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domingo, 22 de mayo de 2005

Los fenómenos sociales y su significado

Me centro en un fenómeno social determinado: las rebajas, en especial las de enero, las que vienen después de la locura mercantil navideña. Este fenómeno es regular, se produce cada año; y es universal, se produce en casi todas las partes del mundo. Creo que los fenómenos sociales cuyos significados se quiere investigar deben contener estas dos determinaciones: la regularidad y la universalidad.


Con respecto a este fenómeno social nos encontraremos en principio con dos clases de informadores: quienes viven las rebajas al máximo y quienes mantienen una actitud crítica con las mismas. Así si preguntáramos a la gente qué significan las rebajas, encontraremos en principio dos clases de respuesta, atendiendo a las dos clases de informadores. La persona que vive al máximo las rebajas nos dirá que para ella significan una oportunidad de comprar un mismo artículo más barato que hace un mes, y disfrutar viendo y palpando las multicolores  mercancías, al tiempo que divertirse y entretenerse con los amigos y amigas que le acompañan. Mientras que la persona crítica nos dirá que las rebajas significan comprar cosas que no se necesitan y el predominio de la vida material sobre la vida espiritual. Y no sólo eso, añadirá que las rebajas también significan derroche. Preguntémosle ahora al dueño del comercio qué significan para él las rebajas. Nos dará la siguiente respuesta: liquidar el stock de mercancías, vendiendo una parte de ellas con poco margen comercial y vendiendo otra parte a precio de coste. E incluso agregaría que si hubiera que vender una parte de las mercancías por debajo del precio de costo para liquidar el stock, se hace.

Sé que se puede aumentar el número de informadores y, con ello, el número de significados. Pero son suficientes para preguntarse dos cosas: ¿es mi representación del fenómeno social en cuestión adecuada y mínimamente completa o faltan por destacar aspectos esenciales? Y dos,  ¿lo que yo catalogo como significado es tal significado? O,  ¿cuál es el contenido de lo que yo presento como significado?. Pensemos en la primera clase de informadores, que nos decía que las rebajas significaban comprar más barato. Este significado es  un hecho cierto. En las rebajas se compran los mismos artículos, no todos, más baratos. Por lo tanto, el significado es aquí, en el marco de este fenómeno social particular, la representación de un hecho económico determinado: disminución del precio de las mercancías.  Pensemos ahora en la segunda clase de informadores, que nos decía que las rebajas significan comprar cosas que no necesitamos y el predominio de la vida material sobre la vida espiritual. Este significado es también un hecho cierto: es hábito en la mayor parte de las clases más adineradas, de la clase media e incluso de la clase popular, comprar más de lo que se necesita. Como es cierto que vivimos en una sociedad donde la vida material predomina sobre la vida espiritual. Si pensamos, por último, en la respuesta de la tercera clase de informadores, concluimos que el significado es la representación verbal de un hecho también cierto: la liquidación del stock.

Se quejaba Norman Ahumada que sobre el significado haya tan distintos y variados conceptos. Es una dificultad teórica no disponer de un concepto donde predomine la unidad. Pero es así: predomina la diversidad. No obstante, esto no es un obstáculo para analizar los fenómenos sociales y sus significados. Lo único que debe hacer el investigador es formular cuál es el concepto de significado que maneja cuando analiza  los significados del fenómeno social objeto de la investigación. Y en mi caso se entiende por significado la representación verbal de determinados hechos económicos. Aquí el significado se entiende como función de una representación, como en Saussure se entiende como función de un concepto.

Las representaciones verbales con las que las tres clases de informadores nos comunican  los significados de las rebajas,  están vinculadas con un sinfín de percepciones visuales y táctiles. Ahondemos en este aspecto. Sobre las mercancías expuestas hay una etiqueta donde se lee: Antes, 100 euros. Ahora: 60 euros. Imagínense la cantidad de prendas  que una sola persona percibe y la cantidad de etiquetas que lee para observar el cambio de precios en una jornada de compras. Así que por cada significado cristalizado en las expresiones verbales hay conectado multiples percepciones y vivencias. (Yo me he ahorrado explicar qué son las rebajas y enumerar todos sus componentes, porque es una experiencia de la que todo el mundo tiene bastante conocimiento sensible y conceptual. De ahí que con las representaciones verbales con las que se den expresión a las rebajas no sólo estén conectado multiples percepciones, sino también múltiples conceptos).

Dice Marx que como las mercancías no tienen lengua, sus propietarios les ponen etiquetas a fin de transmitir sus precios al exterior. Por lo tanto, el significado para la clase de consumidores identificados totalmente con las rebajas, aquellos que decían que las rebajas significaba comprar las mismas mercancías más baratas que hace un mes, es también un hecho perceptivo. Al introducir las mercancías, el hecho de que carecen de lengua y el hecho de que sus propietarios se valgan de etiquetas (expresiones verbales escritas, a saber: números, nombre monetario y nombre de la prenda) para transmitir sus precios rebajados a los consumidores, introducimos una complejidad semiótica que necesitaría más desarrollo del que yo en este momento puedo darle. Pero podemos advertir una cosa: al analizar un fenómeno social en particular e indagar en sus significados, vemos que se abre un campo muy amplio para poner a prueba nuestros conceptos previos o para desarrollar conceptos nuevos.

23 de enero de 2005.  



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