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domingo, 4 de junio de 2000

Sobre la teoría del valor

Antes que nada quiero agradecerte los materiales que me has suministrado, en especial el titulado “Aproximación crítica a la teoría del valor de Marx”. Me ha estimulado y me será de utilidad. No obstante, y como creo que te imaginas, no estoy de acuerdo con muchas de tus afirmaciones. Pero lo que más me interesa de tu crítica son dos cosas: por una parte, que eres amante del rigor científico, y por otra parte, que consideras que “el problema del valor sigue siendo central para el desarrollo de la teoría económica”.

.) Ya que consideras que la relación entre valor y precio es el punto más flojo de la teoría del valor de Marx, te propongo que estudiemos conjuntamente este tema. Sólo tendríamos que procesar 45 páginas de “El Capital”. (Los detalles del contenido de esta propuesta de trabajo los verás con claridad más adelante)
.) He leído con detenimiento la Nota Preliminar que elaboró Maurice Dobb para la Contribución a la Crítica de la Economía Política de Marx. Yo recomendaría a los lectores que no la leyeran. Es un texto oscuro, desordenado y especulativo. Quien lea esa nota introductoria no tendrá manera humana de saber cuál es el asunto clave que trata Marx en la Contribución (que equivale al primer capítulo de El Capital) ¿Y sabes cuál es ese asunto clave? La transformación de la mercancía en dinero.
Escucha lo que dice a este propósito Marx en la pg. 72 de  El Capital:
“Se trata aquí de hacer lo que ni siquiera ha intentado la economía burguesa, a saber, de demostrar la génesis de esta forma de dinero, esto es, de seguir el desarrollo de la expresión de valor de las mercancías, desde su figura más simple y menos vistosa hasta la deslumbrante forma de dinero. Con ello se desvanece al mismo tiempo el enigma del dinero”.
Está claro cuál es el asunto clave de El Capital, como también está claro que Maurice Dobb nada dice al respecto.
.) Escucha lo que dice Marx en la página 63 de El Capital:
“...vimos que tampoco el trabajo, en cuanto expresado en valor, posee ya las mismas características que le corresponden como productor de valores de uso. Esta naturaleza doble del trabajo contenido en las mercancías la he demostrado yo por primera vez de un modo crítico. Como éste es el punto en torno al cual gira la comprensión de la economía política, debemos examinarlo más de cerca”.
¿Cuál es el punto en torno al cual gira la comprensión de la economía política y que, por lo tanto, representa la cuestión central a resolver por Marx en la Contribución? El carácter doble del trabajo contenido en las mercancías, a sabe, trabajo útil y trabajo humano abstracto. Al igual que la mercancía se presenta como un objeto doble, como valor de uso y como valor, así también el trabajo que la crea se presenta con carácter doble: como trabajo útil y como trabajo humano abstracto. Pues bien, Maurice Dobb tampoco habla para nada de este tema en su nota introductoria.

.) Maurice Dobb también habla de la relación entre el valor y la forma de precio. Su planteamiento de este tema es especulativo y carece de rigor, puesto que se come los pasos intermedios. En cualquier teoría, digna de tal nombre, entre las premisas iniciales y las conclusiones finales hay una serie de pasos intermedios. De manera que si dejáramos de lado los pasos intermedios, no habría manera de saber cómo partiendo de las premisas iniciales se llega a las conclusiones finales. Y en la Contribución de Marx la premisa inicial es el valor en su forma natural y la conclusión final es el valor en su forma de dinero, de la cual se deriva la forma de precio. Y los pasos intermedios son los siguientes:
A)  Forma individual, simple o fortuita del valor
B)   Forma total o desarrollada del valor
C)   Forma general del valor
Y como sucedía en el caso general, si desconocemos estos pasos intermedios, no habrá manera racional de saber cómo brota la forma de dinero a partir de la forma natural del valor.
.) Escucha lo que dice Marx en el prólogo a la primera edición alemana de El Capital:
“...para el análisis de las formas económicas no sirven ni el microscopio ni los reactivos químicos. Es la fuerza de la abstracción la que tiene que sustituir a ambos”. De aquí debemos extraer dos lecciones. Primera: en el Capital se trata fundamentalmente del estudio de las formas económicas y, por lo tanto, es una teoría lógica y no histórica. Maurice Dobb, como tantos otros supuestos marxistas, confunden el hecho de que el objeto de estudio esté determinado históricamente con el hecho de que el estudio de dicho objeto pueda ser lógico. Un ejemplo te hará ver claro este error de Maurice Dobb: para que la fuerza de trabajo se presente como mercancía se necesita un conjunto de premisas históricas, pero lo que se estudia en El Capital no son estas premisas históricas, sino el salario como forma fenoménica o modo de expresión del valor de la fuerza de trabajo. Por lo tanto, en El Capital se trata del estudio de las formas económicas y no de las premisas históricas que hacen posible su existencia.
Segunda: para el estudio de las formas económicas es básico el empleo de la fuerza de abstracción. Pero la fuerza de abstracción no es innata, tiene que ser adquirida a través del estudio de determinadas disciplinas, como por ejemplo, la lógica proposicional, la lógica pura y la fenomenología. Y sin fuerza de abstracción cultivada, la lectura de El Capital no será exitosa. Pues bien, ni de la primera ni de la segunda lección, que son claves para el éxito en el estudio de El Capital, tampoco dice nada Maurice Dobb
.) Siéndote absolutamente sincero te diré que detesto la literatura de Maurice Dobb, como la de la mayoría de los supuestos marxistas europeos occidentales, por su falta total de sentido práctico. Y me explico. Cualquier trabajador sabe que para vivir tiene que vender su fuerza de trabajo a un capitalista y que a cambio recibe un salario en dinero, con el cual compra al contado los alimentos, al crédito la vestimenta y el coche, y paga al banco su crédito hipotecario. Es evidente que el trabajador, como agente económico, participa de las siguientes formas económicas: la de mercancía, la de dinero como medio de compra, la de dinero como medio de pago, la de salario, y la de capital productor de interés. Pues bien, yo le diría a los trabajadores, en especial a los líderes sindicales, lo siguiente: con la Contribución de Marx ustedes pueden saber lo que son las mercancías y lo que es el dinero en sus distintas funciones: medida de los valores, medio de circulación o moneda, tesoro, medio de pago y dinero mundial. En suma, ustedes tienen la oportunidad de conocer teóricamente lo que viven en la práctica y que tanto les aliena.
No cabe duda, don Jacinto Brito, que en las sociedades actuales el dinero es el objeto más importante que existe y, al igual que Dios, está en todas partes y lo puede todo. De ahí que hacerse con una representación científica del mismo, representación que nos suministra Marx en el primer capítulo de El Capital, no sólo tenga un enorme valor teórico, sino también un decisivo y actual sentido práctico.
.) No quisiera despedirme sin referirme de un modo crítico a una de tus afirmaciones: “No debería aislarse el estrepitoso fracaso de la planificación económica centralizada del juicio sobre la teoría de Marx. Los métodos de planificación centralizada buscaron su racionalidad teórica en la teoría del valor y en el modelo de reproducción económica de Marx”.
Tanto tu como yo sabemos que Stalin y Mao hablaron de que los comunistas tenían que respetar la ley objetiva del valor. Y también sabemos que lo que sabían soviéticos y chinos de la teoría del valor de Marx se reducía a saber que el valor de una mercancía viene determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirla. Pero el valor concebido como la cantidad de trabajo socialmente necesario para producir una mercancía es el valor en su forma natural. ¿Y sabes cuánto ocupa en El Capital el estudio del valor en su forma natural? Las primeras nueve páginas. Mientras que el resto de las páginas, que son la infinita mayoría, están dedicas al estudio de las formas objetivamente sociales del valor, que son muchas y muy variadas. Por lo tanto, aún admitiendo que la planificación centralizada se inspiró en la teoría del valor de Marx, habrás de reconocer que dicha inspiración fue absolutamente unilateral.
Otra cuestión. Tú también sabes que el socialismo real se caracterizó por la suspensión de las relaciones mercantiles-monetarias y la liquidación de todas las  formas de existencia del capital, incluida la individual. ¿Qué utilidad podría tener entonces El Capital, que es el estudio de las formas mercantiles y capitalistas, en las sociedades del socialismo real? Ninguna, absolutamente ninguna.

        26 de junio de 2000.





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