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domingo, 4 de junio de 2000

La reproducción simple

El movimiento del capital transcurre en tres fases. Primera fase: el capitalista convierte una determinada suma de dinero en medios de producción y fuerza de trabajo. Este hecho ocurre en la esfera de la circulación. Segunda fase: los obreros transforman los medios de producción en  mercancías. Este hecho ocurre en la esfera de la producción. Tercera fase: el capitalista transforma las mercancías producidas  por los obreros en dinero. Este hecho ocurre en la es esfera de la circulación. De este dinero el capitalista separa la plusvalía, que se mete en los bolsillos, mientras que el dinero restante vuelve a invertirlo como capital, y así una y otra vez. Este ciclo, que recorre siempre las mismas fases sucesivas, constituye la circulación del capital.

Pongamos un ejemplo concreto. Un hombre dispone de 90 millones de pesetas y quiere transformarlo en capital. Primera fase: el capitalista  invierte 60 millones en medios de producción y 30 millones en fuerza de traba. Esto ocurre en la esfera de la circulación. Segunda fase: los obreros transforman los 60 millones de pesetas de medios de producción en una suma de mercancías cuyo valor asciende a 120 millones de pesetas,  que contiene los 90 millones de pesetas de capital desembolsado mas una plusvalía de 30 millones de pesetas. Esto ocurre en la esfera de la producción. Tercera fase: el capitalista transforma las mercancías producidas por los obreros en dinero, esto es, en 120 millones de pesetas. Después aparta los 30 millones de pesetas de plusvalía y se los mete en los bolsillos, mientras que los 90 millones de pesetas restantes vuelve a convertirlo en capital, iniciando de nuevo su ciclo. Este ciclo que recorre siempre las mismas fases sucesivas –circulación-producción-circulación- constituye la circulación del capital.
Si este año la suma anticipada de 1080 millones de pesetas produce una plusvalía de 360 millones de pesetas, al año siguiente el capitalista tiene que volver a invertir de nuevo los 1080 millones de pesetas para volver a obtener una plusvalía de 360 millones de pesetas, y así sucesivamente. Como fruto periódico del capital en proceso, la plusvalía recibe la forma de renta nacida del capital. Si esta renta sirve al capitalista sólo de fondo de su propio consumo, entonces se efectúa una reproducción simple. Dicho de forma mas clara: si el capitalista se gasta toda la plusvalía que obtiene cada año, entonces se efectuará una reproducción simple. Aunque no sea mas que una simple repetición del proceso de producción en la misma escala, esta simple repetición imprime al proceso ciertos caracteres nuevos o, mas bien, disuelve los caracteres aparentes que tenía como proceso aislado.

¿Cuáles son estos caracteres aparentes que tiene como proceso aislado? Uno, que el capital variable aparece como una suma de dinero que sale  del bolsillo del capitalista, y dos, que el capitalista es el legítimo propietario de todo el capital que posee. ¿Y cuáles son los caracteres nuevos que imprime al proceso de producción su simple repetición? Uno, que el capital variable es producido por los obreros antes de que vuelva a ellos en forma de salario, y dos, que el capital que posee el capitalista no es más que plusvalía capitalizada y, por lo tanto, legítima propiedad de los  obreros.



Capital variable

El proceso de producción se inicia con la compra de la fuerza de trabajo por un periodo determinado, por ejemplo, un mes. Este comienzo se renueva constantemente tan pronto como vence el plazo de venta. Pero el  obrero no cobra hasta después de haber actuado su fuerza de trabajo, esto es, después de haber realizado en mercancías tanto la plusvalía, el fondo de consumo del capitalista, como el capital variable, el fondo de su propio pago.  Lo que recibe el obrero en forma de salario es una parte de las mercancías por él producidas. Es cierto que el capitalista le paga en dinero el valor de sus medios de subsistencia. Pero este dinero ha sido obtenido por el capitalista mediante la venta de las mercancías producidas por el obrero. Mientras el obrero está convirtiendo en productos una parte de los medios de producción, una parte de las mercancías producidas por él anteriormente se están reconvirtiendo en dinero. Es con su trabajo del mes anterior con el que se le paga el mes que corre.
Así, pues, el capital variable no es más que una forma particular de manifestarse el fondo de medios de subsistencia del obrero, que llamaremos también fondo de trabajo. Este fondo de trabajo tiene que ser producido y reproducido por el obrero en todos los modos de producción.  Sucede que en el capitalismo el fondo de trabajo se manifiesta como capital variable, como capital desembolsado por el capitalista, como dinero proveniente de sus propios bolsillos. Lo que señala Marx, no sin cierto enfado, es que el economista burgués no sabe distinguir la forma de manifestación, el capital variable, de lo que en él se manifiesta, el fondo de medios de subsistencia del obrero.
Tenemos un campesino sujeto a un señor feudal. Trabaja con sus propios medios de producción en su parcela tres días por semana. Los tres días restantes ejecuta trabajo de prestación servil en tierras del señor feudal. Durante los tres primeros días de la semana reproduce constantemente su fondo de medios de subsistencia, el cual nunca revista la forma de un dinero que sale de los bolsillos del señor feudal. Mientras que su trabajo obligatorio y gratuito, el que realiza en las tierras del señor feudal los  tres días restantes, no adopta jamás la forma de trabajo voluntario y remunerado.
Si mañana el señor feudal se apropia de la tierra, del ganado de labor, de las semillas, en una palabra, de los medios de producción del campesino, no le quedará a éste mas remedio que vender su fuerza de trabajo a aquél. El campesino seguirá trabajando seis días a la semana, tres para él y tras para el señor ex feudal, reconvertido ahora en patrono. Pero al igual que su trabajo de prestación servil adopta ahora la forma de trabajo asalariado, su fondo de medios de subsistencia adopta la forma de una suma de dinero que sale de los bolsillos del ex señor feudal.
En el modo de producción feudal queda claro dos cosas: una, que el obrero produce su propio fondo de trabajo, y dos, que su trabajo gratuito no es retribuido. Mientras que en el modo de producción capitalista se invierte esa claridad: el fondo de trabajo tiene la forma de un dinero que sale del bolsillo del capitalista, y el trabajo gratuito que hace el obrero para el capitalista tiene la forma de trabajo retribuido.

Capital y plusvalía

Si el capital desembolsado  de 1080 millones de pesetas cada año crea una plusvalía de 360 millones de pesetas, y esta plusvalía es consumida por el capitalista durante el mismo periodo, es evidente que tras una repetición de tres años, el total de la plusvalía consumida será:   3 x 360 millones = 1080 millones, o sea, será igual al capital desembolsado.
En general, el valor  del capital desembolsado dividido por la plusvalía consumida por el capitalista anualmente, da el número de años al cabo de los cuales el capitalista consume el capital desembolsado originariamente. 1080 millones de pesetas de capital desembolsado dividido por los 360 millones de pesetas de plusvalía consumida anualmente, es igual a 3 años. Al cabo de tres años no queda nada de su capital. El hecho de que el capitalista se imagine que gasta el fruto del trabajo ajeno no retribuido, la plusvalía, y que conserva el valor del capital originario, no puede alterar absolutamente nada. Puesto que se trata aquí del valor y no del valor de uso. Lo cierto es al cabo de tres años el valor del capital que él posee es igual a la plusvalía por él apropiada durante ese periodo. Y se ha apropiado de toda esa plusvalía sin entregar   a cambio equivalente alguno.
Si un capitalista debe a sus proveedores un valor equivalente al valor del capital que posee, todo el capital que posee no representa más que la deuda que tiene contraída con sus proveedores. E igualmente, si el capitalista ha consumido en forma de plusvalía el equivalente de su capital desembolsado, el valor de este capital solo representa la suma total de plusvalía gratuitamente apropiada por él. Todo su capital no representa ahora mas que la totalidad de la deuda contraída por él con los trabajadores, de los que ha tomado cada año una plusvalía de 360 millones de pesetas sin entregar a cambio equivalente alguno.  De su antiguo capital no queda ya ni un átomo de valor. Ahora, al cabo de tres años, el valor de su capital pertenece legítimamente a los obreros. Por lo tanto, la mera continuidad del proceso de producción, su reproducción año tras año, transforma, tras un periodo determinado, todo capital en plusvalía capitalizada.

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