En el último
trabajo que he publicado en el blog, Ser
y apariencia, formulé la siguiente idea: “Defiendo un pensamiento integral.
Todas las esferas del saber representan al ser humano de manera unilateral. De
ahí mi interés por el estudio de distintas ciencias. De todos modos hay una
esfera del saber que cumple con el requisito de la visión integral del ser
humano: la filosofía. En este sentido la filosofía es insustituible”. Wilbert
Tapia, miembro de foro Filosofía y
pensamiento, después de leer este fragmento, formuló la siguiente objeción:
“En este caso se está presentando la idea de que la filosofía proporciona una
visión integral del ser humano. Todavía faltaría especificar qué es lo que se
está comprendiendo por visión integral”. Yo creí que mi argumento aclaraba con
suficiencia lo que entendía por visión
integral del ser humano, puesto que lo había opuesto a la visión unilateral que
ofrecía cada una de las ciencias naturales y sociales. Pensaba además que el
significado general del adjetivo integral, incluir todos las partes necesarias
de una cosa para ser completa, le daba el carácter de suficiencia al concepto
de visión integral del ser humano. Pero parece no ser así. Es cierto que un
concepto no puede agotarse en una definición aislada del objeto de dicho
concepto. Un concepto se entiende mejor cuando forma parte de un teorema o de
varios teoremas.
Los seres
humanos tienen distintos modos del ser: en tanto es un ser dotado de sistema
nervioso, es objeto de la fisiología; en tanto es un ser psicológico, es objeto
de la psicología; en tanto es un ser productor de riqueza, es objeto de la
economía; en tanto es un ser que tiene que satisfacer necesidades humanas, es
objeto de la antropología; en tanto es un ser biológico, es objeto de la
biología; en tanto es un ser social, es objeto de la sociología; en tanto es un
ser histórico, es objeto de la historia;
y así hasta agotar los múltiples modos del ser de los seres humanos. En suma:
del mismo modo que el ser humano tiene múltiples modos del ser, de igual manera
son múltiples las esferas del saber que lo representan científicamente. Cada
esfera del saber, al representar solamente una modalidad del ser, tiene una
representación unilateral del ser humano. Puede conjeturarse entonces que una
visión integral del ser humano sería aquella que sumara las variadas visiones
de las distintas esferas del saber. Pero esta forma de concebir las cosas sería
poco satisfactoria, puesto que dicha visión carecería de unidad. El ser humano
no sería un ser íntegro sino una suma de múltiples modos del ser.
La política,
como esfera del saber, parece que capta a los seres humanos de un modo más
integral que el resto de las esferas de saber mencionadas. La política tiene en
cuenta a los seres humanos en tanto tienen necesidad de un trabajo, en tanto
tienen una familia, en tanto son objetos de la violencia, en tanto están
necesitados de justicia, en tanto están necesitados de educación, y en tanto
están necesitados de atención sanitaria. El Estado, que representa la
objetivación de la sociedad, se preocupa por legislar todas las formas de la
práctica social. Y la lucha partidista tiene como objeto la conquista del poder
del Estado. Luego damos un salto importante en la concepción del ser humano
cuando pasamos de aquellas esferas del saber a la esfera de la política. En la
política concebimos un ser humano relativamente integral.
Surge ahora
una pregunta que todavía no hemos formulado: ¿Bajo qué modalidad del ser
representa la filosofía al ser humano? De forma mecánica podríamos responder
que en tanto el ser humano es un ser filosófico. Pero entonces tendríamos que
saber cuál es esa modalidad del ser. Y no tenemos una respuesta convincente. Sí
sabemos que la filosofía hace uso de las categorías más abstractas y generales
que existen en el universo categorial del ser humano. Y también sabemos que
todas las ciencias particulares necesitan de la filosofía para resolver
cuestiones que ellas por sí mismas no pueden responder. La nanotecnología está
experimentando un desarrollo colosal y va a tener un sinfín de consecuencias
para la vida de los seres humanos. Igual sucede con la biotecnología. Son los
propios científicos, inmersos como están en la unilateralidad que suponen su
propia esfera de saber, quienes están preocupados sobre las consecuencias que
tendrían estos cambios tecnológicos sobre el destino del ser humano en tanto
ser humano. Todas las ciencias particulares viven su propio desbordamiento,
todas van más allá de sí mismas. Esto también se produce porque los propios
científicos tienen más conciencia social que hace siglos. Todos saben que
aunque las ciencias naturales y su aplicación tecnológica experimentan
desarrollos vertiginosos, la propia naturaleza sufre graves deterioros por ese
mismo desarrollo y muchos seres humanos, especialmente los muy pobres, no
disfrutan de los éxitos de la ciencia. La demanda de la filosofía está ahí.
Cosa distinta es que haya filósofos conscientes de esa tarea.
Las propias
categorías filosóficas expresan que su visión del ser humano es integral: ser,
esencia, sustancia, conciencia, enajenación,… El carácter abstracto de estas
categorías debe entenderse no en el sentido de parte, abstracción de un rasgo
de una totalidad, sino en el sentido de alejamiento de lo particular para hacer
posible la representación de la totalidad. Pero hay que advertir que la
filosofía neopositivista, con su visión superficial y parcial del mundo,
intentó convertir estas categorías en palabras carentes de significado. Y
muchos los secundaron. Sobrevino un empobrecimiento cultural en el seno de la
filosofía. El neopositivismo al convertir la física y la lógica matemática, sin
duda las ciencias donde hay más abstracción del ser humano y de sus
necesidades, en las ciencias referentes para la reflexión ontológica y
epistemológica, provocaron la pérdida de la centralidad del ser humano en la
reflexión filosófica.
Volvamos a la
actividad política. Pensemos en la crisis económica desatada en 2008. En España
ha surgido una formación política nueva: Podemos. En apariencia era una
formación política radical. Igual sucede con Syriza. Su naturaleza radical nos
hacía pensar que iban a criticar la estructura profunda del sistema
capitalista. También pensábamos que la ideología iba a recobrar fuerza y
protagonismo. Pero nos equivocamos. Resulta del todo curioso que sea el PP, el
partido conservador, quien reclame un mayor protagonismo de la ideología
mientras que Podemos quiera diluirla, señalándola como algo no importante. Pero
¿qué es la ideología? En el marco en el que nos movemos la ideología es la
concepción del mundo presente y futuro que deberían tener todos los partidos
políticos. La ideología, mira por donde, debe aportar una visión integral del
ser humano. Pero nos advertía Marx que la ideología dominante en el sistema
capitalista es la economía política. Y la economía política supone la negación
de la filosofía. Muy al contrario de lo que sucede con la crítica de la
economía política llevada a cabo por Marx, que tiene un notable componente
filosófico y nos aporta, por consiguiente, una visión más integral del ser
humano. Marx no propone solo acabar con el capitalismo, sino acabar con la
enajenación humana generada por la propiedad privada, cuya historia se remonta
hasta las primeras sociedades humanas divididas en clases sociales. Así que en la ideología, componente
identificador de los partidos políticos, también encontramos un ámbito de la
visión integral del ser humano.
Resumamos lo
dicho hasta aquí. Las ciencias particulares aportan una visión parcelada del
ser humano; la visión integral no debe entenderse en el sentido de suma de las
distintas ciencias particulares, pues dicha visión carecería de unidad; la
política, como esfera teórico práctica mediada por la existencia del Estado,
tiene una relativa visión integral del ser humano; y por último, la ideología,
en cuanto concepción del mundo presente y futuro, supone una concepción
integral del ser humano. Hay que advertir que el grado en que cada ideología
capte de modo integral el ser humano depende del desarrollo histórico nacional
donde esas ideologías tomen cuerpo. Hay ideologías pobres y hay ideologías
ricas, ideologías desarrolladas e ideología con escaso desarrollo, ideologías
materialistas e ideologías idealistas, ideologías hermanadas con la ciencia e
ideologías religiosas,…
Sigue en pie
una pregunta cuya respuesta he ido demorando intencionadamente hasta el final
del trabajo: ¿bajo qué modalidad del ser capta la filosofía al ser humano?
Muchos filósofos se han preguntado a lo largo del devenir histórico qué
diferencia al hombre del animal. Y respondieron: la conciencia. Aquí tenemos el
rasgo que expresa el carácter integral del ser humano. En tanto es un ser
dotado de conciencia, el ser humano es objeto de la filosofía. En la conciencia
humana se encuentra todo: su mundo interior y su mundo exterior. La forma de la
conciencia es el saber. Y esta forma está
presente en todas las ciencias particulares y en todas las formas de la
práctica social. Hay una forma en que la filosofía moderna captó este aspecto,
aunque no fue consciente del todo. Gran parte de la filosofía del siglo XX se
presentó como filosofía del lenguaje. Desgraciadamente el neopositivismo, que
fue la línea dominante de la filosofía durante esa época, empobreció la
concepción del lenguaje. Pero si consideramos, por una parte, que el lenguaje
es la objetivación de la conciencia, y por otra parte, que el lenguaje está
presente en todas las formas de la práctica social, podemos concluir que el
rasgo que expresa el carácter integral del hombre es el lenguaje, pues su
universalidad, en el sentido de estar presente en todo, es superior a cualquier
otro rasgo del ser humano. Si en la concepción que tenemos del lenguaje
predominan las formas del saber lógico matemático y físico, nuestra visión del
ser humano no será integral. Pero si en la concepción que tenemos del lenguaje
están presentes todas sus formas particulares de existencia, incluyendo el
lenguaje popular, el lenguaje literario y el lenguaje de todas las ciencias,
incluidas las históricas y sociales, nuestra visión del ser humano será integral.
Tal vez sea Hegel el filósofo que mejor
supo expresar esa tarea de la filosofía.
MUY INTERESANTE EL TEMA,PERO MUY COMPLEJO
ResponderEliminarDebes dar un pequeño paso adelante y decir
Eliminardónde ves la complejidad o qué te interesaría
saber. Si una cosa tiene muchos lados y solo
ves dos lados, por lo menos ves dos lados.
La complejidad se debe a que ciertas cosas
tienen muchos lados y no siempre el mismo
lado se presenta del mismo modo. Es como
si un trozo de ciudad lo vieras a distintas
horas del día, desde la carretera, desde lo
alto de un edificio o a través de las ventanillas
de un tren. En cada caso ese trozo de ciudad
se te presentaría de distinto modo y conteniendo
distintos aspectos. Desde lejos no se ven aspectos
que sí se ven de cerca.
Me sirvio mucho francisco gracias
ResponderEliminargraias
ResponderEliminarDeberías ser mas concreto en lo que quieres dar a entender
ResponderEliminar