciones que no
están presentes en el ejemplo; y habríamos pasado de la esfera de la Lógica
pura a la crítica de la economía política según Marx. Mientras que si me fijo
en el material, en el cartón, tengo la misma cantidad de cartón cuando la caja
está desmontada que cuando está montada. Así que bajo el punto de vista del
material de elaboración no se ha añadido parte alguna. Y repito: el ejemplo ilustrativo debe acomodarse al
concepto y no al revés.
Cuando Ramón Galán
habla de lo simple y lo complejo no advierte que existenten distintos grados de
complejidad. Y una caja de cartón tiene una complejidad muy baja, no necesitando
de muchas disquisiciones para ser definida y menos para ser usada. Cuando Ramón
Galán habla de la caja bajo el punto de vista geométrico, no está en el ámbito
de la Lógica pura sobre la teoría del todo y las partes sino en el ámbito de la
Geometría. Ha vuelto a pasar del ámbito de los conceptos que queremos definir
al ámbito de los ejemplos que sirven para ilustrar dichos conceptos.
No se trata de hacer
lo que hace Ramón introduciendo el concepto sensible de “lateral con ventana”
frente al concepto sensible “lateral sin ventana” y hablando de género y especies, pues así
estaríamos en otro asunto filosófico ajeno al tema que nos ocupa. De lo que se
trata es de concebir un todo con una sola parte y, por consiguiente, debe
buscar en el ejemplo ilustrativo el modo en que responda al concepto. Pero si
en el ejemplo ilustrativo destaca aspectos que no responden al concepto,
entonces hay que descartar dicho ejemplo.
Querido Ramón: Debemos dejarlo ya aquí para no
cansar a los lectores. En nuestras reuniones que iniciaremos en enero
aclararemos más este asunto. Gracias por tus aportes.
¿Un objeto esférico no podría considerarse un todo de una sola parte?
ResponderEliminarMuy buen ejemplo: Así es. Has puesto un ejemplo que se acomoda al concepto. La peculiaridad de la esfera es su igualdad por todas partes. De momento podría establecerse que el todo y la parte son iguales, pero sería necesario buscar la diferencia. La igualdad del todo y la parte podría aceptarse, pero solo como un momento pasajero del concepto.
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