El concepto de valor no es de autoría exclusiva de
Marx. Antes que él los dos grandes pensadores de la economía clásica burguesa,
Adam Smith y David Ricardo, habían elaborado ese concepto y con un notable
desarrollo. De hecho la determinación del valor por el tiempo de trabajo es
obra de David Ricardo. Así que Marx se presenta como el culminador del concepto
de valor y no como su único autor. Lo mismo sucede con la plusvalía y la
ganancia. No en vano Marx critica a Ricardo por confundir las leyes de la
plusvalía con las leyes de la ganancia. Lo que hay que evidenciar y no perder
de vista nunca es que la teoría económica de Marx se presenta en parte como
desarrollo de la economía clásica. Y en todo desarrollo hay continuidad y hay
ruptura.
El concepto de valor tiene muchas determinaciones y
experimenta cambios de forma y sentido en su relación con el resto de los
conceptos con los que constituye un cuerpo teórico. No se puede separar el
concepto de valor de los conceptos siguientes: valor de uso, valor de cambio,
plusvalía, precio de costo, ganancia, capital constante, capital variable,
capital fijo, capital circulante, renta, beneficio, interés, dividendo, valor
individual, valor de mercado, precio de producción … Hay dos defectos fundamentales
en los que incurren los detractores de la teoría del valor de Marx: uno, no
tienen en cuenta la totalidad de las determinaciones del concepto de valor, y
dos, no tienen en cuenta las interrelaciones con los conceptos del cuerpo total
de la teoría económica de Marx. Además suelen recurrir a definiciones aisladas
de los conceptos y con eso quieren manejarse en sus razonamientos y
conclusiones. Hablar del valor y no hacerlo del valor en su forma relativa, en
su forma de equivalente y en su forma objetivada como dinero es un error de
fondo que solo puede derivar en razonamientos poco fundamentados y en
conclusiones aventuradas.
Si bien en la economía clásica, la que representa
Adam Smith, Ricardo y Marx, el concepto de valor es fundamental y central, no
lo es así en la economía convencional, cuyo padre fundador es Stanley Jevons. El
concepto de valor en Jevons está centrado en la utilidad y especialmente en la
utilidad marginal (adicional), esto es, está centrado en una de las
determinaciones del valor de uso. A esta teoría se la llama teoría subjetiva
del valor. Pero hay intelectuales poco versados en estos detalles que haciendo
uso del concepto de valor de Marx después defienden una teoría subjetiva del
valor, o lo que es lo mismo, defienden que los precios están determinados por
la utilidad adicional. Decir que los precios están determinados por la utilidad
adicional es lo mismo que afirmar que están determinados por las necesidades y
deseos de los compradores. El error aquí estriba en que partiendo del concepto
de valor de Marx, o utilizándolo en apariencia, esto es, sin tener conocimiento
fundamentado del mismo, defienden la
teoría del valor de Jevons sin que los intelectuales en cuestión sean autoconscientes
de este fenómeno de su conciencia teórica. Llegados a este punto, y habiendo
aclarado las raíces teóricas del concepto de valor en la economía clásica y en
la economía convencional, los detractores de la teoría del valor de Marx deben
decidirse sobre una cuestión básica: o defienden el concepto de valor de la
economía clásica o defienden el concepto de valor de la economía convencional.
Hay que aclarar que el concepto de valor en la economía clásica hace del trabajo
su sustancia básica, mientras que en la economía convencional el trabajo queda
desterrado a un simple factor de la producción. Los detractores podrán argumentar que ellos defienden el
concepto de valor de Marx de un modo heterodoxo. Pero en tal caso tendrán que
decir con qué determinaciones del concepto de valor elaborado por Marx se quedan,
cuáles rechazan y cuáles añaden. Ya que cuestionar un concepto sin definir uno
nuevo o sin modificarlo no es un procedimiento teórico riguroso.
Cuando vemos a una persona, no vemos su esqueleto
sino su carne. Tampoco vemos su corazón ni su sistema nervioso central. Es
cierto que todas las partes del cuerpo humano están interrelacionadas, pero
interrelación no significa mezcla indeterminada ni confusión. De hecho hay
distintas disciplinas médicas especializadas en cada una de las partes
diferenciadas del cuerpo humano. Algo análogo sucede con el cuerpo socio económico
capitalista. Los conceptos de valor y plusvalía pertenecen al esqueleto de la
teoría económica de Marx, mientras que los conceptos de precio de producción y
de ganancia pertenecen a su cuerpo aparente. La economía convencional no quiere
entrar en el estudio del esqueleto de la economía capitalista, le basta con lo
que se manifiesta en la superficie de los fenómenos. Por su parte los
intelectuales poco versados en la economía marxista hablan de la teoría de la
plusvalía de Marx como si fuera un fenómeno aparente. Y pretenden examinar la
validez de la teoría de la plusvalía de Marx con fenómenos aparentes del mundo
capitalista. Marx distingue entre valor individual y valor de mercado, y
entiende por valor de mercado el valor medio de las mercancías producidas en
cada esfera de producción. De manera que habrá empresas que vendan sus
mercancías por encima de su valor individual y habrá empresas que la vendan por
debajo. De lo que se deduce que la plusvalía generada por cada empresa no
coincide con la plusvalía de la que se apropia. Además en la realidad del
mercado siempre se da el monopolio casual que en palabras de Marx significa “el
monopolio del que disfruta el comprador o vendedor gracias al estado fortuito
de la oferta y la demanda”. Así que repito: es un error querer vincular la
plusvalía directamente con los hechos de
la realidad. Ese papel le corresponde a la ganancia media y a los precios de
producción.
Quien estudie con detenimiento El
Capital, podrá leer secciones con
los siguientes títulos: Transformación de
la plusvalía en ganancia, transformación
de la ganancia en ganancia media, transformación del dinero en capital de
préstamo, transformación de los
valores en precios de producción… Los conceptos en la teoría económica de
Marx no permanecen inmóviles, no son fijos, no sufren de esclerosis, sino que
están en continuo desarrollo, transformación y movimiento. El error de los
detractores de la teoría económica de Marx a este respecto estriba en lo
fundamental en lo siguiente: emplean los conceptos de Marx como cajones con
contenidos conceptuales fijos y los ponen
en relación con otros conceptos de forma externa y con los hechos de la
realidad de modo fortuito.
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